El presidente Donald Trump volvió a arremeter contra la Reserva Federal, exigiendo una reducción inmediata en las tasas de interés para impulsar la economía estadounidense. En un discurso pronunciado este viernes desde la Casa Blanca, Trump criticó la política monetaria actual, calificándola de «restrictiva» y asegurando que está frenando el crecimiento del país. Este nuevo enfrentamiento entre el mandatario y el banco central marca otro capítulo en una relación tensa que ha definido gran parte de su mandato desde su regreso al poder en enero de 2025.
Trump argumentó que las tasas de interés, actualmente en un rango de 4,25% a 4,5%, son demasiado altas para un momento en que la inflación ha mostrado signos de desaceleración. «La Reserva Federal tiene que actuar rápido y bajar las tasas. Estamos perdiendo competitividad frente a China y Europa», afirmó el presidente, visiblemente frustrado. Sus declaraciones llegan en un contexto de incertidumbre económica global, con el dólar fortalecido y los mercados atentos a las próximas decisiones del banco central, liderado por Jerome Powell.
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Trump y la Reserva Federal: Una vieja disputa
La presión de Trump sobre la Reserva Federal no es nueva. Durante su primer mandato (2017-2021), el presidente ya había cuestionado repetidamente la independencia del banco central, acusándolo de mantener tasas elevadas que, según él, obstaculizaban sus planes de crecimiento económico. Ahora, en su segundo periodo, Trump ha intensificado su retórica, sugiriendo incluso que Powell debería ser reemplazado si no cumple con sus demandas. «Necesitamos a alguien que entienda cómo ganar», dijo, aunque la destitución del presidente de la Fed está fuera de sus facultades legales.
La respuesta de la Reserva Federal ha sido mesurada. En una declaración emitida tras su última reunión en marzo, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) señaló que las tasas actuales son «apropiadas» para mantener la inflación bajo control, que se situó en 2,1% en el último trimestre, cerca del objetivo del 2%. Sin embargo, Powell dejó abierta la posibilidad de ajustes futuros, dependiendo de los datos económicos, lo que podría interpretarse como una pequeña concesión a las demandas de Trump.
Reserva Federal enfrenta presiones económicas y políticas
El enfrentamiento entre Trump y la Reserva Federal ocurre en un momento crítico. La economía estadounidense creció un 2,8% en el primer trimestre de 2025, según el Departamento de Comercio, pero las señales de desaceleración en sectores como la manufactura y el empleo han generado preocupación. Trump insiste en que tasas más bajas estimularían la inversión y el consumo, especialmente en industrias clave como la construcción y la energía, dos pilares de su agenda «America First».
En el ámbito internacional, la fortaleza del dólar ha complicado las exportaciones estadounidenses, un punto que Trump resaltó en su discurso. «Nuestros agricultores y fabricantes están sufriendo por un dólar caro, y la Reserva Federal no hace nada», afirmó. Economistas del Tesoro han advertido que una reducción drástica de tasas podría reavivar la inflación, un riesgo que el banco central parece decidido a evitar, al menos por ahora.
El impacto en los mercados y la respuesta global
Las declaraciones de Trump ya han generado reacciones en Wall Street. Este viernes, el índice Dow Jones cayó un 1,2% tras sus comentarios, reflejando la incertidumbre sobre el rumbo de la política monetaria. Mientras tanto, en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo sus tasas en 3,5%, una decisión que podría ampliar la brecha con Estados Unidos si la Reserva Federal cede a las presiones del presidente. En Asia, China observa de cerca, con su banco central ajustando el yuan para mantener su competitividad.
El próximo movimiento está en manos de la Reserva Federal, que se reunirá nuevamente en mayo. Analistas anticipan que Powell mantendrá su postura independiente, pero la insistencia de Trump podría forzar un debate más amplio sobre el rol del banco central en la economía moderna. Por ahora, el presidente no parece dispuesto a retroceder, y su enfrentamiento con la Reserva Federal promete mantener a los mercados en vilo en las próximas semanas.