En respuesta al crecimiento exponencial de la migración infantil, maestros en la frontera sur de México han implementado un programa educativo para atender a la niñez migrante que permanece varada en esta región mientras espera una resolución a su situación migratoria. Se trata de un esfuerzo estatal que busca garantizar el derecho a la educación de menores de edad de diversas nacionalidades que, de otro modo, perderían años escolares durante su travesía hacia Estados Unidos.
En Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala y uno de los principales puntos de entrada de personas migrantes, tres maestros imparten clases de nivel preescolar, primaria y secundaria como parte del Programa de Educación Migrante de Chiapas (Pemch). Esta iniciativa, creada por la Secretaría de Educación estatal, también está presente en municipios clave como San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Palenque, Comitán y otras localidades con fuerte presencia migrante.
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EFE/Juan Manuel Blanco
Niñez migrante interrumpe sus estudios por la ruta migratoria
El fenómeno migratorio en México ha tenido un impacto directo en la niñez migrante, que a menudo ve interrumpida su educación formal por largos periodos. Solo entre enero y agosto de 2024, el Gobierno de México detectó 108.444 menores en situación migratoria irregular, lo que representa un incremento interanual del 70,6 %, según la Unidad de Política Migratoria.
“Estamos recibiendo a niños y adolescentes de Cuba, Haití, Honduras, El Salvador, Guatemala, Brasil y Venezuela”, señaló Pablo Arriaga Velázquez, maestro del Pemch en Tapachula, quien explicó que muchos no pueden ingresar a escuelas regulares debido a trámites burocráticos o la falta de documentos.
En el nivel medio superior, el programa atiende a 238 jóvenes migrantes provenientes de África, Honduras, Nicaragua y otros países que han logrado incorporarse a preparatorias estatales o telebachilleratos.
Educación para la niñez migrante en contextos adversos
La niñez migrante enfrenta obstáculos estructurales para continuar con sus estudios. Desde largas esperas en procesos migratorios hasta barreras idiomáticas y discriminación, estos factores dificultan su integración al sistema educativo. Frente a esto, el Pemch ofrece una alternativa accesible para que no pierdan el año escolar.
María, una madre salvadoreña que permanece en Tapachula, expresó su agradecimiento a los maestros por brindar educación a su hija. “Las escuelas regulares ya cerraron el ciclo de inscripciones. No podemos dejar que los niños pierdan la escuela”, relató.
Su situación refleja la de cientos de familias migrantes que se han visto afectadas por nuevas políticas migratorias en Estados Unidos. Tras el anuncio del presidente Donald Trump sobre deportaciones masivas, el cierre parcial de la frontera y la suspensión de la aplicación CBP One, muchas personas que intentaban entrar legalmente han quedado varadas en el sur de México.
EFE/Juan Manuel Blanco
Tapachula como refugio educativo para la niñez migrante
Denisse Lugardo Escobar, directora de Relaciones Internacionales y Desarrollo Transfronterizo del Ayuntamiento de Tapachula, informó que su oficina trabaja con diversas instituciones para facilitar el acceso a la educación básica a niños migrantes de entre 8 y 10 años de edad. “Hay escuelas federales que ya están brindando ese apoyo”, destacó.
Uno de los casos más representativos es el de Ángeles Francois, migrante de Haití, quien inscribió a su hija en la escuela primaria federal 29 de Tapachula. “Me siento como en casa. Me tratan bien en el trabajo, me hablan como hermanos”, aseguró.
Además de garantizar el derecho humano a la educación, estos esfuerzos contribuyen a una mejor integración social, cultural y emocional de la niñez migrante en las comunidades de acogida.
Actualmente, el programa Pemch cuenta con 35 docentes que imparten clases en fincas agrícolas, albergues y espacios comunitarios habilitados temporalmente como aulas. Según autoridades educativas, hay 1.345 alumnos migrantes inscritos en diferentes niveles, aunque se estima que la cifra real de menores sin escolarización es aún mayor.