Los precios de la carne de res en Estados Unidos alcanzaron récords en junio de 2025, con la carne molida a $6.12 por libra y los filetes a $11.49, un aumento del 12% y 8% respectivamente frente al año anterior, según el Bureau of Labor Statistics. Por lo tanto, factores como la reducción del hato ganadero, una plaga en México y los aranceles de la administración del presidente Donald Trump están impulsando esta alza, generando 19.6 millones de interacciones en redes sociales. En consecuencia, los consumidores enfrentan costos más altos en supermercados y restaurantes. Sin embargo, los expertos advierten que los precios no bajarán pronto.
Hato ganadero en mínimos históricos
El hato ganadero de EE.UU. cayó a 86.7 millones de cabezas al 1 de enero de 2025, el nivel más bajo desde 1951, según el USDA. Por su parte, la sequía de 2020 a 2023 devastó pastizales y elevó los costos de alimento, según la American Farm Bureau. En consecuencia, los ganaderos sacrificaron más vacas, reduciendo el hato en un 8% desde 2019, según Drovers. Además, los altos precios del ganado, con vacas a $230 por quintal, incentivan vender en lugar de criar, según el economista David Anderson de Texas A&M.
Impacto de la plaga del gusano barrenador
La detección del gusano barrenador del Nuevo Mundo en México llevó a EE.UU. a suspender importaciones de ganado mexicano en 2024, afectando el 4% del suministro sacrificado, según el USDA. Por lo tanto, esta plaga, que devora tejido vivo, ha generado temores de pérdidas económicas si llega a Texas, según Reuters. En consecuencia, la menor oferta de ganado importado ha elevado los precios de la carne, especialmente de cortes magros usados en hamburguesas, según Al Jazeera. Además, el 15% del consumo de carne en EE.UU. depende de importaciones, según KCUR.
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Efectos de los aranceles de Trump
Los aranceles impuestos por el presidente Trump, incluyendo un 10% a Australia y Nueva Zelanda y un propuesto 50% a Brasil, encarecen la carne importada, según Reuters. Por su parte, EE.UU. importa 2 millones de toneladas métricas de carne al año, principalmente cortes magros para carne molida, según Food Logistics. En consecuencia, los costos para procesadoras como Tyson y JBS han subido, trasladándose a los consumidores, según Investopedia. Además, la National Restaurant Association advirtió que los restaurantes ajustarán menús o precios, según Al Jazeera.
Demanda sostenida y cambio de hábitos
La demanda de carne de res sigue fuerte, con un consumo per cápita de 57 libras anuales, según el USDA. Por lo tanto, a pesar de los precios récord, los consumidores no han migrado masivamente a pollo o cerdo, según el economista Glynn Tonsor de Kansas State University. En consecuencia, el 68% de los compradores prioriza el precio al elegir proteínas, según el Meat Demand Monitor. Además, restaurantes como Applebee’s y Wendy’s han introducido opciones más económicas, según Fox Business.
Perspectivas a futuro
La reconstrucción del hato ganadero tomará al menos dos años, ya que una vaca tarda 18-24 meses en producir un ternero listo para el mercado, según la American Farm Bureau. Por su parte, la reciente mejora en pastizales y la caída en los precios del maíz podrían incentivar la cría, según Drovers. En consecuencia, los ganaderos enfrentan costos iniciales de $100,000 por 25 vacas preñadas, según Nelson de la Farm Bureau. Sin embargo, la incertidumbre por aranceles y tasas de interés altas desincentiva la expansión, según NerdWallet.
Impacto en los consumidores
Los precios de la carne molida en el Medio Oeste subieron 17.1% a $6.10 por libra, mientras que en el Sur, la región más económica, alcanzaron $5.53, según Newsweek. Por lo tanto, los hogares han reducido el consumo de filetes en un 3%, según el Consumer Beef Tracker. En consecuencia, el 70% de los consumidores busca cortes más baratos, según NielsenIQ. Además, la inflación alimentaria, que creció un 3% en junio de 2025, sigue presionando los presupuestos familiares, según el USDA.