La muerte de Jeffrey Epstein en 2019 sigue generando controversia, y el último intento del Departamento de Justicia de Estados Unidos por aclarar los hechos ha avivado aún más las sospechas. El pasado 7 de julio de 2025, se publicó un video de 11 horas de la cámara de seguridad frente a la celda de Epstein en el Metropolitan Correctional Center de Nueva York, con el objetivo de respaldar la versión oficial de que el financiero se suicidó. Sin embargo, un análisis forense reveló que el video de Jeffrey Epstein fue editado, lo que ha desatado una oleada de cuestionamientos sobre un posible encubrimiento.
El video, presentado como evidencia clave para confirmar que nadie entró en la celda de Epstein la noche del 9 de agosto de 2019, fue procesado al menos cuatro veces con Adobe Premiere Pro, según metadatos analizados por expertos independientes. Además, se detectó una interrupción de un minuto en la grabación, justo entre las 23:58:58 y las 00:00:00, que las autoridades atribuyen a un fallo en el sistema de cámaras, descrito como obsoleto desde 1999.
“El sistema de vigilancia reinicia automáticamente cada noche, causando una brecha de un minuto”, explicó la fiscal general Pam Bondi en una conferencia de prensa el 8 de julio. Sin embargo, esta explicación no ha convencido a todos, ya que no se ha proporcionado evidencia de que este fallo ocurra diariamente.
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Fallos en el video de Jeffrey Epstein
El análisis del video también expuso problemas graves en el sistema de monitoreo del centro penitenciario. Según un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia de 2023, más de la mitad de las 150 cámaras del Metropolitan Correctional Center estaban inoperativas semanas antes de la muerte de Epstein.
En la noche del incidente, solo dos cámaras funcionaban, y ninguna capturó imágenes del interior o el acceso directo a su celda. Este detalle, sumado a la brecha en el video y la falta de claridad sobre su edición, ha intensificado las teorías de que la muerte de Epstein pudo no ser un suicidio, como afirmó la Oficina del Médico Forense de Nueva York en 2019.
La noche de su muerte, Epstein estaba bajo custodia tras ser acusado de tráfico sexual de menores y explotación de niñas, algunas de tan solo 14 años, en propiedades como su mansión en Manhattan y su isla privada en las Islas Vírgenes. Las acusaciones detallaban una red de abuso que operó entre 2002 y 2005, en la que Epstein pagaba a víctimas para reclutar a otras, creando un esquema piramidal. Aunque su caso involucró a figuras prominentes, el Departamento de Justicia aseguró en un memorando del 7 de julio que no se encontró una “lista de clientes” ni evidencia de chantaje a personas influyentes, lo que ha generado críticas por parte de quienes esperaban revelaciones más contundentes.
Las conexiones de Jeffrey Epstein
El caso de Epstein ha captado la atención pública no solo por la gravedad de sus crímenes, sino también por sus vínculos con figuras como el príncipe Andrés del Reino Unido, quien enfrentó acusaciones de abuso por parte de una de las víctimas, Virginia Giuffre, y llegó a un acuerdo extrajudicial en 2022. Aunque el memorando del Departamento de Justicia descartó investigaciones contra terceros no acusados, la falta de transparencia en el manejo del video ha reavivado las especulaciones sobre un posible encubrimiento para proteger a personas poderosas.

La manipulación del video de Jeffrey Epstein no implica necesariamente un acto deliberado para ocultar la verdad, pero la falta de respuestas claras ha dado combustible a las teorías conspirativas. En redes sociales, usuarios han expresado su frustración, señalando que la edición del video y las fallas técnicas del sistema penitenciario refuerzan las dudas sobre lo ocurrido. “Si el video es tan claro, ¿por qué editarlo?”, cuestionó un usuario en una plataforma social el 10 de julio. Mientras tanto, el FBI y el Departamento de Justicia han insistido en que no hay evidencia que contradiga el veredicto de suicidio, apoyados por un informe de la Oficina del Inspector General que documentó negligencias en la prisión, pero no pruebas de homicidio.
Reacciones al video y el debate público
La publicación del video, lejos de cerrar el caso, ha abierto nuevas preguntas. La fiscal general Bondi defendió la transparencia de su departamento, afirmando que las 10 horas de grabación muestran que nadie entró en el área de la celda de Epstein. Sin embargo, la brecha de un minuto y los metadatos que sugieren edición han generado escepticismo.
Los defensores de Epstein, como el patólogo Michael Baden, contratado por su familia, han señalado que las lesiones en su cuello eran más consistentes con un estrangulamiento que con un suicidio, aunque esta teoría no ha sido respaldada por las autoridades.
A medida que el caso sigue generando titulares, la figura de Epstein permanece como un símbolo de las fallas del sistema judicial y las preguntas sin respuesta sobre el poder y la influencia. Los esfuerzos por aclarar su muerte no han hecho más que profundizar la desconfianza de muchos, quienes siguen exigiendo respuestas claras sobre lo que realmente ocurrió en aquella celda en 2019.