La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó este lunes que su Gobierno ya inició conversaciones con autoridades de Estados Unidos para negociar una reducción de aranceles en sectores clave, como el automotriz, el acero y el aluminio. La mandataria señaló que las gestiones se llevan adelante a través del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien mantiene contacto directo con su homólogo estadounidense, Howard Lutnick.
“Hay comunicación permanente entre ambos gobiernos. Lo que buscamos es que haya una reducción importante en materia de aranceles México-Estados Unidos, particularmente en productos estratégicos para nuestra industria nacional”, sostuvo Sheinbaum durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional.
Aunque evitó detallar el contenido específico de las propuestas, confirmó que se trata de una iniciativa que incluye distintos escenarios de flexibilización comercial y fiscal, en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), vigente desde 2020.
Te Recomendamos
Aranceles México-Estados Unidos en el sector automotriz
Uno de los puntos más sensibles de las negociaciones tiene que ver con el sector automotriz, que representa casi el 25 % de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos. En este rubro, Washington aplica un arancel del 25 % a los vehículos terminados, con una deducción proporcional según el contenido que haya sido fabricado en suelo estadounidense.
“Hasta el momento no hay aranceles específicos en autopartes, pero estamos atentos a cualquier decisión que pueda emitir el Departamento de Comercio estadounidense”, precisó Sheinbaum. México, al igual que Canadá, mantiene su producción automotriz integrada con el mercado estadounidense bajo estrictos mecanismos de reglas de origen establecidos en el T-MEC.
La mandataria destacó que el objetivo es evitar que medidas proteccionistas afecten a las cadenas de valor y a los empleos en ambos lados de la frontera. “El sector automotriz es ejemplo de cooperación regional. No tiene sentido imponer barreras que perjudiquen el flujo de inversión y producción”, agregó.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, habla este viernes, durante una rueda de prensa en Palacio Nacional de la Ciudad de México (México). EFE/ Mario Guzmán
Estados Unidos podría reactivar aranceles México Estados Unidos por razones políticas
La discusión sobre aranceles México Estados Unidos no es solo técnica o económica: también está cruzada por el contexto político. El expresidente Donald Trump, que aspira a volver a la Casa Blanca, ha lanzado en los últimos meses una retórica agresiva en temas de migración y seguridad, amenazando con aplicar sanciones comerciales si México y Canadá no actúan “con firmeza” contra el narcotráfico y la migración irregular.
En febrero, Trump anunció que impondría un arancel general del 25 % sobre bienes importados desde ambos países, pero suspendió la aplicación del mismo en marzo, al dejar fuera del alcance de la medida a los productos amparados por el T-MEC. A comienzos de abril, volvió a hablar de “aranceles recíprocos”, en un mensaje que apuntó especialmente a países como China y la Unión Europea, aunque sin excluir del todo a México.
Sheinbaum fue enfática al señalar que su administración no permitirá que el comercio bilateral se vea condicionado por presiones externas. “México tiene una relación comercial madura con Estados Unidos, basada en el respeto mutuo. Cualquier diferencia debe resolverse en los marcos legales existentes”, apuntó.
EFE/ Mario Guzmán
El acero y el aluminio también están en la agenda de aranceles México-Estados Unidos
Además del sector automotriz, otro de los focos de tensión comercial entre ambos países está en los productos de acero y aluminio, donde también se busca una reducción de tarifas aduaneras. Durante el mandato de Trump, se impusieron aranceles del 25 % y del 10 %, respectivamente, bajo el argumento de que las importaciones ponían en riesgo la “seguridad nacional” de Estados Unidos.
Si bien algunas de esas medidas fueron suspendidas o reducidas tras la entrada en vigor del T-MEC, las autoridades mexicanas consideran que aún existen márgenes para renegociar las condiciones y mejorar la competitividad de su industria.
“Estamos proponiendo mecanismos que garanticen condiciones más equitativas y predecibles para la exportación de acero y aluminio. No se trata solo de eliminar barreras, sino de crear un entorno comercial confiable y sostenible”, señaló Sheinbaum.
Analistas consultados por medios mexicanos coinciden en que el Gobierno buscará evitar fricciones innecesarias en un momento clave, tanto por el contexto electoral en Estados Unidos como por la necesidad de mantener la estabilidad macroeconómica.
La Secretaría de Economía, a cargo de Marcelo Ebrard, ha mantenido reuniones virtuales con representantes del Departamento de Comercio estadounidense, y se espera que en las próximas semanas se defina una hoja de ruta conjunta.