Durante más de cuatro décadas, el barrio de La Villita en Chicago ha celebrado el Cinco de Mayo con un colorido desfile de bandas, carrozas y danzas folklóricas. Cada año, hasta 300.000 personas se reúnen para rendir homenaje a la victoria mexicana en la Batalla de Puebla de 1862. Pero en 2025, por primera vez desde su inicio, la comunidad no verá pasar el desfile por sus calles.
Los organizadores han cancelado el evento, alegando preocupación por la seguridad de los asistentes, especialmente ante el aumento de redadas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Chicago se suma así a otras ciudades de Estados Unidos que han reducido o suspendido celebraciones culturales debido a las políticas migratorias de la administración de Donald Trump.
El Cinco de Mayo y el temor creciente en comunidades latinas
El Cinco de Mayo, más allá de su significado histórico, se ha convertido en un símbolo de identidad para la comunidad mexicana en Estados Unidos. Sin embargo, este año, el ambiente festivo fue reemplazado por un clima de miedo y ansiedad. Según Héctor Escobar, presidente de la Cámara de Comercio de Cermak Road y Casa Puebla, “no queremos arriesgarnos y poner en peligro a nuestra comunidad. Es una pérdida económica, pero priorizamos la seguridad sobre el dinero”.
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El temor no es infundado. ICE ha intensificado sus operativos en ciudades “santuario” como Chicago, donde las autoridades locales limitan su colaboración con los agentes federales. Desde enero, se han llevado a cabo redadas en espacios públicos, incluidos lugares tan sensibles como iglesias y escuelas. De acuerdo con cifras oficiales, en los primeros 100 días de la administración Trump, ICE arrestó a casi 66.500 inmigrantes indocumentados y deportó a más de 65.000 personas.
Aunque muchas de las personas afectadas tienen estatus migratorio regular o están en proceso de regularización, la incertidumbre y la discriminación han generado un clima de persecución. La organización UnidosUS, dedicada a la defensa de los derechos civiles de los latinos, informó que el 43 % de los votantes latinos teme que autoridades migratorias detengan incluso a ciudadanos estadounidenses por error.
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Más cancelaciones de eventos culturales por el Cinco de Mayo y otras fechas
Chicago no es la única ciudad que suspendió su celebración del Cinco de Mayo. En Filadelfia, el tradicional Carnaval de Puebla también fue cancelado. El evento, que cada abril conmemora la cultura mexicana con música, danzas y gastronomía, fue suspendido por temor a que agentes de ICE se infiltraran entre la multitud. “No vamos a arriesgarnos”, declaró Olga Renteria, organizadora del festival. “Todos están siendo cautelosos. No se permiten celebraciones ni reuniones grandes”.
Algo similar ocurrió en Madras, Oregón, donde el Latino Fest, previsto para septiembre, fue cancelado. Catalina Sánchez Frank, directora de la Asociación de la Comunidad Latina, explicó que el evento reunía a miles de personas, pero la ansiedad de los asistentes ante posibles redadas llevó a los organizadores a suspenderlo. “Cuando la gente siente miedo a la deportación, creemos que es más ético no celebrar este año”, señaló Frank.
Estas cancelaciones tienen un impacto más allá del plano cultural. Muchos de estos eventos representan ingresos vitales para negocios locales, artistas, vendedores ambulantes y organizaciones comunitarias. “Nuestra comunidad ha enfrentado acoso y persecución y no está participando en actividades comunitarias. Por eso sentimos que no hay nada que celebrar”, expresaron la Cámara de Comercio de Cermak Road y Casa Puebla en un comunicado conjunto.
El impacto psicológico y social de cancelar el Cinco de Mayo
Para muchas familias migrantes, el Cinco de Mayo no solo es una fiesta, sino una oportunidad de visibilizar sus raíces, conectar con su comunidad y expresar orgullo por su herencia cultural. La cancelación del evento representa, para muchos, una forma de invisibilización forzada.
“Se convierte en un entorno donde se juzga a las personas por el color de su piel o el idioma que hablan, y eso no necesariamente se correlaciona con su estatus migratorio”, afirmó Daniel Altamirano Hernández, asesor de políticas de la Asociación de la Comunidad Latina. “Si no podemos brindar un espacio genuino para celebrar nuestra cultura con autenticidad, entonces no podemos comprometernos con la verdadera misión de este festival”.
Clarissa Martínez De Castro, vicepresidenta de la Iniciativa de Voto Latino de UnidosUS, considera “comprensible” que se suspendan eventos como el del Cinco de Mayo. La falta de claridad respecto a si se respetará el debido proceso para quienes son detenidos genera un ambiente de desconfianza. “Cuando la administración toma medidas que no son diferenciadas, eso envía un mensaje de que toda la comunidad está en la mira”, advirtió.
Según De Castro, el 80 % de los latinos que viven en Estados Unidos son ciudadanos legales. Sin embargo, las acciones de ICE han demostrado que los operativos no siempre distinguen entre estatus migratorios. La organización recomienda conocer los derechos constitucionales y actuar en comunidad si se es blanco de una redada.
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Juneteenth también afectado por políticas antiinmigrantes y contra la diversidad
Las celebraciones del Cinco de Mayo no son las únicas que han sufrido los efectos de las políticas federales. El Juneteenth, festividad afroamericana que conmemora el fin de la esclavitud en Estados Unidos, también ha visto reducida su escala en varios estados.
En Nueva Jersey, Reggie Johnson, presidente de la NAACP local, se vio obligado a trasladar la celebración del Juneteenth a un recinto más pequeño después de que personal federal expresara dudas sobre permitir el evento, considerándolo parte de las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), duramente atacadas por la administración Trump.
En Denver, el Festival de Música Juneteenth se redujo de dos días a uno por la repentina pérdida de patrocinadores. “Duele reducir un evento que ha sido crucial para sanar el trauma histórico y honrar nuestra cultura”, expresó Norman Harris, principal organizador.