El 11 de abril de 2025, Aldo Martínez Gómez, ciudadano estadounidense nacido en San Diego, recibió un correo electrónico que jamás imaginó: el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) le exigía abandonar el país en un plazo de siete días, bajo amenaza de ser detenido y expulsado. El mensaje incluía frases contundentes como “si no sale de EE.UU. inmediatamente, estará sujeto a posibles acciones policiales que resultarán en su expulsión”.
Martínez, que trabaja como representante legal en procesos de inmigración, se quedó perplejo. “Nací en el hospital Paradise Valley en National City y he vivido toda mi vida en Chula Vista”, afirmó al medio NewsNation. Su certificado de nacimiento confirma que es ciudadano estadounidense; sin embargo, el sistema gubernamental lo etiquetó erróneamente como deportable.
Ciudadano estadounidense deportación: un error que genera temor
Este caso no es aislado. El correo que recibió Martínez forma parte de una serie de errores administrativos del DHS que han generado preocupación entre ciudadanos legales. La notificación, con tono severo, indicaba que si no abandonaba el país voluntariamente, el gobierno “lo encontraría”.
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“¿Adónde quieren que vaya? ¿Me detendrán mientras represento a alguien en una audiencia?”, se preguntó Martínez, quien teme ser arrestado durante el ejercicio de su labor profesional. Su trabajo en una organización sin fines de lucro, dedicada a apoyar a personas en procedimientos de inmigración, se ha visto gravemente afectado.
Este tipo de errores no solo socava la confianza pública en las instituciones, sino que expone a ciudadanos a consecuencias legales inmerecidas. Martínez, que ha dedicado su carrera a defender derechos humanos, ahora se enfrenta a la posibilidad de ser detenido por el propio sistema que él mismo ayuda a representar en los tribunales.
Foto:CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVI/EFE
Otros afectados por notificaciones de deportación de DHS
El caso de Aldo Martínez ha sacado a la luz otros ejemplos similares. Tom Frantz, residente de Wisconsin y también ciudadano por nacimiento, recibió una notificación similar. En su carta, se le informaba que debía abandonar el país por haber perdido una supuesta “libertad condicional”. “Nunca he sido acusado de ningún crimen. Soy ciudadano legal”, declaró Frantz, visiblemente afectado.
Algo parecido vivió Nicole Micheroni, abogada de inmigración, nacida en Estados Unidos. A mediados de abril, recibió una carta oficial del DHS ordenándole salir del país en siete días. En un principio, pensó que se trataba de un documento relacionado con uno de sus clientes, pero pronto notó que el único nombre mencionado era el suyo.
“Decía que mi libertad condicional había sido cancelada, pero nunca he estado bajo ese estatus”, comentó Micheroni en entrevista con NBC10. La confusión generada por el documento la llevó a buscar asesoría legal de inmediato.
Casos como estos no solo representan errores burocráticos, sino potenciales violaciones a derechos constitucionales. El simple hecho de que un ciudadano estadounidense reciba una orden de deportación por error plantea serias dudas sobre el control y la precisión de los sistemas de verificación del gobierno federal.
Foto: Jorge Fuentelsaz/EFE
DHS responde al error sobre ciudadano estadounidense deportado
Tras la polémica desatada por estos casos, el Departamento de Seguridad Nacional emitió un comunicado en el que explicó que los errores podrían deberse a fallas en el sistema de correo electrónico. Según un portavoz del DHS, algunas notificaciones se enviaron a direcciones no vinculadas directamente a la identidad del individuo afectado.
“Si una persona proporcionó un correo genérico o no asociado a datos personales verificados, pudo haber recibido por error una comunicación oficial destinada a otra persona”, afirmó un alto funcionario del departamento.
Sin embargo, la explicación no ha sido suficiente para tranquilizar a las víctimas del error. Aldo Martínez, que continúa trabajando en los tribunales de inmigración, se mantiene en estado de alerta. “Cada vez que entro a una audiencia, miro alrededor para ver si hay agentes de ICE cerca. Me siento inseguro en mi propio país”, expresó.
Este tipo de incidentes también recuerda otros casos históricos, como el de Kilmar Ábrego, un migrante deportado por error a El Salvador, pese a tener documentación en regla. En su momento, las autoridades atribuyeron el fallo a una confusión en el sistema de procesamiento de datos.