El enviado especial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Steve Witkoff, regresará a Moscú esta semana para continuar las negociaciones con el gobierno ruso sobre un posible alto al fuego en Ucrania, según anunció el Kremlin el 22 de abril de 2025. Las conversaciones, iniciadas hace más de dos meses, buscan poner fin al conflicto que ha devastado el país europeo desde la invasión rusa de 2022.
Witkoff, quien se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin en San Petersburgo el 11 de abril, abordará aspectos clave como la cesación de ataques a infraestructura energética y posibles concesiones territoriales, según un comunicado del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. La visita ocurre en un momento de creciente frustración en Washington, donde Trump ha instado a Rusia a “moverse rápido” para evitar una escalada.
El Departamento de Estado de Estados Unidos, liderado por el secretario Marco Rubio, confirmó que Witkoff busca avanzar en un marco de paz presentado en París el 17 de abril, que recibió una recepción positiva de aliados europeos, según una declaración oficial.
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Sin embargo, el Kremlin insiste en condiciones como el control de cuatro regiones ucranianas (Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson) y la exclusión de Ucrania de la OTAN, demandas que Kiev considera una capitulación. Peskov señaló: “Rusia está abierta al diálogo, pero cualquier acuerdo debe abordar las causas raíz del conflicto”. Mientras, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, expresó en un discurso el 20 de abril que un alto al fuego sin garantías de seguridad sería “peligroso para Ucrania”, subrayando la necesidad de incluir a Kiev en las negociaciones.
Ucrania y Rusia: Avances y tensiones en las negociaciones
Las negociaciones han mostrado avances limitados, como un acuerdo para pausar ataques a instalaciones energéticas, aunque ambas partes se acusan de violarlo, según el Ministerio de Defensa ruso y el gobierno ucraniano. Witkoff, un empresario cercano a Trump sin experiencia diplomática previa, ha sido criticado por Zelenskyy, quien el 17 de abril lo acusó de “repetir narrativas rusas”.
A pesar de ello, el enviado ha mantenido un rol central, reuniéndose tres veces con Putin desde febrero, según el Departamento de Estado. Rubio, en una conferencia en Bruselas el 4 de abril, advirtió que Estados Unidos no prolongará las negociaciones indefinidamente: “Sabremos en semanas si Rusia está comprometida con la paz”.
Las negociaciones han generado preocupación entre los aliados de la OTAN, que temen que Trump priorice un acercamiento con Moscú en detrimento de Ucrania. El presidente francés, Emmanuel Macron, destacó el 17 de abril en París la importancia de un “diálogo estratégico” que incluya a Ucrania y Europa. Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, afirmó que varios países, incluidos Reino Unido y Francia, están dispuestos a enviar fuerzas de paz si se alcanza un acuerdo, según un comunicado del 13 de marzo. En Ucrania, la población muestra cansancio tras tres años de guerra, con manifestaciones en Kiev exigiendo claridad sobre las negociaciones, según el Ministerio del Interior ucraniano.
El rol de Witkoff y los desafíos
Steve Witkoff ha emergido como una figura clave, aunque polémica. Su propuesta de ceder las cuatro regiones ocupadas por Rusia, expresada en una entrevista el 21 de marzo, provocó críticas de republicanos en el Congreso de Estados Unidos y del gobierno ucraniano.
El asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, defendió la estrategia el 11 de abril, afirmando que “discutir territorio es una realidad práctica”. Sin embargo, Zelenskyy insiste en que la soberanía ucraniana no es negociable, según un discurso del 19 de abril. La visita de Witkoff a Moscú también incluye discusiones sobre inversiones conjuntas en minerales raros y el Ártico, lo que refleja los intereses económicos de Trump en mejorar las relaciones con Rusia, según el Kremlin.
El conflicto sigue activo, con ataques rusos en Kharkiv y Sumy el 18 de abril dejando al menos dos muertos y 100 heridos, según el Ministerio de Defensa ucraniano. Rusia, que controla cerca del 20% del territorio ucraniano, mantiene una postura de fuerza en las negociaciones, según Peskov.
Trump, en un mensaje en Truth Social el 11 de abril, expresó impaciencia: “Demasiadas personas están muriendo en una guerra sin sentido”. La presión por un acuerdo crece, pero las diferencias entre las demandas rusas y las expectativas ucranianas complican el panorama. Las próximas reuniones en Londres, previstas para la próxima semana, incluirán a funcionarios estadounidenses, ucranianos y europeos, según el Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
Perspectivas y próximos cuestiones
Trump ha amenazado con abandonar las tratativas si no hay avances pronto, una postura reiterada por Rubio en París. Zelenskyy, por su parte, busca garantías de seguridad, como un fondo de inversión conjunto con Estados Unidos, firmado el 18 de abril, según la ministra de Economía ucraniana, Yulia Svyrydenko. Este memorando, que no incluye compromisos de devolución de ayuda militar, es visto como un intento de fortalecer la posición de Ucrania. Mientras, Rusia insiste en un acuerdo que limite el ejército ucraniano y levante sanciones, según el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov. La comunidad internacional observa con atención, con Turquía ofreciéndose como mediador, según el presidente Recep Tayyip Erdoğan el 5 de abril.
La visita de Witkoff a Moscú marca un nuevo capítulo en los esfuerzos de Trump por resolver el conflicto, pero el éxito dependerá de la voluntad de Rusia de ceder en sus demandas y de la inclusión de Ucrania en las decisiones finales. Los ucranianos, agotados por la guerra, esperan un alto al fuego que no comprometa su soberanía, mientras los aliados europeos refuerzan su apoyo con sanciones y promesas de asistencia militar, según la Unión Europea. Con el frente de batalla aún activo y las negociaciones en curso, el futuro de Ucrania sigue en juego.