El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este lunes que, a partir del próximo 14 de julio, comenzará a aplicar un arancel del 20,91 % a la mayoría de las importaciones de tomates mexicanos, en una decisión que reaviva tensiones comerciales entre ambos países.
La medida revierte el acuerdo establecido en 2019 por la primera administración de Donald Trump, el cual había evitado una disputa arancelaria bajo un mecanismo de suspensión. Según el comunicado oficial, el sistema actual “no protege” adecuadamente a los productores estadounidenses de los efectos de lo que consideran “importaciones con precios injustos” desde México.
“Esta acción permitirá a los productores estadounidenses competir de manera justa en el mercado”, señala el documento difundido por el Departamento de Comercio.
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Arancel de tomates mexicanos y el fin del acuerdo de 2019
El acuerdo de 2019 fue diseñado para detener una investigación por prácticas de dumping —la venta de productos por debajo del costo para ganar cuota de mercado— e incluía mecanismos de inspección para el 92 % de las importaciones de tomate provenientes de México, así como controles sobre precios mínimos.
Gracias a ese pacto, se había evitado la imposición de aranceles del 17 %, lo que dio lugar a una tregua que ahora ha llegado a su fin. El nuevo arancel de tomates mexicanos del 20,91 % supera incluso el porcentaje previsto originalmente, y podría afectar de forma significativa a un sector agrícola clave para el comercio bilateral.
México es el mayor exportador de tomates hacia Estados Unidos. Según datos del Departamento de Agricultura estadounidense, en 2023 el país importó más de 2.000 millones de dólares en tomates frescos y procesados provenientes de México, lo que representa más del 80 % del total del mercado importador.
Impacto económico del nuevo arancel de tomates mexicanos
Desde asociaciones de productores mexicanos se advierte que la medida tendrá un impacto negativo no solo en los agricultores, sino también en la cadena de distribución, los precios al consumidor y la estabilidad del comercio agroalimentario regional.
La Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), una de las más importantes del sector hortofrutícola en México, señaló que el nuevo arancel de tomates mexicanos pone en riesgo la competitividad de miles de productores que ya enfrentan dificultades por el aumento de costos logísticos, el cambio climático y la sobreoferta de otros productos.
Por su parte, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) calificó la decisión como “un retroceso” en la cooperación comercial y pidió a la Secretaría de Economía mexicana que explore acciones legales a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Expertos en relaciones comerciales consideran que la decisión del gobierno de Joe Biden responde también a presiones internas en un año electoral, en el que estados clave como Florida —con fuerte presencia de productores de tomate— reclaman mayor protección frente a las importaciones.

Tomates de agricultura sostenible utilizados por Unilever / Foto cedida por la compañía
Estados Unidos justifica el arancel de tomates mexicanos por competencia desleal
El Departamento de Comercio justificó la reactivación de esta medida arancelaria mediante una orden antidumping, bajo el argumento de que los tomates mexicanos estarían ingresando al país a precios artificialmente bajos, lo cual distorsionaría el mercado e impediría a los productores locales competir en igualdad de condiciones.
Según Washington, el acuerdo de 2019 “no ha servido para proteger a los productores de Estados Unidos de precios injustos”, y por tanto ya no se considera eficaz. Desde julio, los importadores deberán pagar un nuevo arancel, lo que, según analistas, podría tener efectos inmediatos en el precio del tomate en supermercados estadounidenses.
A raíz de esta decisión, la Secretaría de Economía de México ha solicitado consultas técnicas urgentes con su contraparte estadounidense para evitar que el conflicto escale. Además, el gobierno mexicano ha indicado que evaluará si esta medida viola los principios del T-MEC.