El gobierno de Donald Trump ha comenzado a expandir su enfoque sobre el terrorismo nacional, buscando nuevas formas de combatir lo que describe como un aumento en los ataques contra vehículos Tesla. Según los informes, estos ataques incluyen disparos e incendios a los autos eléctricos de la marca como protesta contra el papel de Elon Musk en los recortes de empleo en el gobierno de Estados Unidos. Este enfoque se da en un contexto de creciente polarización política y creciente agresión hacia el multimillonario CEO de Tesla.
El auge del vandalismo contra los vehículos Tesla y la definición de terrorismo
El vandalismo contra los vehículos de Tesla ha aumentado en diversas partes del país, especialmente en regiones como el Noroeste del Pacífico y el Noreste de EE. UU. Además de los ataques documentados, las redes sociales han sido inundadas con publicaciones que muestran el descontento contra la figura de Elon Musk. Estos incidentes, que incluyen desde el daño de los vehículos hasta el uso de cócteles molotov, han suscitado una respuesta del gobierno bajo la figura del presidente Trump, quien intenta ampliar la definición de «terrorismo nacional» para encuadrar estos actos dentro de esa categoría.
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Bajo el liderazgo de Merrick Garland, Secretario de Justicia, el Departamento de Justicia de EE. UU. ha adoptado una nueva estrategia para combatir el terrorismo interno. La reciente ola de ataques violentos por parte de grupos radicales y nacionalistas ha dado lugar a una revalorización de qué tipo de actos deben considerarse terroristas, ampliando la definición tradicional para incluir aquellos que buscan afectar o destruir propiedades como una forma de protesta política.
Fotografía de una persona protestando con un cartel frente a un concesionario de automóviles Tesla en Manhattan (EE.UU.). EFE/ Ángel Colmenares
La respuesta del gobierno ante el vandalismo contra Tesla
A pesar de que tradicionalmente el vandalismo no ha sido considerado terrorismo, el gobierno de Trump ha decidido tratar los ataques a Tesla como una forma de terrorismo interno. La procuradora general Pam Bondi calificó estos ataques como “nada menos que terrorismo interno”, sugiriendo que aquellos que organizan y financian estos actos serán severamente castigados. Sin embargo, hasta el momento, no hay pruebas claras sobre si estos ataques están siendo coordinados por algún grupo o fuerza externa.
Los ataques más recientes incluyen un incidente en Las Vegas, donde varios Tesla fueron disparados e incendiados en un centro de reparación, lo que, según las autoridades locales, fue un “ataque dirigido”. A raíz de este suceso, el FBI y otros cuerpos de seguridad se han involucrado en la investigación, utilizando los recursos del grupo de trabajo conjunto contra el terrorismo para rastrear a los responsables.
El uso de la palabra «terrorismo» para describir ataques contra vehículos
El uso del término «terrorismo» para referirse a actos de vandalismo ha sido controversial. Daniel Byman, director del Programa de Guerra, Amenazas Irregulares y Terrorismo del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, señaló que los actos de vandalismo rara vez son etiquetados como terrorismo, incluso si están motivados por razones políticas. Según Byman, estos ataques parecen no estar diseñados para causar daño a las personas, sino más bien para destruir propiedades.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (d), habla frente a un grupo de vehículos Tesla con el director ejecutivo de Tesla y asesor principal del presidente de Estados Unidos, Elon Musk (i), en una fotografía de archivo. EFE/EPA/Samuel Corum
¿Quién está detrás de los ataques a Tesla?
El presidente Donald Trump y Elon Musk han señalado que estos ataques podrían ser parte de una campaña organizada. Trump, durante una entrevista en Fox News, sugirió sin pruebas que los atacantes podrían estar siendo financiados por personas “muy politizadas de izquierda”. Musk también compartió su preocupación por una posible coordinación detrás de los ataques, aunque no ofreció detalles específicos.
Por el momento, no hay pruebas de que estos actos sean parte de una conspiración organizada, pero los incidentes, como los ataques con cócteles molotov y la destrucción de vehículos, son claramente ilegales. Muchos de los expertos consideran que estos ataques son, en gran medida, una reacción a las políticas de Musk, sobre todo las relacionadas con sus intentos de reducir el tamaño del gobierno federal y otros movimientos que podrían estar viendo como una amenaza a ciertos intereses.