En un movimiento que marcó titulares, Dan Caine fue confirmado el 11 de abril de 2025 como el nuevo jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, tras una votación en el Senado que culminó con 60 votos a favor y 25 en contra, según la Oficina de Registro del Senado.
Este nombramiento convierte a Caine, un teniente general retirado de la Fuerza Aérea, en el presidente del Estado Mayor Conjunto, el oficial militar de mayor rango y principal asesor del presidente, el secretario de Defensa y el Consejo de Seguridad Nacional. Su designación, impulsada por el presidente Donald Trump, llega tras la destitución del general Charles Q. Brown Jr., en medio de una reestructuración militar que ha generado intensos debates.
Caine, de 56 años, es un veterano con una trayectoria poco convencional. Graduado en 1990 del Virginia Military Institute con un título en economía, acumuló más de 2,800 horas de vuelo como piloto de F-16, incluyendo 150 horas en combate, según su biografía oficial de la Fuerza Aérea.
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Participó en dos despliegues en Irak y fue uno de los pilotos que protegieron el espacio aéreo de Washington, D.C. durante los ataques del 11 de septiembre de 2001. “Estaba consciente de que una decisión equivocada podía ser catastrófica para el país”, relató Caine en un video de la CIA en 2023, refiriéndose a esa experiencia. Su último cargo antes de retirarse en diciembre de 2024 fue como director asociado para asuntos militares en la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
La nominación de Caine rompió con la tradición, ya que no había alcanzado el rango de general de cuatro estrellas ni ocupado puestos como comandante combatiente o jefe de una rama militar, requisitos establecidos por el Título 10 del Código de Estados Unidos. Sin embargo, el presidente puede eximir estos criterios si lo considera “necesario en el interés nacional”, lo que permitió su candidatura. El Departamento de Defensa destacó que Caine fue reintegrado al servicio activo y promovido a general de cuatro estrellas antes de asumir el cargo.
Fuerzas Armadas: Un nombramiento polémico
El ascenso de Caine como nuevo jefe de las Fuerzas Armadas no estuvo exento de controversia. Su predecesor, Charles Q. Brown Jr., fue destituido el 21 de febrero de 2025, en un movimiento que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, justificó como parte de un esfuerzo para alinear el liderazgo militar con la visión de una fuerza “centrada en la misión de combatir y ganar guerras”.
Según un comunicado del Pentágono, Hegseth elogió a Caine como “el hombre para este momento”, destacando su experiencia en operaciones especiales y su papel en la lucha contra el Estado Islámico entre 2018 y 2019. Sin embargo, críticos, incluyendo senadores demócratas, expresaron preocupación por la remoción de oficiales que apoyaban iniciativas de diversidad e inclusión, según debates registrados por el Comité de Servicios Armados del Senado.
Durante su audiencia de confirmación el 1 de abril, Caine enfrentó preguntas sobre su disposición a mantener la neutralidad política. “Si se me confirma, seguiré los estándares de mi juramento como líder no partidista”, aseguró ante el Comité de Servicios Armados. También prometió “hablar con la verdad al poder” si se le pidiera ejecutar órdenes inconstitucionales, una declaración que resonó en un contexto de tensiones sobre la politización del ejército.
Fuerzas Armadas y nuevos Retos
Como nuevo jefe de las Fuerzas Armadas, Caine asume el mando en un momento crítico. La Oficina de Presupuesto del Departamento de Defensa proyecta un aumento en el gasto militar para contrarrestar el crecimiento de potencias como China, mientras el Pentágono impulsa la modernización con tecnologías como inteligencia artificial. Además, enfrenta el desafío de unificar un Estado Mayor Conjunto que ha quedado desestabilizado tras los despidos de altos oficiales, incluyendo a la almirante Lisa Franchetti, primera mujer en liderar la Marina, según registros del Departamento de Defensa.
La trayectoria de Caine incluye roles como director de programas de acceso especial en el Pentágono y subcomandante general en la Operación Resolución Inherente en Irak, donde conoció a Trump en 2018. Su experiencia empresarial, como cofundador de RISE Air y asesor de firmas como Shield Capital, también ha generado escrutinio sobre posibles conflictos de interés, un tema abordado por el Senado durante su confirmación.
Con el respaldo de senadores republicanos como Roger Wicker, quien enfatizó la necesidad de un liderazgo fuerte frente a “adversarios que se unen contra Estados Unidos”, Caine inicia su mandato con altas expectativas. Los fanáticos del nuevo jefe de las Fuerzas Armadas esperan que su enfoque pragmático, forjado en misiones de alto riesgo, marque un rumbo firme para el ejército estadounidense.