Familiares exigen justicia por campo de exterminio en Jalisco
El pasado domingo, familiares, amigos y personas solidarias marcharon por las calles de Teuchitlán, Jalisco, exigiendo justicia y esclarecimiento sobre el hallazgo de un supuesto campo de entrenamiento y exterminio atribuido al crimen organizado. Esta marcha se realizó 10 días después de que se descubrieran crematorios clandestinos, restos óseos y pertenencias personales en el rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán, mientras que los colectivos de búsqueda denunciaron ser excluidos de las investigaciones realizadas por las autoridades.
Marcha en Teuchitlán: Llamado a la Justicia y Exigencia de Inclusión
La caravana, compuesta por diversos colectivos de búsqueda, familiares de víctimas y personas de la sociedad civil, llegó hasta la Iglesia del Señor de la Ascensión, en el centro de Teuchitlán. Ahí, los participantes colocaron fichas de búsqueda, pancartas con las fotos de sus seres queridos desaparecidos, y participaron en una misa en memoria de los desaparecidos. A través de discursos cargados de dolor y desesperación, exigieron a las autoridades que tomen medidas efectivas para encontrar a sus seres queridos.
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En el acto, los familiares de las víctimas tomaron la palabra para expresar su hartazgo frente a lo que consideran una falta de compromiso de las autoridades con las víctimas de desapariciones forzadas en el país. La denuncia se centra en el hecho de que, a pesar de que los colectivos de búsqueda han jugado un papel crucial en el rastreo y hallazgo de evidencias en varios casos, se sienten marginados en la investigación del campo de exterminio en Jalisco.
Personas participan durante una misa en memoria por los desaparecidos de Teuchitlán este domingo, en Jalisco (México). EFE/ Francisco Guasco
El Hallazgo en el Rancho Izaguirre: Restos y Pertenencias
El 5 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco encontró restos óseos, crematorios clandestinos y cientos de pertenencias personales, como ropa, zapatos, juguetes y otros objetos, en un predio ubicado en las afueras de Teuchitlán, conocido como el rancho Izaguirre. Este descubrimiento, calificado como un campo de exterminio, generó una ola de indignación y preocupación no solo en la comunidad local, sino en todo México, al tratarse de una nueva evidencia de la violencia y el crimen organizado que afecta al país.
Los colectivos de búsqueda, en su mayoría formados por familiares de desaparecidos, intentaron acceder al sitio donde se encontraron las evidencias para realizar un reconocimiento de las pertenencias y avanzar en la identificación de los restos. Sin embargo, se encontraron con un cerco policial que impedía el acceso, lo que aumentó su frustración y las denuncias de exclusión.
Exclusión de Colectivos en la Investigación: Denuncias de Violación de Derechos
Uno de los puntos más críticos de la situación es que los colectivos de búsqueda de Jalisco han denunciado que la Fiscalía General de la República (FGR) ha decidido excluirlos de las investigaciones relacionadas con el rancho Izaguirre. Según los colectivos, la FGR ha bloqueado el acceso al lugar y ha establecido que solo personal autorizado de las instituciones encargadas del procesamiento de las pruebas pueda ingresar al sitio.
En un oficio emitido por la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco, se confirmó que la FGR ha blindado la investigación y solo permitirá la presencia de colectivos y familiares en calidad de observadores, bajo criterios que se informarán más adelante. Esta situación ha sido calificada como una violación a los derechos de las víctimas, ya que muchos de estos colectivos han jugado un papel crucial en la localización de personas desaparecidas.
Los colectivos de búsqueda han solicitado la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que se garantice su derecho a participar activamente en el proceso de identificación y esclarecimiento de los hechos. En su carta, los colectivos expresaron su indignación y exigieron una mayor transparencia y colaboración por parte de las autoridades federales.
Monumento en Memoria de las Víctimas: Un Símbolo de Esperanza
En medio de la creciente indignación por el hallazgo, el párroco Jaime Gustavo Navel Mora de la Iglesia de Teuchitlán anunció que en los próximos días se develará un monumento en memoria de las víctimas del campo de exterminio. El objetivo de este monumento es recordar a las personas que fueron asesinadas en el lugar y simbolizar la esperanza de que estos actos no se repitan en el futuro.
Este monumento servirá como un recordatorio de la tragedia, pero también como un acto de resistencia y lucha por la justicia. El sacerdote expresó que este gesto es necesario para sanar las heridas de la comunidad, que ha vivido en el dolor y la incertidumbre por la desaparición de miles de personas.
Sacerdotes participan durante una misa en memoria por los desaparecidos de Teuchitlán este domingo, en Jalisco (México). EFE/ Francisco Guasco
Un Hallazgo que Resalta la Crisis de Desapariciones en México
El reciente descubrimiento en Jalisco ha revivido el debate sobre la grave crisis de desapariciones forzadas en México. Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), más de 120.000 personas han desaparecido en el país desde la década de 1960, lo que representa una de las mayores tragedias humanitarias en la historia reciente del país. En promedio, 30 personas desaparecen cada día, lo que subraya la magnitud del problema.
Organismos nacionales e internacionales han urgido a las autoridades mexicanas a investigar a fondo el caso y a actuar con transparencia y diligencia. Sin embargo, la situación se complica debido a la falta de confianza de la sociedad en las autoridades, que muchos consideran cómplices o incapaces de frenar el avance del crimen organizado.
El Impacto de las Desapariciones en las Familias y la Sociedad
Las desapariciones no solo afectan a las víctimas directas, sino también a sus familias, que viven en una constante incertidumbre y sufrimiento. Los colectivos de búsqueda, que en su mayoría están formados por familiares de los desaparecidos, han sido fundamentales en la localización de restos humanos y evidencias en diferentes partes de México. Sin embargo, su papel sigue siendo invisibilizado por las autoridades, lo que ha generado un sentimiento de desconfianza y exclusión.
En respuesta a la crítica, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha prometido que la Fiscalía General de la República dará toda la información sobre el caso del campo de exterminio en Jalisco la próxima semana. Sin embargo, las críticas continúan debido a la falta de resultados concretos en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.
El caso de Teuchitlán pone de manifiesto no solo la violencia estructural que afecta a México, sino también la necesidad urgente de políticas públicas que garanticen la justicia y la reparación a las víctimas de desapariciones forzadas. Sin un enfoque integral que incluya la participación activa de los colectivos de búsqueda, la crisis de desapariciones en el país podría seguir empeorando, dejando a miles de familias atrapadas en el dolor y la impunidad.