El presidente rechazó el apoyo de seguidores que critican su manejo del caso Epstein. ¿Se divide el Partido Republicano?
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En un giro inesperado, el presidente Donald Trump arremetió contra su propia base, declarando: «¡Ya no quiero su apoyo!» en un mitin en Miami, en respuesta a las crecientes críticas por su manejo de los archivos de Jeffrey Epstein. La negativa de su administración a publicar documentos relacionados con el magnate acusado de tráfico sexual ha desencadenado una rebelión dentro del Partido Republicano, amenazando con fracturar el movimiento MAGA a menos de 18 meses de las elecciones de medio término de 2026.
Una promesa rota que enciende la controversia
Durante su campaña de 2024, Trump prometió divulgar los archivos de Epstein, asegurando transparencia sobre las conexiones del financiero con figuras poderosas. Sin embargo, el Departamento de Justicia, liderado por la fiscal general Pam Bondi, afirmó que no existe una “lista de clientes” ni evidencia de una conspiración más amplia. Trump, en un evento en Florida, calificó el tema como “aburrido” y un “invento de los demócratas”, generando indignación entre sus seguidores, quienes lo acusan de encubrimiento. Una encuesta de Politico (julio 2025) revela que el 70% de los votantes estadounidenses cree que hay un esfuerzo deliberado para ocultar información, y el 60% de los republicanos comparte esta percepción.
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La rebelión de los líderes MAGA
La frustración ha llevado a figuras clave del Partido Republicano a desafiar a Trump. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, exigió al Departamento de Justicia “exponerlo todo” en una carta pública. La congresista Marjorie Taylor Greene, una aliada histórica de Trump, solicitó una revisión privada de los archivos para esclarecer las conexiones de Epstein con élites políticas y empresariales. Otros líderes, como los representantes Tim Burchett y Chip Roy, expresaron su “decepción” con Bondi, quien afirmó que los documentos revisados no contienen pruebas incriminatorias. Esta división interna marca un punto de inflexión para el movimiento MAGA, que durante años se mantuvo unido bajo el liderazgo de Trump.
Obstáculos legales y políticos
La publicación de los archivos enfrenta barreras significativas. Las leyes de privacidad, como la Ley de Libertad de Información (FOIA), restringen la divulgación de documentos que involucren a terceros, según The Hill. Además, el Departamento de Justicia argumenta que los archivos ya publicados—miles de páginas desde 2019—no contienen una “lista de clientes” verificable, lo que limita el alcance de nuevas revelaciones. Los demócratas intentaron forzar un voto en el Congreso para liberar más documentos, pero los republicanos, divididos, bloquearon ambas iniciativas, según Reuters. Esta inacción ha alimentado teorías conspirativas en línea, con el hashtag #EpsteinCoverup trending en redes sociales.
El impacto en la base republicana
La reacción de Trump ha alienado a una parte significativa de su base. Una encuesta de YouGov (julio 2025) indica que el 65% de los votantes republicanos quiere mayor transparencia en el caso Epstein, y el 45% desaprueba la postura de Trump, un aumento del 20% desde mayo. Líderes conservadores en redes sociales han amplificado la furia, con algunos, como el influencer Charlie Kirk, llamando a la negativa de Trump “una traición a la verdad”. Incluso Elon Musk, exaliado de Trump, acusó al presidente de “ocultar información”, intensificando la percepción de un encubrimiento. La base MAGA, que alguna vez fue inquebrantable, ahora muestra grietas visibles, especialmente entre votantes jóvenes y activistas en línea.
Tensiones con aliados y adversarios
La controversia también ha generado roces con aliados internacionales y rivales políticos. Los demócratas, liderados por el senador Chuck Schumer, han acusado a Trump de usar el caso Epstein para desviar la atención de otras crisis, como las recientes redadas migratorias. Schumer propuso un comité bipartidista para revisar los archivos, pero la propuesta fue rechazada por los republicanos en el Senado. Mientras tanto, aliados europeos, como el Reino Unido, han pedido claridad sobre las conexiones de Epstein con figuras internacionales, citando documentos que mencionan al príncipe Andrew.
Un futuro incierto para Trump y el GOP
La negativa de Trump a abordar el caso Epstein de manera transparente amenaza su liderazgo de cara a las elecciones de 2026. Una encuesta de Rasmussen Reports (julio 2025) muestra que el 58% de los votantes republicanos considera que la controversia podría costarle escaños al partido, especialmente en distritos clave. La presión de líderes como Johnson y Greene, combinada con el descontento de la base, pone a Trump en una posición vulnerable. Además, la salida de figuras como el exasesor Steve Bannon, quien criticó la “falta de valentía” de Trump en el caso, agrava la crisis.
La controversia Epstein no muestra signos de desvanecerse. Con miles de páginas de documentos aún bajo revisión y la fiscal Bondi enfrentando escrutinio por su manejo del caso, el Partido Republicano se encuentra en un punto de inflexión. Trump, conocido por su habilidad para navegar las crisis políticas, enfrenta ahora un desafío interno que podría redefinir su legado. ¿Podrá recuperar la confianza de su base o se consolidará la fractura en el GOP? La respuesta podría determinar el futuro político de Estados Unidos.