El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) continúa con su misión de reducir el gasto federal, un objetivo clave desde su creación. Como parte de sus esfuerzos, el DOGE ha implementado una política que busca eliminar miles de tarjetas de crédito federales que, según las autoridades, están siendo mal utilizadas o no utilizadas en absoluto. Esta medida es solo una de las muchas estrategias que la administración de Elon Musk busca implementar para aumentar la eficiencia en el uso de recursos gubernamentales.
¿Qué son las tarjetas de crédito federales y cómo funcionan?
Las tarjetas de crédito federales son otorgadas a empleados públicos con el fin de facilitar diversas compras relacionadas con el desempeño de sus funciones dentro de las agencias federales. Estas tarjetas permiten realizar pagos de manera rápida y directa para cubrir gastos operativos, viajes de trabajo, compras logísticas, entre otros. De acuerdo con estimaciones, existen alrededor de 5 millones de estas tarjetas en manos de empleados del sector público.
Aunque la mayoría de las tarjetas se utilizan para fines legítimos, el Departamento de Eficiencia Gubernamental ha señalado que un número considerable de ellas no se usan o tienen un uso injustificado. Esto ha llevado a la toma de medidas por parte de la administración para reducir el gasto y mejorar la eficiencia operativa dentro del gobierno federal.
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Foto: Pixabay
¿Qué tarjetas serán eliminadas por el DOGE?
El DOGE ha identificado una serie de tarjetas que serán dadas de baja en el marco de su plan de reducción de gasto federal. Las tarjetas de crédito federales que serán eliminadas incluyen aquellas que no cumplan con ciertos criterios establecidos por la agencia. A continuación, detallamos las condiciones bajo las cuales las tarjetas serán desactivadas:
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Tarjetas inactivas o con gastos no justificados: Se eliminarán las tarjetas que no presenten justificativos claros de los gastos realizados o que hayan permanecido inactivas durante un largo período de tiempo.
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Tarjetas duplicadas: Si una agencia tiene más de una tarjeta sin una razón válida, estas tarjetas serán eliminadas.
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Tarjetas sin reportes de gastos: Las tarjetas cuyos gastos no sean reportados o registrados de manera adecuada serán desactivadas.
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Tarjetas de ex-empleados públicos: Se eliminarán aquellas tarjetas asignadas a empleados que ya no forman parte de las agencias federales.
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Tarjetas que no cumplan con los nuevos estándares de eficiencia operativa: El DOGE implementará nuevos estándares para asegurar que las tarjetas de crédito federales se utilicen solo cuando sea necesario y de manera eficiente.
¿Cuántas tarjetas de crédito federales han sido eliminadas hasta ahora?
El proceso de eliminación de tarjetas de crédito federales comenzó en marzo de 2025. Para ese mes, el DOGE ya había desactivado más de 200,000 tarjetas de crédito federales. A medida que la iniciativa se expande a más agencias gubernamentales, se estima que alrededor del 10% de las tarjetas federales ya han sido dadas de baja.
Aunque esta medida es significativa a nivel nacional, aún 4.6 millones de tarjetas de crédito federales siguen activas. De acuerdo con los datos oficiales, esto genera un gasto anual de más de 40 mil millones de dólares, una cifra considerable que el gobierno busca reducir con esta iniciativa.
Fotografía de archivo de Elon Musk (C), del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos (DOGE), en el Capitolio estadounidense. EFE/EPA/Jim Lo Scalzo
Impacto de la eliminación de tarjetas de crédito federales en el gasto público
La decisión de eliminar las tarjetas de crédito federales es parte de un esfuerzo más amplio por parte del DOGE para reducir el gasto innecesario en el gobierno y aumentar la transparencia y la rendición de cuentas. Esta política se espera que tenga un impacto significativo en el presupuesto federal, ya que, como mencionamos anteriormente, los pagos realizados con tarjetas federales generan un gasto anual de más de 40 mil millones de dólares.
El objetivo principal de esta política es asegurar que solo se mantengan activas las tarjetas que sean necesarias para el funcionamiento de las agencias federales, eliminando aquellas que no se usan o que están siendo mal administradas.
Además, la eliminación de tarjetas inactivas o no justificadas puede aumentar la eficiencia operativa dentro del gobierno, ya que reducirá la burocracia relacionada con el seguimiento y la administración de estos pagos.