Fuertes lluvias azotaron el sur de Texas, dejando al menos tres muertos en el condado de Hidalgo, en el corazón del Valle del Río Grande, según informó la oficina del juez del condado, Richard F. Cortez.
Las tormentas, que descargaron más de 20 pulgadas de lluvia en menos de 48 horas, desencadenaron inundaciones catastróficas que paralizaron la región cercana a la frontera con México. Las autoridades locales declararon un estado de desastre tras el diluvio, que también se cobró una vida al otro lado de la frontera en Reynosa, Tamaulipas, donde un hombre de 83 años falleció ahogado, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México.
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El juez Cortez emitió una declaración de emergencia el viernes, detallando que las muertes en Hidalgo ocurrieron en medio de esfuerzos policiales, aunque no se han revelado más detalles sobre las circunstancias exactas. «Esto es una tragedia devastadora para nuestra comunidad del Valle», expresó el comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, en un comunicado oficial.
Las lluvias fuertes convirtieron calles en ríos, dejaron autos abandonados y obligaron a cientos de residentes a buscar refugio. En Harlingen, Cameron County, la alcaldesa Norma Sepulveda reportó que cayeron más de 21 pulgadas de lluvia, un récord que superó eventos históricos y dejó a más de 200 personas esperando rescate hasta el viernes por la tarde.
La Patrulla Fronteriza del Sector Valle del Río Grande, junto con el Departamento del Sheriff de Hidalgo, trabajó sin descanso durante la noche del jueves para rescatar a residentes atrapados. En total, se realizaron 15 rescates en 37 ubicaciones distintas, según un informe de la oficina del sheriff. «La cantidad de agua fue abrumadora en muy poco tiempo», dijo Cortez, quien destacó que algunas casas quedaron con agua a más de un pie por encima del nivel del suelo. El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) indicó que McAllen registró 7.93 pulgadas en un solo día, el tercer día más húmedo en la historia de la ciudad, equivalente a más de un tercio de su promedio anual de precipitaciones.
Texas: Respuesta de emergencia en marcha
Las fuertes lluvias no solo trajeron muerte y destrucción, sino que también desafiaron la infraestructura de la región. En Harlingen, el Aeropuerto Internacional del Valle cerró el viernes, cancelando todos los vuelos debido a las inundaciones, según un comunicado de las autoridades aeroportuarias: «Estamos trabajando sin descanso para reabrir, priorizando la seguridad». Mientras tanto, en Alamo, el jefe de policía Saul Solis reportó que bomberos y oficiales llevaron a cabo cerca de 100 rescates, con unas 200 casas afectadas por el agua. El NWS advirtió que, aunque las lluvias amainaron el viernes por la mañana, cualquier precipitación adicional podría agravar la situación debido al suelo ya saturado.
En Weslaco, el alcalde Adrian Gonzalez informó que la ciudad recibió unas 14 pulgadas de lluvia, lo que llevó a entre 30 y 40 rescates de automovilistas y residentes atrapados. «Es una tormenta histórica que afecta a todo el Valle, no solo a Weslaco», afirmó Gonzalez durante una actualización oficial. Los esfuerzos de rescate incluyeron a agentes de la Patrulla Fronteriza que salvaron a personas en zonas inundadas de Mercedes y Weslaco, mostrando imágenes de vehículos sumergidos y calles convertidas en canales. La Administración de Energía de Texas (AEP Texas) reportó que más de 3,400 hogares en varios condados del sur seguían sin electricidad el viernes por la tarde.
Impacto transfronterizo
El impacto de las lluvias fuertes cruzó la frontera hacia México, donde la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que más de 1,100 personas fueron trasladadas a refugios temporales en Tamaulipas. En Reynosa, el coordinador estatal de emergencias, Luis Gerardo González de la Fuente, señaló que las ciudades de Río Bravo, Miguel Alemán y partes de Matamoros también enfrentaron condiciones peligrosas, con entre 7 y 12 pulgadas de lluvia registradas. Un despliegue de 640 militares apoyó las labores de rescate y restablecimiento de servicios básicos como la electricidad, que comenzó a volver a medida que los niveles de agua descendían.
En Texas, el juez del condado de Cameron, Eddie Treviño Jr., solicitó al gobernador Greg Abbott una declaración de desastre tras reportar más de 17 pulgadas de lluvia en su jurisdicción. «Los niveles de precipitación han sido récord, y no de buena manera», escribió Treviño en una publicación oficial. Mientras los equipos de emergencia siguen evaluando daños, los residentes del Valle del Río Grande enfrentan días de recuperación tras un evento que ha puesto a prueba la resistencia de esta región fronteriza.
