Ruidoso, Nuevo México, enfrentó una nueva emergencia el 24 de julio de 2025, cuando lluvias torrenciales desataron inundaciones repentinas que dejaron al menos cinco personas atrapadas. Las autoridades locales realizaron rescates acuáticos, cerraron carreteras y emitieron alertas urgentes para proteger a los residentes de esta comunidad montañosa, aún marcada por recientes desastres. La falta de vegetación tras los incendios forestales de 2024 agravó la situación, convirtiendo a Ruidoso en un punto vulnerable ante las lluvias monzónicas de verano.
Inundaciones en Nuevo México: Rescates bajo presión
El jueves por la tarde, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) reportó que el Río Ruidoso alcanzó los 3.81 metros de altura, impulsado por el agua que corría desde las cicatrices de los incendios South Fork y Salt de 2024. Videos compartidos por residentes capturaron la fuerza del agua fangosa, que arrasó una casa rodante y derribó árboles, mientras las autoridades bloqueaban carreteras para evitar que los vehículos fueran arrastrados. Según el administrador de emergencias del condado de Lincoln, los equipos de rescate salvaron a cinco personas atrapadas por las corrientes alrededor de las 2:00 p.m., en un esfuerzo coordinado que incluyó a bomberos y policía local. En 2024, Ruidoso registró 12 emergencias por inundaciones, según el Departamento de Seguridad Nacional de Nuevo México, evidenciando la recurrencia de estos eventos.
Por su parte, el NWS calificó la situación como “potencialmente mortal”, instando a los habitantes a buscar terrenos elevados. La alerta, vigente hasta las 3:30 p.m. en Ruidoso y hasta las 4:00 p.m. en el condado de San Miguel, advirtió que 15 centímetros de agua en movimiento pueden derribar a una persona y 30 centímetros arrastrar un vehículo. Las cuadrillas también trabajaron una ruptura en las líneas de agua, mientras algunas de las nueve carreteras cerradas comenzaron a reabrirse al final del día, según el gobierno municipal.
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Inundaciones en Nuevo México: Un verano de desastres
La tragedia no es nueva para Ruidoso. Hace menos de tres semanas, el 3 de julio de 2025, una inundación masiva dejó tres muertos: una niña de 4 años, un niño de 7 y un hombre de entre 40 y 50 años, además de dañar 200 viviendas, según el alcalde Lynn Crawford. Ese evento, que llevó al Río Ruidoso a un récord de 6.16 metros, motivó declaraciones de desastre estatal y federal. La gobernadora Michelle Lujan Grisham asignó 750,000 dólares para la recuperación, y el 23 de julio, el presidente Donald Trump liberó fondos federales adicionales, según la Casa Blanca, para reparar infraestructura en los condados de Lincoln, Chaves y Otero.
Además, los incendios de 2024 destruyeron más de 1,400 estructuras en Ruidoso, dejando el suelo incapaz de absorber lluvia. En 2023, el 70% de las áreas quemadas en Nuevo México enfrentaron riesgos de inundaciones, según un estudio del Servicio Forestal de EE.UU., un factor que intensificó las crecidas de este verano. Las tormentas monzónicas, que traen hasta tres pulgadas de lluvia en horas, han superado la capacidad de las laderas, generando flujos de escombros que complican los rescates.
Inundaciones en Nuevo México: Medidas de prevención
Las autoridades han reforzado las advertencias para los 7,600 habitantes de Ruidoso. El NWS recomendó evitar sótanos, no cruzar puentes inundados y preparar kits de emergencia con agua, alimentos y linternas. En 2024, el condado de Lincoln invirtió 2 millones de dólares en barreras contra inundaciones, pero la magnitud de las lluvias ha desbordado estas medidas. Los avisos también se extendieron a áreas afectadas por los incendios de Calf Canyon y Hermit’s Peak de 2022, donde el riesgo persiste.
Pese a todo, la comunidad enfrenta un largo camino hacia la recuperación. Las labores de limpieza continúan, con voluntarios y equipos de la Guardia Nacional apoyando a los damnificados. Residentes como Kaitlyn Carpenter, quien perdió su estudio de arte en una inundación previa, describieron la escena como “desgarradora”. Mientras las lluvias monzónicas persisten, Ruidoso se prepara para más tormentas, con la esperanza de evitar nuevas pérdidas en esta temporada de desafíos extremos.