Este sábado 5 de abril de 2025, miles de personas salieron a las calles de Estados Unidos bajo el lema Hands Off!, un movimiento que busca frenar lo que los organizadores llaman un «atropello autoritario» del presidente Donald Trump y sus aliados, como el multimillonario Elon Musk. Las manifestaciones, que se extienden por los 50 estados, son una respuesta directa a las políticas de la administración Trump, incluyendo recortes masivos a servicios federales, despidos de trabajadores públicos y nuevas tarifas comerciales anunciadas el 1 de abril. En Washington D.C., más de 20,000 personas se congregaron en el National Mall, según estimaciones de la policía local, mientras que ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Boston también reportaron concentraciones significativas.
El movimiento Hands Off!, liderado por grupos como Third Act e Indivisible, ha convocado a más de 1,400 eventos a nivel nacional, desde marchas en plazas públicas hasta concentraciones frente a edificios gubernamentales. En la capital, los manifestantes se reunieron cerca del Monumento a Washington bajo un cielo nublado, portando pancartas con mensajes como «No a los recortes» y «Defendamos la democracia». La Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca reportó esta semana que las nuevas políticas han resultado en la eliminación de miles de empleos federales, un punto que los manifestantes señalan como una amenaza directa a los servicios básicos como la Seguridad Social y la atención médica.
Hands Off!: Un grito contra las políticas de Trump
Las protestas llegan tras una semana turbulenta para la economía estadounidense. El 1 de abril, Trump anunció la imposición de tarifas universales a importaciones, lo que provocó una caída del 5% en el índice Dow Jones y críticas de expertos financieros. En respuesta, el Departamento de Comercio justificó la medida como un esfuerzo para «proteger a los trabajadores americanos», pero los manifestantes argumentan que estas políticas solo benefician a los más ricos. En San Francisco, cientos de personas formaron una cadena humana en Ocean Beach, mientras que en Miami, los asistentes marcharon bajo el sol con banderas de diversos países afectados por las tarifas, como México y Canadá.
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En Boston, el senador Ed Markey se unió a los manifestantes en Boston Common, donde afirmó: «No permitiremos que este país se convierta en un patio de juegos para multimillonarios». La policía de Massachusetts reportó una asistencia de más de 5,000 personas solo en esa ciudad. Los organizadores del Hands Off! también han destacado la participación de veteranos, sindicatos y activistas por los derechos civiles, quienes ven en las acciones de Trump una amenaza a décadas de avances sociales. En Charlotte, Carolina del Norte, la asistencia incluyó a familias afectadas por el cierre de oficinas de la Seguridad Social, un cambio que el gobierno federal implementó en marzo.
Hands Off!: La voz de los estados
La magnitud de las protestas ha sorprendido incluso a los organizadores. En Denver, el Departamento de Seguridad Pública del estado estimó que unas 34,000 personas se reunieron frente al Capitolio estatal, una de las concentraciones más grandes del día. Allí, el senador Bernie Sanders habló a la multitud, diciendo: «Este país pertenece a los trabajadores, no a un puñado de multimillonarios». Mientras tanto, en pequeñas ciudades como St. Joseph, Michigan, cientos de residentes se unieron a la causa, portando carteles hechos a mano que pedían el fin de los recortes a programas de salud.
El Departamento de Seguridad Nacional ha incrementado la vigilancia en varias ciudades, especialmente en Washington D.C., donde se espera una marcha pro-palestina paralela hacia las oficinas de Inmigración y Aduanas. Aunque las protestas del Hands Off! han sido mayormente pacíficas, las autoridades locales están preparadas para cualquier eventualidad. En Nueva York, la policía reportó pequeños enfrentamientos entre manifestantes y contraprotestantes, pero sin arrestos significativos hasta el mediodía del sábado. A medida que el día avanza, el movimiento sigue ganando fuerza, con eventos planeados hasta la noche en lugares como Phoenix y Anchorage, demostrando que la oposición a Trump está lejos de apagarse en este 2025.