La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este martes que el país cumplirá con la entrega de agua a Estados Unidos “hasta donde se puede”, en el marco del Tratado de Aguas de 1944. Según explicó en conferencia matutina, se realizó un análisis técnico del nivel de las presas, y con base en esa evaluación se pactó una entrega que no comprometa el abasto nacional.
El acuerdo bilateral, alcanzado el lunes tras semanas de tensión diplomática, busca resolver la disputa generada por el retraso en el cumplimiento del tratado. Las recientes lluvias en el estado de Tamaulipas facilitaron el entendimiento, evitando que se recurriera al agua de las presas internacionales, clave para el consumo y el riego en el norte del país.
México asegura una entrega viable de agua a Estados Unidos
Durante su conferencia, Sheinbaum explicó que “se hizo una revisión técnica de cuánta agua hay disponible en las presas” y, a partir de ello, se definió cuánta se puede transferir. La mandataria destacó que la prioridad de su Gobierno es garantizar el derecho humano al agua y proteger la actividad agrícola en los estados fronterizos.
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“Se entrega hasta donde se puede”, reiteró. El nuevo pacto incluye una revisión anual del acuerdo, lo que permitirá un monitoreo constante de las condiciones hídricas y de cumplimiento. La entrega de agua a Estados Unidos se mantendrá dentro de márgenes considerados viables por ambas partes, con base en los niveles de almacenamiento y las proyecciones climáticas.
Fotografía de archivo del Río Grande en Eagle Pass, Texas (EE.UU.). EFE/EPA/ Adam Davis
Lluvias recientes en Tamaulipas facilitaron el acuerdo
Uno de los factores clave que permitió avanzar en el entendimiento fue el aumento de precipitaciones en el noreste del país. Las lluvias en Tamaulipas generaron un alivio parcial frente a la sequía prolongada que afecta a la región y redujeron la presión sobre los recursos hídricos.
Sheinbaum detalló que gracias a esa mejora climática se logró evitar el uso del agua almacenada en las presas internacionales. Este factor resultó decisivo para cerrar el acuerdo sin poner en riesgo el abasto interno.
Además, el Gobierno federal se comprometió a implementar estrategias de eficiencia en el riego agrícola en estados como Chihuahua, Sonora y parte de Coahuila, con el objetivo de optimizar el uso del recurso y facilitar el cumplimiento futuro del tratado.
La entrega de agua a Estados Unidos bajo el Tratado de 1944
El Tratado de Aguas de 1944 establece que México debe transferir cerca de 2.160 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos cada cinco años. A cambio, el país recibe acceso a 9.250 millones de metros cúbicos provenientes del Río Colorado. Esta diferencia refleja los beneficios mutuos del acuerdo, razón por la cual ambos gobiernos han descartado su renegociación.
Sin embargo, las prolongadas sequías han dificultado el cumplimiento del tratado en los últimos años. El Gobierno mexicano argumenta que la escasez de lluvias ha limitado la capacidad de entrega sin afectar el suministro nacional. Esta postura ha sido reconocida por las autoridades estadounidenses, lo que permitió mantener el diálogo abierto y llegar al actual consenso.
En semanas recientes, el presidente estadounidense, Donald Trump, había advertido sobre posibles sanciones económicas si México no cumplía con el tratado. El tono del mensaje elevó la tensión diplomática, pero finalmente ambas naciones lograron evitar una ruptura, apostando por la cooperación técnica y el equilibrio hídrico.
Fotografía de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. EFE/ José Méndez
Sheinbaum reafirma el compromiso, sin comprometer al país
Sheinbaum afirmó que el objetivo del acuerdo es cumplir sin poner en riesgo a la población mexicana. “Todos estuvimos de acuerdo en que se debía entregar el agua que debíamos, pero sin afectar nuestro abasto. Lo que se puede y hasta donde se puede”, expresó.
La mandataria citó al expresidente Benito Juárez para reforzar su postura de defensa nacional, pero sin cerrar las puertas al entendimiento binacional. “Lo que se puede dar, se da. Pero siempre garantizando los derechos de los mexicanos”, añadió.
Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores se confirmó que el pacto se logró tras semanas de diálogo técnico y diplomático. Ambos países coincidieron en que el tratado es un instrumento fundamental para el manejo compartido del agua en la frontera.