Un fuerte sismo de magnitud 7.4 estremeció las costas del sur de Chile y Argentina la mañana del viernes 2 de mayo de 2025, generando una alerta de tsunami y evacuaciones preventivas en la región de Magallanes, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se ubicó a 219 kilómetros al sur de Ushuaia, Argentina, en el Pasaje de Drake, a una profundidad de 10 kilómetros. A pesar de la intensidad del temblor, no se reportaron víctimas ni daños materiales significativos.
Las autoridades chilenas ordenaron la evacuación de las zonas costeras del Estrecho de Magallanes, mientras que en Ushuaia se suspendieron actividades acuáticas en el Canal Beagle por tres horas. El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) estimó que las olas podrían alcanzar hasta un metro en la Antártida y zonas remotas, pero el riesgo se disipó horas después.
En X, hashtags como #SismoChileArgentina y #TsunamiAlert reflejaron la rápida reacción de los usuarios, quienes compartieron videos de evacuaciones en Puerto Williams. El sismo, que ocurrió a las 9:58 hora local, se sintió con mayor intensidad en Ushuaia y, en menor medida, en otras localidades de Tierra del Fuego, según el gobierno local argentino. En Chile, el presidente Gabriel Boric anunció en X que se movilizaron “todos los recursos disponibles” para responder a posibles emergencias, enfatizando la evacuación preventiva de la costa de Magallanes.
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La ausencia de daños se atribuye a la profundidad del epicentro y a las estrictas normas de construcción en Chile, un país situado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, conocido por su alta actividad sísmica. El USGS señaló que el temblor fue seguido por réplicas menores, ninguna superior a magnitud 5.0.
Respuesta inmediata de las autoridades
La reacción de las autoridades fue inmediata. El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres de Chile (Senapred) emitió una alerta de tsunami y ordenó evacuar las zonas costeras de Magallanes, incluyendo Punta Arenas y Puerto Williams. La medida afectó a unas 2,000 personas, según estimaciones locales. El SHOA advirtió que las olas podrían impactar bases en la Antártida en menos de una hora, aunque no se reportaron daños en esas instalaciones.
En Argentina, las autoridades de Tierra del Fuego suspendieron la navegación en el Canal Beagle y pidieron a la población mantener la calma. “El sismo se sintió principalmente en Ushuaia, pero no hubo daños materiales ni evacuaciones masivas”, informó el gobierno provincial. Horas después, Senapred rebajó la alerta, permitiendo a los residentes regresar a sus hogares, aunque recomendó evitar las playas. Chile, que ha enfrentado algunos de los terremotos más fuertes de la historia, como el de Valdivia de 1960 con magnitud 9.5, está bien preparado para estos eventos.
El Instituto Nacional de Estadísticas de Chile indica que el 90% de los edificios en zonas de riesgo cumplen con códigos sísmicos modernos, lo que reduce significativamente el impacto de temblores como el de este viernes. En X, los usuarios elogiaron la rápida respuesta de las autoridades, aunque algunos expresaron preocupación por la frecuencia de sismos en la región.
Chile: contexto geológico y antecedentes
El sismo ocurrió en una zona de alta actividad tectónica, donde la placa de Nazca subduce bajo la placa Sudamericana a una velocidad de 7 cm por año, según el USGS. Esta interacción en la Fosa de Atacama genera frecuentes terremotos en Chile, que registra un promedio de dos sismos de magnitud 7 o superior cada dos años, de acuerdo con el Centro Nacional de Sismología de Chile.
Aunque menos destructivo que el terremoto de 2010, que dejó 526 muertos, el evento de hoy recordó a los habitantes la vulnerabilidad del país. La profundidad relativamente superficial del sismo amplificó su percepción en Ushuaia y Magallanes, pero evitó daños estructurales graves. En julio de 2024, otro sismo de magnitud 7.4 golpeó el norte de Chile, cerca de San Pedro de Atacama, sin causar víctimas pero provocando deslizamientos de rocas en carreteras, según el USGS.
La experiencia de eventos previos ha fortalecido los sistemas de alerta temprana en ambos países, permitiendo evacuaciones rápidas como la de hoy. En Argentina, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) monitoreó el evento y descartó riesgos adicionales en Tierra del Fuego tras las primeras evaluaciones.
Reacciones y perspectivas
La ausencia de víctimas y daños graves tras el sismo de 7.4 ha sido un alivio para Chile y Argentina, pero ha reavivado el debate sobre la preparación ante eventos de mayor magnitud. El Centro Nacional de Sismología de Chile señaló que la región de Magallanes, aunque menos poblada, es vulnerable a tsunamis debido a su extensa costa.
En X, los residentes de Punta Arenas compartieron imágenes de evacuaciones ordenadas, mientras que en Ushuaia los turistas publicaron videos del movimiento en hoteles. La rápida disipación de la alerta de tsunami permitió a las comunidades retomar sus actividades, pero las autoridades instaron a permanecer atentos a posibles réplicas.
El evento también destacó la cooperación entre Chile y Argentina en la gestión de desastres. Ambos países comparten protocolos para sismos transfronterizos, coordinados a través de organismos como la Comisión Cascos Blancos de Argentina. Mientras las autoridades continúan evaluando el impacto, este sismo sirve como recordatorio de la fuerza de la naturaleza en una de las regiones más sísmicas del mundo.
