Trump corta fondos a Harvard y desata una tormenta política
La Universidad de Harvard dejará de recibir nuevos fondos federales por orden del gobierno de Donald Trump, en una medida que intensifica la guerra entre la Casa Blanca y una de las instituciones académicas más influyentes del país. Así lo confirmó este lunes la secretaria de Educación, Linda McMahon, quien aseguró que la universidad “ha fallado en sus responsabilidades legales, fiscales y éticas”.
La decisión surge tras semanas de tensión entre el Ejecutivo y varias universidades, a las que se acusa de permitir actos de antisemitismo en sus campus. La medida ya ha generado reacciones entre legisladores, organizaciones académicas y defensores de la libertad de expresión.
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Carta oficial de la Casa Blanca a Harvard
En una carta enviada al rector de Harvard, la secretaria McMahon, exdirectiva de la WWE y actual funcionaria del gobierno republicano, afirmó que la universidad “no debería volver a solicitar subvenciones al gobierno federal, ya que no se le concederán”. Según la misiva, Harvard ha incumplido normas de transparencia, estándares académicos y ha permitido actos considerados como “hostiles contra estudiantes judíos”.
Esta decisión afecta directamente al acceso a nuevas becas, fondos de investigación y programas académicos financiados por el Estado. Solo en abril se congelaron 2.200 millones de dólares destinados a la institución, parte de un paquete total de 9.000 millones actualmente bajo revisión.
El trasfondo: acusaciones de antisemitismo y protestas por Gaza
Desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, las tensiones en los campus universitarios de Estados Unidos han aumentado. Estudiantes de Harvard y otras universidades han organizado protestas contra la ofensiva israelí en Gaza. Para la administración Trump, muchas de estas manifestaciones representan un apoyo encubierto a Hamás y constituyen “ambientes inseguros para estudiantes judíos”.
“Estas universidades no están cumpliendo con su deber de proteger a todos sus estudiantes por igual. No se les puede seguir premiando con dinero público”, declaró Trump en una conferencia reciente desde la Casa Blanca.
Harvard responde: “Un ataque a la libertad académica”
En un comunicado emitido tras conocerse la decisión federal, Harvard defendió su postura institucional. La universidad afirma que ha tomado medidas disciplinarias ante cualquier incidente de antisemitismo y que “la diversidad de pensamiento y expresión es parte esencial de una comunidad universitaria libre y abierta”.
“Esta decisión no solo perjudica a Harvard, sino al ecosistema educativo de Estados Unidos”, indicó la rectora interina, Meredith Weill. También advirtió que la universidad recurrirá a los tribunales para impugnar lo que considera un uso político del Departamento de Educación.
Estudiantes extranjeros, en la mira del gobierno
Otra de las acciones del Ejecutivo ha sido la cancelación de visados para estudiantes extranjeros involucrados en protestas propalestinas. La administración Trump afirma que existen pruebas de vínculos entre algunos grupos estudiantiles y organizaciones como Hamás, lo cual ha servido de base para justificar la revocación de permisos de estudio y órdenes de deportación.
El impacto ya se siente: más de 400 estudiantes han sido notificados sobre revisiones migratorias y varias universidades, incluidas Yale y Columbia, han solicitado reuniones urgentes con el Departamento de Estado.
Una dotación millonaria, pero en riesgo
A pesar de su enorme dotación financiera —valorada en más de 53.000 millones de dólares en 2024—, Harvard depende en gran parte de fondos federales para sostener su producción científica y programas de asistencia. Expertos advierten que la exclusión de estas ayudas podría tener efectos duraderos no solo en Harvard, sino en otras universidades que teman represalias similares.
El debate sobre la autonomía universitaria, la libertad de expresión y el rol del Estado en la educación superior ha vuelto al centro del escenario político estadounidense en plena campaña por la reelección de Trump. La medida contra Harvard marca un precedente inédito en la historia reciente del país.
