Brasil ha denunciado este miércoles ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) las tarifas “arbitrarias” impuestas por el gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. A menos de diez días del vencimiento del plazo para aplicar aranceles del 50 % a varios productos brasileños, el país sudamericano elevó su voz en Ginebra a través del secretario de asuntos económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Philip Gough.
Durante su intervención, Gough afirmó que las medidas estadounidenses podrían “lanzar la economía mundial a una espiral de precios altos y estancamiento”, y calificó la política comercial de Trump como una maniobra peligrosa para presionar a otras naciones por razones políticas.
Brasil sostiene que las tarifas no solo son injustificadas, sino que violan los principios fundamentales del comercio internacional. En consecuencia, ha exigido ante la OMC que se evalúe el impacto de las acciones del gobierno estadounidense y ha dejado abierta la posibilidad de acudir a todos los medios legales disponibles para defender su economía.
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Brasil denuncia tarifas de EE.UU. como instrumento de presión política
La denuncia brasileña llega en un momento de alta tensión en el panorama político y comercial internacional. Las nuevas amenazas arancelarias del presidente Trump afectan especialmente a productos agrícolas y minerales brasileños, sectores clave en el intercambio bilateral.

Fotografía de archivo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca, Washington (EE.UU.). EFE/EPA/ Chris Kleponis
Según declaraciones recogidas por el portal G1, Philip Gough acusó directamente a Washington de utilizar las tarifas como “una herramienta para intervenir en los asuntos internos de otros países”, en un contexto donde crecen las sospechas sobre posibles negociaciones entre Trump y aliados del expresidente Jair Bolsonaro.
Aunque no se ha confirmado ningún acuerdo directo entre ambos líderes, medios brasileños apuntan a que la presión arancelaria podría tener un trasfondo político: evitar que Bolsonaro enfrente cargos por su rol en los intentos de desestabilización democrática ocurridos en 2023.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha indicado que su país no descarta aplicar medidas recíprocas si Trump continúa por esta vía. Si bien Lula apuesta por el diálogo como primer recurso, advirtió que Brasil está preparado para responder si la vía diplomática no da frutos.
¿Qué implica la denuncia de Brasil ante la OMC?
La Organización Mundial del Comercio es el foro en el que los países miembros resuelven sus disputas comerciales. Que Brasil lleve su queja a este espacio no es menor. La intervención de Gough representa una postura firme de rechazo a lo que consideran un trato desigual por parte de Estados Unidos, especialmente cuando se trata de un país aliado en diversas áreas económicas.
Fotografía de archivo del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. EFE/ Antonio Lacerda
Expertos en comercio internacional señalan que esta acción también podría ser interpretada como un intento de Lula de posicionarse como líder de una política exterior más activa, en contraposición a la línea más alineada con Washington que mantuvo Jair Bolsonaro.
De prosperar la denuncia ante la OMC, Estados Unidos podría verse obligado a justificar formalmente las tarifas impuestas o enfrentarse a sanciones multilaterales si se concluye que violan los acuerdos comerciales. Sin embargo, el proceso podría tomar meses o incluso años, dependiendo de la respuesta de la parte estadounidense y de los recursos legales que ambos países presenten.
Brasil denuncia tarifas de EE.UU. en un contexto de creciente proteccionismo
La ofensiva de Trump contra los productos brasileños se inscribe en una estrategia más amplia de proteccionismo económico que caracterizó su administración. Desde su primer mandato, el presidente impulsó políticas comerciales agresivas, con aumentos arancelarios a socios estratégicos como China, la Unión Europea, Canadá, México y Brasil.
Aunque en muchos casos las medidas fueron justificadas como una defensa de los intereses nacionales, para países como Brasil estas decisiones han tenido efectos negativos en sus exportaciones, empleos e inversiones. La situación actual revive el temor de que un eventual segundo mandato de Trump retome esa línea dura y unilateral en materia de comercio exterior.
Además, la denuncia formal de Brasil se produce mientras otros países latinoamericanos también manifiestan preocupaciones ante el posible retorno de políticas proteccionistas desde Washington. Argentina, Colombia y México han expresado en foros regionales su interés en mantener abiertas las vías de negociación multilateral y rechazar el uso de tarifas como mecanismos de presión política.
Por ahora, la postura brasileña parece firme: buscarán que la OMC actúe como árbitro en esta disputa y, si no hay avances, están dispuestos a responder con medidas similares. Lula, además, ha convocado a una reunión con su gabinete económico para analizar los próximos pasos y evaluar el impacto que estas tarifas podrían tener sobre los sectores productivos del país.
La comunidad internacional observa con atención este nuevo episodio de tensiones entre Brasil y Estados Unidos, un conflicto que no solo pone en juego la relación bilateral, sino también el equilibrio comercial en América Latina.