Los cruces ilegales en la frontera sur de Estados Unidos han alcanzado un mínimo histórico no visto en décadas, según datos recientes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicados el 30 de abril de 2025. En marzo, la Patrulla Fronteriza reportó solo 12,500 encuentros con migrantes entre puertos de entrada, una caída del 97% desde el pico de 250,000 detenciones registrado en diciembre de 2023.
Este descenso, destacado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), se atribuye a una combinación de políticas migratorias más estrictas implementadas por la administración de Donald Trump, cooperación reforzada con México y medidas para desalentar el tráfico humano. En X, hashtags como #BorderSecurity y #ImmigrationReform reflejan el debate público, con usuarios celebrando la reducción, aunque algunos cuestionan su sostenibilidad a largo plazo.
La CBP señaló que el sector de San Diego, que fue el corredor más transitado en 2024, registró una disminución del 60% en encuentros desde junio del año pasado, mientras que el Valle del Río Grande en Texas asumió el liderazgo con apenas 5,200 detenciones en marzo. El DHS también reportó una reducción del 70% en el aseguramiento de fentanilo, con 20,000 libras de fentanilo, heroína y metanfetamina incautadas en lo que va de 2025. Estas cifras marcan un cambio significativo en la dinámica de la frontera, que había enfrentado una crisis migratoria sin precedentes hace apenas dos años.
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Impacto de las nuevas políticas
Desde que Donald Trump asumió su segundo mandato el 20 de enero de 2025, la Casa Blanca ha implementado medidas migratorias más estrictas, incluyendo la autorización del ejército para controlar terrenos federales en la frontera, según un decreto firmado el 17 de abril. La CBP destacó que estas políticas, combinadas con una orden ejecutiva de junio de 2024 que restringe la elegibilidad al asilo para quienes cruzan ilegalmente, han disuadido a muchos migrantes.
México, por su parte, ha intensificado los controles migratorios, deteniendo trenes de carga utilizados por migrantes y aumentando las deportaciones, según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). En una llamada reciente, el general mexicano Luis Cresencio Sandoval reconoció el esfuerzo conjunto de ambos países, que también logró un aumento del 59% en la incautación de municiones y piezas de armas.
En X, los usuarios han compartido imágenes de la frontera en Eagle Pass, Texas, donde las autoridades estatales han reforzado la seguridad en áreas como Shelby Park, antes un punto crítico de cruces. La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, celebró en una publicación del 10 de abril que marzo marcó el segundo mes consecutivo con los niveles más bajos de cruces ilegales, atribuyéndolo al cumplimiento estricto de las leyes migratorias.
Cooperación con México
La colaboración con México ha sido un pilar clave en la reducción de los cruces ilegales. La Sedena reportó que las Fuerzas Armadas mexicanas han intensificado operativos en puntos críticos como Ciudad Juárez y Tijuana, desmantelando redes de tráfico humano. La presidenta Claudia Sheinbaum, en una conferencia el 16 de abril, anunció el envío de una nota diplomática a EE.UU. para aclarar los detalles de una base militar estadounidense propuesta en la frontera, subrayando la importancia de la soberanía mexicana.
El DHS destacó que México ha deportado a más de 50,000 migrantes a sus países de origen en 2025, principalmente de Centroamérica, lo que ha reducido la presión en la frontera sur de EE.UU. Esta cooperación también ha tenido un impacto en el tráfico de drogas. La CBP informó que las incautaciones de fentanilo en puertos de entrada han disminuido significativamente, lo que refleja una menor actividad de las redes criminales que operan en la frontera.
En X, algunos usuarios han expresado preocupación por la militarización de la frontera, mientras otros aplauden los resultados, destacando la necesidad de mantener la seguridad.
Cruces ilegales: Perspectivas y desafíos
A pesar del descenso histórico en los cruces ilegales, los expertos advierten que la situación podría ser temporal. La CBP señaló que factores estacionales, como temperaturas más cálidas, podrían aumentar los intentos de cruce en los próximos meses. Además, el DHS está monitoreando rutas alternativas, como los cruces marítimos en Baja California, donde el crimen organizado aún controla algunos puntos, según el Instituto Nacional de Migración de México.
La administración Trump ha prometido continuar fortaleciendo la infraestructura fronteriza, con proyectos como el cruce de Otay Mesa Este, financiado con 150 millones de dólares federales, que estará listo para 2027 y promete tiempos de espera de no más de 30 minutos. En X, los debates giran en torno al equilibrio entre seguridad y humanidad. Mientras algunos celebran la efectividad de las políticas actuales, otros piden más vías legales para los solicitantes de asilo.
Por ahora, la frontera sur de EE.UU. experimenta una calma no vista en décadas, pero la atención permanece en cómo evolucionarán estas dinámicas en un contexto político y social complejo.