Jornada laboral de 40 horas: Sheinbaum anuncia aplicación gradual en México
El gobierno de Claudia Sheinbaum aplicará de manera gradual la reducción de la jornada laboral semanal a 40 horas, según anunció Marath Bolaños, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), durante los actos conmemorativos del Día Internacional del Trabajo el 1 de mayo.
La decisión marca el inicio de una transformación significativa en el modelo laboral mexicano. “El objetivo primordial es construir, en colectivo, un modelo justo y eficaz para cumplir con la demanda histórica del pueblo de México”, declaró Bolaños.
Un cambio paulatino que busca justicia laboral
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Bolaños explicó que, por instrucciones de la presidenta Sheinbaum, la reforma se implementará de forma escalonada para permitir que las empresas puedan adaptarse a las nuevas condiciones sin afectar la productividad ni la estabilidad económica del país.
“Estamos convencidos de que al poner este tiempo libre en manos de los trabajadores, se contribuirá al desarrollo nacional, al bienestar de sus familias y a su felicidad”, expresó el funcionario, aludiendo a las ocho horas semanales que se restarían de la jornada actual.
Qué implica la reforma a la jornada de 40 horas
Actualmente, la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece una jornada máxima de 48 horas semanales, divididas en seis días de ocho horas. La propuesta de reforma contempla modificar ese esquema a una jornada de 40 horas semanales, sin reducción salarial, y con dos días obligatorios de descanso: sábado y domingo.
De acuerdo con el Frente Nacional por las 40 Horas, la propuesta busca que este cambio no se haga de forma escalonada año con año, sino que se implemente de inmediato con un periodo de prórroga limitado para facilitar su adopción.
“El cambio debe ser constitucional y aplicado sin que implique una reducción progresiva, como una hora menos cada año”, señala el colectivo en su sitio oficial.
Impacto económico: entre preocupaciones y datos optimistas
Algunos sectores empresariales han expresado preocupación por las posibles repercusiones económicas de la reforma. Aseguran que la reducción de horas laborales podría generar una disminución en la productividad, pérdidas para las empresas y fuga de inversiones.
Sin embargo, el Frente Nacional asegura que estas afirmaciones carecen de sustento. Citan estudios de las universidades de Oxford y Warwick que demuestran que jornadas laborales más cortas pueden elevar la productividad y disminuir la rotación de personal al reducir la fatiga laboral.
“Reducir la jornada incentiva la eficiencia y mejora la calidad del trabajo en lugar de centrarse únicamente en la cantidad”, explican.
La OCDE respalda la reducción de la jornada laboral
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), no existe evidencia de que en los países que han reducido la jornada laboral se haya producido una crisis de empleo o empresarial. Francia, Noruega y Dinamarca son ejemplos de naciones con semanas laborales de 35 a 40 horas y niveles altos de productividad y calidad de vida.
Este respaldo internacional fortalece los argumentos del gobierno y de los colectivos que impulsan la reforma.
Sheinbaum pide consenso para aplicar la reforma
La presidenta Claudia Sheinbaum ha pedido que el cambio a la jornada de 40 horas se realice con diálogo y consenso, tomando en cuenta las preocupaciones del sector empresarial y la viabilidad de su implementación en diferentes sectores productivos.
En una reciente reunión en Palacio Nacional con su gabinete y legisladores, reiteró que “todo lo que se aborda en San Lázaro es por el bien de las personas trabajadoras de México”.
Congreso prepara periodo extraordinario para discutir la reforma
Pedro Haces Barba, diputado de Morena y líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), confirmó que ya se están trabajando los lineamientos para que la iniciativa de las 40 horas pueda entrar en discusión durante un próximo periodo extraordinario en el Congreso.
“Esperemos que sea rápido, porque ya urge”, declaró el legislador, quien ha sido uno de los promotores más activos de esta reforma en el ámbito legislativo.
Mientras tanto, el debate sigue abierto entre quienes ven la reforma como un avance histórico en los derechos laborales en México, y quienes temen sus posibles efectos sobre el sector productivo.