Las devastadoras inundaciones del 4 de julio en Texas, que dejaron al menos 132 muertos, han complicado las labores de búsqueda de 101 personas aún desaparecidas, según el gobernador Greg Abbott. Por lo tanto, los equipos de rescate en el condado de Kerr, especialmente en Kerrville, reanudaron operaciones el lunes, aunque las lluvias previstas han generado pausas por seguridad. En consecuencia, las autoridades planean drenar embalses para localizar víctimas, mientras enfrentan críticas por la falta de alertas previas. Sin embargo, la región de Hill Country, conocida como “Flash Flood Alley”, sigue bajo amenaza de nuevas inundaciones, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Reducción en el número de desaparecidos
El lunes, las autoridades reportaron 101 desaparecidos, 97 en Kerrville y cuatro en condados vecinos, una disminución significativa desde los 161 reportados inicialmente en Kerr, según Abbott. Por su parte, el gobernador señaló que la cifra exacta es difícil de precisar debido a la presencia de campistas y turistas. En consecuencia, las autoridades han identificado a residentes registrados en campamentos como Camp Mystic, pero desconocen cuántos visitantes estaban en remolques arrastrados por el río Guadalupe. Además, el juez del condado Kerr, Rob Kelly, informó que un remolque fue hallado cubierto de grava a 8.2 metros bajo el agua, según equipos de sonar.
Labores de búsqueda obstaculizadas
Las operaciones de búsqueda, lideradas por FEMA y equipos locales, se reanudaron parcialmente el lunes, pero la lluvia obligó a suspenderlas en áreas como Ingram, según Levi Bizzell, del Departamento de Bomberos Voluntarios. Por lo tanto, el condado Kerr instó a los voluntarios a trasladarse a terrenos altos, permitiendo solo equipos autorizados. En consecuencia, grupos como Lone Star Search and Recovery se enfocaron en limpiar escombros en vecindarios afectados.
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Funcionarios locales enfrentan escrutinio por la aparente falta de advertencias antes de la inundación del 4 de julio, cuando el río Guadalupe creció 8 metros en 45 minutos, según el Servicio Meteorológico Nacional. Por su parte, la ciudad de Kerrville emitió alertas telefónicas y visitas puerta a puerta el domingo, pero algunos residentes no recibieron notificaciones a tiempo. En consecuencia, el comisionado Rich Paces denunció amenazas de muerte, mientras que Brenda Hughes, del Consejo Municipal, pidió más seguridad. Además, un intento fallido en 2017 para financiar un sistema de alertas con FEMA resurgió en el debate, según registros públicos.
Impacto en Camp Mystic
Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas en Hunt, perdió al menos 27 campistas y guías, con cinco niñas y un consejero aún desaparecidos, según el sheriff Leitha. Por lo tanto, la tragedia, que destruyó cabañas y dejó escombros como mantas y juguetes, ha generado conmoción. En consecuencia, la decisión de no evacuar a tiempo, tomada por el director Richard Eastland, quien murió en el desastre, está bajo investigación, según su familia. Sin embargo, el campamento, ubicado en una zona de alto riesgo, no estaba plenamente cubierto por el mapa de inundaciones de FEMA, según la Associated Press.
Nuevas lluvias y medidas de emergencia
El Servicio Meteorológico Nacional reportó hasta 11 centímetros de lluvia en el suroeste de Kerr el lunes, con el río Guadalupe subiendo a 3 metros en Hunt, generando inundaciones menores. Por su parte, se espera que el río crezca 61 centímetros más, según pronósticos. Además, el presidente Trump aprobó una declaración de desastre, y se espera su visita el viernes para anunciar más ayuda federal, según la Casa Blanca.