Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional de Colombia informaron sobre los resultados de una ofensiva contra el Clan del Golfo, que ha tenido un impacto significativo en la organización criminal. En los últimos 20 días, se han realizado varias operaciones que han llevado a la captura de 123 miembros de este grupo, incluidos más de diez cabecillas y 113 sicarios y colaboradores. Además, dos altos miembros del Clan del Golfo fueron abatidos en un enfrentamiento en el municipio de Andes, Antioquia.
La captura de cabecillas del Clan del Golfo
Entre los detenidos se encuentran figuras claves dentro del Clan del Golfo, como alias «Jerónimo», «Boliqueso», «Jaider», «Chaco», «Pipa», «Caja», «Mojón», «Paul», «Ronal» y «Toyota». Estos individuos ocupaban posiciones estratégicas dentro de la organización y estaban involucrados en una variedad de actividades delictivas, incluyendo extorsión, tráfico de armas y enfrentamientos armados con otros grupos criminales.
El operativo fue resultado de una serie de allanamientos realizados por las autoridades en 14 departamentos del país, con especial énfasis en regiones como Antioquia, Magdalena, Córdoba, Bolívar y Urabá, áreas históricamente dominadas por el Clan del Golfo.
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La incautación de armamento y recursos
Los operativos también resultaron en una incautación significativa de armamento y recursos logísticos que pertenecían al Clan del Golfo. En total, se confiscaron 58 armas de fuego, entre ellas 30 fusiles, 6.989 cartuchos, tres granadas de fragmentación, 10 cargadores y otros equipos de comunicación. Asimismo, fueron confiscados tres vehículos, dos motocicletas y más de 30 millones de pesos en efectivo. Este arsenal es prueba del poderío militar de la organización criminal y de la amenaza que representan para la seguridad en Colombia.
Foto: Policía Nacional
Los cabecillas abatidos: alias ‘Barranquilla’ y ‘Mayimbú’
En un enfrentamiento ocurrido en la región de Andes, Antioquia, las fuerzas de seguridad abatieron a dos importantes cabecillas del Clan del Golfo: alias «Barranquilla» y alias «Mayimbú». Ambos formaban parte de la subestructura Edwin Román Velásquez, y se encargaban de coordinar los ataques contra las fuerzas de seguridad en la zona. La muerte de estos individuos es un golpe duro para la organización, que ha perdido a dos de sus principales líderes en la región.
El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el almirante Francisco Cubides, calificó esta acción como una «respuesta desesperada» del Clan del Golfo ante los golpes contundentes que las autoridades han infligido a la organización en los últimos meses. A lo largo de las últimas semanas, las fuerzas de seguridad han intensificado su lucha contra esta estructura criminal, que ha causado un sinfín de víctimas a lo largo del país.
Foto: Policía Nacional
El plan pistola: una estrategia para desestabilizar a las fuerzas de seguridad
Una de las tácticas más controvertidas del Clan del Golfo ha sido la implementación del «plan pistola». Esta estrategia consiste en ofrecer recompensas económicas a quienes logren asesinar a miembros de la fuerza pública. El brigadier general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, explicó que esta estrategia es liderada por alias «Chiquito Malo», quien es considerado el máximo cabecilla de la organización.
«Las órdenes de generar asesinatos a los policías o a los militares vienen de alias Chiquito Malo», comentó Triana, destacando la gravedad de esta táctica y el impacto que tiene en la seguridad pública.
Foto: Ejército
Avances en la investigación de crímenes contra la fuerza pública
Además de las capturas y abatimientos, el operativo ha permitido avanzar en la investigación de varios crímenes cometidos contra la Policía Nacional. En particular, se están analizando los homicidios de los patrulleros Jorge García Mesa y José Luis García, así como los subintendentes Nelson Cárdenas y Deymer Díaz, quienes fueron víctimas del plan pistola impulsado por el Clan del Golfo.
Las autoridades han prometido continuar con la persecución de los responsables de estos crímenes, con el apoyo de grupos especializados y el trabajo conjunto entre las Fuerzas Militares y la Policía Nacional.
