El gobierno del presidente Donald Trump anunció el 22 de julio de 2025 la retirada de Estados Unidos de la Unesco, efectiva el 31 de diciembre de 2026, generando más de 25 millones de interacciones en redes sociales. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, argumentó que la membresía no beneficia los intereses nacionales y criticó la agenda “globalista” de la organización. Esta será la tercera salida de EE.UU. de la Unesco, tras las de 1984 y 2017, reflejando tensiones sobre la postura de la agencia hacia Israel y su enfoque cultural.
EE.UU. dejará la Unesco por conflictos con su agenda
Tammy Bruce señaló que la Unesco promueve “causas sociales y culturales divisivas” que chocan con la política de “EE.UU. primero” de Trump. En particular, destacó la admisión de Palestina como miembro en 2011 como un factor problemático, acusando a la organización de fomentar una retórica antiisraelí. La decisión refleja la postura de Trump, quien ya retiró a EE.UU. de la Unesco en 2017, así como de la OMS y el Acuerdo de París. El expresidente Joe Biden reincorporó al país en 2023, comprometiéndose a saldar una deuda de $619 millones.
Reacciones a la decisión de EE.UU. de dejar la Unesco
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, expresó su profundo pesar por la decisión, aunque aseguró que la organización estaba preparada presupuestariamente. La contribución de EE.UU. representa el 22% del presupuesto regular de la Unesco, pero solo el 8% del total, gracias a aportaciones voluntarias que se han duplicado desde 2018. Azoulay destacó que la Unesco no planea despidos y continuará proyectos como la reconstrucción de Mosul. Sin embargo, el 60% de los estadounidenses desaprueba la salida, según una encuesta de Pew Research.
Te Recomendamos
Impacto cultural de que EE.UU. deje la Unesco
La Unesco lamentó que la decisión afecte iniciativas clave, como la lucha contra el antisemitismo y la educación sobre el Holocausto, respaldadas por organizaciones como el Congreso Mundial Judío. La salida también pone en riesgo la inscripción de sitios estadounidenses en la lista de Patrimonio Mundial. Azoulay enfatizó que la Unesco toma decisiones por consenso, incluyendo a Israel y Palestina, para evitar politización. No obstante, la administración Trump considera que la organización no se alinea con sus prioridades, según el Departamento de Estado.
Contexto histórico de la relación con la Unesco
EE.UU., miembro fundador de la Unesco en 1945, se retiró en 1984 bajo Ronald Reagan por acusaciones de “politización excesiva” durante la Guerra Fría. Regresó en 2003 con George W. Bush, pero Trump ordenó una nueva salida en 2017, efectiva en 2018, por supuestas tendencias antiisraelíes. La reincorporación de Biden en 2023 buscó fortalecer el multilateralismo, pero la actual decisión de Trump, calificada como “personal” por fuentes de la Unesco, revive tensiones. El 55% de los estadounidenses apoya la cooperación con organismos internacionales, según Gallup.
Críticas y defensa de la postura de Trump
La administración Trump argumenta que la Unesco no sirve a los intereses estadounidenses, priorizando en cambio alianzas bilaterales. Marco Rubio, secretario de Estado, defendió la medida en Truth Social, afirmando que EE.UU. debe centrarse en “proteger su soberanía”. Sin embargo, críticos como la senadora Elizabeth Warren acusan a Trump de debilitar el liderazgo global de EE.UU. Organizaciones como Amnistía Internacional instaron a reconsiderar la decisión, citando el impacto en la educación y la cultura global.
Perspectiva financiera y operativa
La Unesco asegura que su estabilidad financiera está protegida gracias a donaciones de países como Japón y Francia, que han compensado la ausencia de fondos estadounidenses en el pasado. Proyectos como la restauración de sitios históricos en Irak y Yemen seguirán adelante, según Azoulay. Sin embargo, la salida de EE.UU. podría limitar su influencia en decisiones clave, como la protección de sitios patrimoniales. El 70% de los expertos en política exterior, según Reuters, cree que la retirada afectará la imagen de EE.UU. en el escenario global.