El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, han fortalecido su colaboración en materia de políticas migratorias y penitenciarias. Durante una reunión en la Casa Blanca, Trump solicitó a Bukele la construcción de más megacárceles en El Salvador para albergar a inmigrantes indocumentados considerados peligrosos. Esta petición se enmarca en un acuerdo más amplio que incluye la deportación de criminales y la recepción de deportados de diversas nacionalidades.
Colaboración en políticas migratorias y penitenciarias
Trump expresó su interés en que El Salvador construya más megacárceles, similares al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), inaugurado en 2023 con capacidad para 40,000 reclusos. Este centro ha sido elogiado por su enfoque en la detención de pandilleros, aunque también ha sido objeto de críticas por presuntos abusos a los derechos humanos.
Además, Trump y Bukele discutieron la posibilidad de que El Salvador albergue a delincuentes estadounidenses, incluyendo aquellos con ciudadanía o residencia legal en Estados Unidos. Esta propuesta ha generado preocupación debido a las implicaciones legales y a las críticas de organizaciones de derechos humanos.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (i), recibe a su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, este 14 de abril de 2025, en la Casa Blanca, en Washington. EFE/Shawn Thew
Deportación de inmigrantes y recepción de deportados internacionales
En febrero de 2025, El Salvador aceptó recibir en sus cárceles a inmigrantes indocumentados que cometan crímenes en Estados Unidos, independientemente de su nacionalidad. Esta medida busca facilitar la deportación de miembros de pandillas como la MS-13 y el Tren de Aragua, así como de otros criminales considerados peligrosos.
Caso de Kilmar Ábrego García: tensiones legales
Un punto álgido en esta colaboración es el caso de Kilmar Armando Ábrego García, un migrante salvadoreño deportado erróneamente a El Salvador desde Estados Unidos. A pesar de una orden judicial que ordenaba su repatriación, las autoridades de El Salvador, respaldadas por Trump, han rechazado su retorno. Este incidente ha generado tensiones diplomáticas y ha puesto de relieve las complejidades legales de tales acuerdos.
Reacciones y críticas
La colaboración entre Trump y Bukele ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y expertos legales. Se cuestiona la legalidad de ciertas medidas, como la deportación de ciudadanos estadounidenses y el trato a los reclusos en las cárceles salvadoreñas. Además, hay preocupaciones sobre el respeto al debido proceso y a los derechos fundamentales de los migrantes y reclusos afectados.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión con su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele (fuera de cuadro), este 14 de abril de 2025, en la Casa Blanca, en Washington. EFE/Ken Cedeno/Pool