Tesla irá a juicio por la muerte de una joven de 20 años en Florida, luego de que el sistema de piloto automático de un Model S no detectara una camioneta estacionada en una intersección. El juicio, que comienza este lunes en un tribunal federal de Miami, busca determinar si la compañía de Elon Musk tiene responsabilidad parcial por el accidente ocurrido en 2019.
Este será uno de los pocos casos relacionados con accidentes mortales que llega a juicio, ya que la mayoría ha sido resuelta con acuerdos confidenciales. Sin embargo, este proceso podría sentar un precedente sobre la seguridad del sistema Autopilot y su posible responsabilidad en situaciones críticas.
Tesla irá a juicio por supuesto fallo de su piloto automático
El accidente tuvo lugar en Cayo Largo, Florida, cuando George McGee, conductor del Tesla Model S, activó el piloto automático y luego desvió la mirada para recoger su teléfono móvil caído. El vehículo cruzó una intersección en T, subió a una acera y chocó contra una Chevrolet Tahoe estacionada. Dos personas que estaban fuera de esa SUV resultaron heridas, y una joven identificada como Naibel Benavides León, de 20 años, murió en el acto.
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El modelo Tesla S tuvo un desperfecto y provocó la muerte de una persona. Foto de archivo: X/@DrBicentenario
La familia de la víctima, así como otro de los heridos, demandaron a Tesla por homicidio culposo, gastos médicos y daños punitivos. Aseguran que la empresa mostró una “imprudente indiferencia por la vida humana” al comercializar una tecnología que, según ellos, no era tan confiable como se anunciaba.
Tesla ha respondido que el accidente no fue causado por una falla de su sistema, sino por la distracción del conductor. En un comunicado enviado a medios, la compañía declaró que McGee “asumió la responsabilidad de sus acciones”, ya que pisó el acelerador mientras buscaba su celular y anuló el control del vehículo.
Tesla enfrenta presión por su tecnología
Este caso se suma a otros juicios recientes que han cuestionado la seguridad del piloto automático de Tesla. Aunque la compañía ha salido airosa en procesos anteriores —incluyendo dos en California donde los jurados encontraron culpabilidad del conductor y no del sistema—, esta vez el proceso plantea interrogantes más complejos.
Michael Brooks, director ejecutivo del Centro para la Seguridad Automotriz, comentó que este juicio es “el primero en explorar legalmente si un defecto de diseño en Autopilot podría provocar que el vehículo no detecte obstáculos como el final de una calzada”.
Además de este caso en Florida, Tesla enfrentará otros tres juicios por accidentes mortales en los próximos meses en California, y uno más en Houston, donde cinco policías resultaron gravemente heridos después de que un Tesla, con el piloto automático activado, chocara contra una patrulla estacionada a más de 110 km/h.
Testigos clave y polémicas acumuladas
Entre los testigos del juicio en Miami se encuentran ingenieros de Tesla, expertos en seguridad vial, y el propio conductor del vehículo, George McGee. La defensa de McGee argumentará que dependía excesivamente del piloto automático debido a que Tesla no advierte adecuadamente sobre sus limitaciones.

Fotografía de archivo de vehículos Tesla que reciben carga. EFE/John G. Mabanglo
Una de las expertas citadas es Mary “Missy” Cummings, profesora de la Universidad George Mason y crítica de los sistemas de conducción autónoma de Tesla. En 2021, cuando fue nombrada asesora de seguridad en la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), Elon Musk la acusó públicamente de tener prejuicios contra su compañía.
Los abogados de los demandantes también alegan que Tesla exageró las capacidades de su sistema en la publicidad, lo que llevó a muchos conductores a confiar más de la cuenta en una tecnología que aún requiere supervisión constante.
¿Podría Tesla perder su buena racha judicial?
En un fallo previo, la jueza federal Beth Bloom desestimó partes de la demanda, incluyendo las que acusaban a Tesla de defectos de fabricación y de tergiversación negligente. Aun así, el juicio avanza por las acusaciones más relevantes: el diseño del sistema Autopilot y la falta de advertencias claras.
Aunque la empresa ha ganado la mayoría de los casos relacionados con su tecnología, un veredicto desfavorable podría ser interpretado como un golpe a la credibilidad de Musk, quien ha apostado el futuro de Tesla a la conducción autónoma y al próximo lanzamiento de su robotaxi.
Tesla también enfrenta dificultades externas: caída en el valor de sus acciones, tensión con accionistas tras el acercamiento político de Musk al presidente Donald Trump, y el escándalo por el uso de inteligencia artificial Grok en el Pentágono.