Bryan Kohberger, el hombre que confesó el brutal asesinato de cuatro estudiantes universitarios en Idaho en 2022, fue sentenciado el 23 de julio de 2025 a cuatro cadenas perpetuas consecutivas en la corte del Condado de Ada, Boise. La condena, una por cada víctima, marca el fin de un caso que conmocionó a la pequeña ciudad de Moscow y atrajo atención nacional. Kohberger, un exestudiante de criminología, se declaró culpable para evitar la pena de muerte, pero los testimonios de las familias de las víctimas dejaron en evidencia el profundo dolor causado por sus acciones.
Bryan Kohberger y el crimen que aterrorizó a Idaho
El 13 de noviembre de 2022, Kohberger irrumpió en una vivienda estudiantil en Moscow, Idaho, y apuñaló mortalmente a Ethan Chapin, Kaylee Goncalves, Xana Kernodle y Madison Mogen. Los cuatro estudiantes, todos de entre 20 y 21 años, eran amigos y vivían juntos en una casa cerca de la Universidad de Idaho. La policía no ha esclarecido los motivos del ataque, y Kohberger, de 30 años, permaneció en silencio durante la audiencia de sentencia. Las familias de las víctimas, sin embargo, no contuvieron su furia. “Fuiste descuidado y estúpido”, dijo Steve Goncalves, padre de Kaylee, criticando al exestudiante de posgrado en criminología de la Universidad Estatal de Washington.
Por su parte, la investigación reveló detalles clave. Una funda de cuchillo encontrada cerca del cuerpo de Mogen contenía ADN masculino que coincidía con Kohberger. Videos de vigilancia captaron un Hyundai Elantra blanco, registrado a su nombre, cerca de la escena del crimen. Además, registros de compras en línea mostraron que había adquirido un cuchillo militar meses antes. Estas pruebas, junto con genealogía genética y datos de su teléfono, llevaron a su arresto en Pensilvania seis semanas después de los asesinatos.
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Impacto emocional de Bryan Kohberger en las víctimas
En la audiencia, los testimonios de familiares y sobrevivientes pintaron un cuadro desgarrador. Scott Laramie, padrastro de Madison Mogen, describió cómo la pérdida de su hija cambió sus vidas: “Este mundo era mejor con ella”. Alivea Goncalves, hermana de Kaylee, confrontó a Kohberger, llamándolo “un cobarde delirante”. Dylan Mortenson, una de las compañeras de casa que sobrevivió, relató haber visto a un hombre con pasamontañas esa noche, describiendo a Kohberger como “un recipiente hueco, sin empatía”. Bethany Funke, otra sobreviviente, confesó sufrir ataques de pánico y no haber dormido una noche completa desde el crimen.
Además, Kim Kernodle, tía de Xana, sorprendió al tribunal al expresar su perdón hacia Kohberger, instándolo a contactarla para explicar sus acciones. La madre y hermana de Kohberger, presentes en la sala, lloraron en silencio mientras escuchaban los testimonios. El juez Steven Hippler impuso, además de las cadenas perpetuas, una multa de 270,000 dólares y 10 años adicionales por robo, asegurando que Kohberger pase el resto de su vida tras las rejas.
Repercusiones de Bryan Kohberger en Moscow
El caso de Kohberger paralizó a Moscow, una comunidad rural de 25,000 habitantes. Tras los asesinatos, muchos estudiantes abandonaron las clases presenciales en la Universidad de Idaho y la Universidad Estatal de Washington, optando por cursos en línea por temor a más ataques. La investigación, que combinó tecnología avanzada como genealogía genética y análisis de datos telefónicos, atrajo una enorme atención mediática, con foros en línea debatiendo teorías sobre el caso. Según el FBI, los crímenes violentos en áreas rurales como Moscow son raros, representando menos del 10% de los homicidios en EE.UU. en 2022.
Pese a todo, la sentencia no ha aliviado el dolor de la comunidad. Las familias de las víctimas continúan buscando respuestas, mientras los sobrevivientes enfrentan secuelas psicológicas profundas. La condena de Kohberger cierra un capítulo legal, pero su impacto sigue resonando en Idaho, donde la memoria de Ethan, Kaylee, Xana y Madison permanece viva en los corazones de quienes los conocieron.