Un tribunal federal de apelaciones ha detenido temporalmente el intento del gobierno de Donald Trump de poner fin al programa de parole humanitario para migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (programa CHNV, por sus siglas), una medida que protegía de la deportación a más de 500,000 personas. La decisión tomada este lunes por el Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito de EE. UU. reafirma la continuidad del programa por ahora, a pesar de los esfuerzos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para eliminarlo.
El parole humanitario para migrantes: un programa bajo amenaza
El programa CHNV fue implementado para ofrecer protecciones humanitarias a migrantes de países con condiciones de vida extremadamente difíciles. Bajo este programa, los migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela podían residir y trabajar legalmente en Estados Unidos durante un periodo determinado, además de poder solicitar otros beneficios de inmigración. Sin embargo, la administración de Trump ha intentado poner fin a este programa, alegando que fue mal utilizado por la administración anterior.
El Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito, compuesto por jueces designados por presidentes tanto demócratas como republicanos, detuvo la acción del gobierno federal, dictaminando que la administración de Trump no había presentado una «fuerte demostración» de que su apelación tendría éxito, lo cual es un requisito clave para conceder una intervención de emergencia en casos judiciales de este tipo.
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Grupos de migrantes centroamericanos son deportados desde Estados Unidos a México, en una fotografía de archivo. EFE/ Luis Torres
El impacto de la decisión judicial sobre el parole humanitario
La decisión del tribunal mantiene en vigor las protecciones contra la deportación y la autorización de trabajo para los beneficiarios del programa CHNV, en su mayoría migrantes de países afectados por crisis políticas, económicas y sociales. A través de esta medida, el gobierno de Biden ha logrado frenar una tentativa de cambio abrupto en las políticas migratorias que afectaba directamente a cientos de miles de migrantes.
A pesar de los intentos de la administración Trump de eliminar el programa CHNV, las solicitudes de parole y los beneficios de inmigración relacionados continuarán procesándose, tal como sucedió después de que un tribunal de distrito suspendiera el intento de la administración de suspender el programa en 2024.
La larga batalla legal por el parole humanitario
Este fallo judicial se convierte en una victoria importante para los migrantes, pero también marca un punto de inflexión en la batalla legal por la política de parole humanitario en Estados Unidos. Los tribunales han sido un terreno clave para las decisiones migratorias, especialmente cuando las políticas del gobierno afectan a grupos vulnerables de manera directa.
En este caso, el Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito expresó su escepticismo sobre la capacidad de la administración de Trump para terminar el programa de manera unilateral, sin el debido proceso y revisión caso por caso. Además, la corte dejó en claro que el gobierno no había logrado probar que su apelación fuera lo suficientemente sólida como para interrumpir el fallo de la jueza Talwani.
Fotografía de archivo de migrantes en Nueva York. EFE/EPA/Sarah Yenesel
El parole humanitario bajo el gobierno de Biden: un programa en expansión
Bajo la administración de Joe Biden, el programa CHNV se expandió significativamente. Se permitió que migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela pudieran ingresar al país con permisos de trabajo y residencia por hasta dos años, y con la posibilidad de solicitar otros beneficios. Este programa fue un esfuerzo por aliviar la crisis humanitaria en estos países y proporcionar a sus ciudadanos una vía legal para escapar de la violencia, la pobreza y la persecución.
El número de beneficiarios del programa CHNV creció exponencialmente durante el gobierno de Biden, con más de 500,000 personas recibiendo protecciones. Según cifras de USCIS, hasta finales de 2024, más de 500,000 migrantes de estos países habían sido admitidos bajo este programa. Los números incluyen a 110,240 cubanos, 211,040 haitianos, 93,070 nicaragüenses y 117,330 venezolanos, quienes ahora se enfrentan a incertidumbre debido a los intentos de la administración Trump de eliminar el programa.