Este jueves 10 de abril, un helicóptero se estrelló en el río Hudson, entre Manhattan y la costa de Nueva Jersey, dejando al menos cinco muertos, según confirmaron fuentes oficiales del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). El accidente ocurrió cerca de las 3:17 p.m., hora local, cuando el aparato, identificado por la Administración Federal de Aviación (FAA) como un Bell 206, perdió el control y se precipitó al agua en un impacto devastador. Las autoridades han descrito la escena como caótica, con equipos de emergencia desplegados rápidamente para responder al siniestro.
El helicóptero transportaba a seis personas, incluyendo un piloto y cinco pasajeros, quienes serían una familia de turistas provenientes de España, según informó la Guardia Costera de Estados Unidos. Testigos presenciales relataron haber visto al aparato desintegrarse en el aire antes de caer al río Hudson, con piezas como el rotor principal desprendidas durante el descenso. «Escuché un ruido fuerte, como un estallido, y luego vi cómo caía en picada», dijo Eric Campoverde, un transeúnte que caminaba cerca de Pier 40 al momento del incidente.
El Departamento de Bomberos de Nueva York (NYFD) recibió la primera alerta a las 3:17 p.m. y envió de inmediato unidades de rescate marítimo al lugar. Cuando los equipos llegaron, encontraron el helicóptero invertido en el agua, a una profundidad de aproximadamente 15 metros, más cerca del lado de Jersey City. A pesar de los esfuerzos, las autoridades confirmaron que no hubo sobrevivientes. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, expresó su consternación en redes sociales: «Estamos en el lugar de este trágico accidente en el río Hudson. Pedimos a la población evitar la zona cerca de Pier 40».
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Río Hudson: Un Escenario de Rescate Intenso
La operación de rescate involucró a múltiples agencias, incluyendo la Policía de Nueva York, el NYFD y la Guardia Costera, que estableció una zona de seguridad para detener el tráfico de embarcaciones en el área. Imágenes captadas desde el aire mostraron botes de emergencia rodeando los restos del helicóptero, mientras un equipo de buzos trabajaba para recuperar los cuerpos y los escombros. La FAA y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) anunciaron que liderarán la investigación para determinar las causas del accidente.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, también se pronunció sobre el hecho, destacando la colaboración entre los estados para asistir en la emergencia. «He sido informado por las fuerzas del orden sobre este trágico incidente en el río Hudson. Estamos apoyando con la policía estatal y el Puerto de Nueva York y Nueva Jersey», afirmó. El lugar del accidente, cerca del Túnel Holland, generó preocupación por la proximidad a una vía clave, aunque no se reportaron daños en la infraestructura.
El helicóptero había despegado minutos antes desde un helipuerto en Manhattan y llevaba unos 15 minutos en el aire, según datos preliminares de la FAA. Se presume que se trataba de un vuelo turístico, una actividad común en la zona, donde los cielos de Nueva York están frecuentemente llenos de helicópteros que ofrecen vistas panorámicas de la ciudad.
Río Hudson y su historial de incidentes aéreos
El río Hudson no es ajeno a este tipo de tragedias. En 2009, una colisión entre un helicóptero turístico y una avioneta dejó nueve muertos en el mismo corredor aéreo. Más recientemente, en 2018, otro helicóptero cayó en el East River, cobrando cinco vidas. Estos incidentes han reavivado el debate sobre la seguridad de los vuelos turísticos en una de las áreas más transitadas del mundo. La congresista Grace Meng expresó su pesar: «Los accidentes aéreos se están volviendo demasiado comunes. Mi corazón está con las víctimas y sus familias».
El clima en Nueva York este jueves era estable, con temperaturas alrededor de los 10°C y aguas del río a unos 50°F (10°C), lo que descarta inicialmente factores meteorológicos como causa del siniestro. Sin embargo, testigos como Avi Rakesh reportaron que una de las aspas del helicóptero se desprendió antes del impacto, sugiriendo un posible fallo mecánico. La NTSB ya ha desplegado un equipo para analizar los restos y determinar qué llevó a esta tragedia.
Mientras las autoridades continúan con las labores de recuperación, la ciudad permanece conmocionada. El alcalde Adams tiene previsto visitar Pier 40 para supervisar la respuesta y ofrecer más detalles a la ciudadanía. Por ahora, el accidente en el río Hudson deja un saldo doloroso y preguntas abiertas sobre la seguridad aérea en Nueva York.