Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de México, Claudia Sheinbaum, acordaron el 23 de julio de 2025 fortalecer la relación comercial entre sus países en medio de tensiones con Estados Unidos. La iniciativa, que busca diversificar el comercio bilateral ante las amenazas de aranceles del presidente Donald Trump, se centra en sectores clave como la industria farmacéutica, agrícola, energética y aeroespacial. Esta alianza estratégica podría redefinir el panorama económico de América Latina, especialmente en un contexto de incertidumbre global y presiones comerciales desde Washington.
Lula y Sheinbaum apuestan por la relación comercial
En una conversación telefónica, Lula y Sheinbaum discutieron la ampliación del acuerdo comercial entre Brasil y México, según anunció el presidente brasileño. Lula destacó el potencial de industrias como la farmacéutica, que exportó 1,200 millones de dólares desde Brasil a México en 2024, según la Cámara de Comercio Brasil-México, así como la producción de etanol, biodiesel, y tecnología aeroespacial. También subrayó la importancia de la educación y la innovación como pilares de cooperación. Para avanzar en estas negociaciones, el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, visitará México los días 27 y 28 de agosto con una delegación de empresarios y ministros.
Por su parte, Sheinbaum, quien asumió la presidencia en octubre de 2024, busca contrarrestar las políticas proteccionistas de Trump, quien anunció aranceles del 30% a productos mexicanos y del 50% a brasileños a partir del 1 de agosto. La mandataria expresó confianza en negociar con EE.UU., pero enfatizó la necesidad de diversificar socios comerciales. En 2024, el comercio bilateral entre México y Brasil alcanzó 12,500 millones de dólares, según el Banco Mundial, y ambos líderes ven espacio para un crecimiento significativo, especialmente en sectores de alto valor agregado.
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Amenazas arancelarias impulsan la relación comercial
La amenaza de aranceles de Trump, que busca renegociar acuerdos comerciales como el T-MEC, ha llevado a Lula y Sheinbaum a fortalecer su alianza. Brasil, que exporta carne, soja y maquinaria a México, podría enfrentar pérdidas de 3,800 millones de dólares anuales por los aranceles, según estimaciones de la Confederación Nacional de la Industria de Brasil. México, por su parte, exporta automóviles, autopartes y productos electrónicos, y teme un impacto económico similar. Lula ha advertido que responderá con medidas recíprocas, mientras Sheinbaum apuesta por el diálogo, pero ambos coinciden en reducir la dependencia de EE.UU., que absorbe el 80% de las exportaciones mexicanas y el 30% de las brasileñas.
Además, la reunión de agosto en México buscará consolidar un acuerdo comercial ampliado, posiblemente integrando a otros países de América Latina como Argentina y Chile. La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) reportó que el comercio intrarregional creció un 5% en 2024, y expertos creen que una alianza México-Brasil podría impulsar esta tendencia. Sectores como la agricultura, donde Brasil es líder en producción de soja y México en aguacates, ofrecen oportunidades para complementar mercados y reducir la vulnerabilidad ante políticas proteccionistas.
Implicaciones de la relación comercial en América Latina
El fortalecimiento de la relación comercial entre México y Brasil también responde a la necesidad de liderazgo regional en un contexto de incertidumbre global. La Organización Mundial del Comercio advirtió que los aranceles de Trump podrían reducir el comercio global en un 2% en 2026, afectando especialmente a economías emergentes. México y Brasil, las dos mayores economías de América Latina, representan el 60% del PIB regional, según el Fondo Monetario Internacional. Su alianza podría fomentar la integración económica y atraer inversiones en tecnología y energías renovables, áreas donde ambos países tienen proyectos ambiciosos.
Pese a todo, las negociaciones enfrentan retos, como las diferencias regulatorias y la competencia en sectores como el automotriz. Sin embargo, la visita de Alckmin y la disposición de ambos gobiernos reflejan un compromiso con la cooperación. Mientras Lula y Sheinbaum buscan blindar sus economías frente a las políticas de Trump, esta alianza podría sentar las bases para un bloque comercial más robusto en América Latina, con impactos que resonarán más allá de sus fronteras.