El 14 de abril, Estados Unidos extraditó a 13 presos, de origen mexicano, condenados por narcotráfico para que cumplan el resto de sus sentencias en una cárcel federal en Nayarit, según un comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU.
Los reclusos, sentenciados por delitos relacionados con la distribución de cocaína, metanfetamina y fentanilo, fueron trasladados el viernes 11 de abril desde El Paso, Texas, a Ciudad Juárez, Chihuahua, en un operativo coordinado con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de México. Este movimiento, realizado bajo el Tratado Internacional de Transferencia de Prisioneros de 1977, permitirá a los convictos estar más cerca de sus familias mientras cumplen penas que suman 75 años restantes, según las autoridades estadounidenses.
El traslado de presos a México no solo responde a solicitudes voluntarias de los reclusos, sino que también alivia la presión en el sistema penitenciario de EE.UU., ahorrando más de 3 millones de dólares en costos de encarcelamiento, afirmó Matthew Galleotti, jefe de la División Criminal del Departamento de Justicia. “Este programa fortalece la rehabilitación y reduce el hacinamiento en prisiones federales”, señaló Galleotti el 14 de abril. La operación involucró a la Fuerza Aérea Mexicana, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y el Servicio de Protección Federal, garantizando un proceso sin incidentes, según la SSPC.
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Traslado de presos a México: detalles de la operación
La extraditación se realizó en la garita internacional de Santa Teresa, en la frontera entre El Paso y Ciudad Juárez, con la participación del Consulado General de México y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Los 13 individuos, cuyas identidades no fueron reveladas por motivos de seguridad, fueron trasladados al Centro Federal de Reinserción Social (CEFERESO) No. 4 “Noroeste” en Tepic, Nayarit, un penal equipado para albergar a reos de alto perfil, según la SSPC. El Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Reinserción Social (PRS) aseguró que los condenados cumplirán sus sentencias bajo las condiciones establecidas por las cortes estadounidenses.
El Departamento de Justicia destacó que los delitos de los reclusos están vinculados al tráfico de drogas sintéticas, un problema que ha intensificado la crisis de opioides en EE.UU., con fentanilo causando estragos en comunidades locales. En 2024, las autoridades mexicanas decomisaron 7 toneladas de esta sustancia, según la SSPC, lo que refleja el contexto de colaboración en el que se enmarca este traslado de presos a México. La operación se suma a un historial de 184 traslados bajo el tratado bilateral desde 1977, incluyendo nueve reclusos repatriados en diciembre de 2024, reportó la SRE.
Beneficios y reacciones
El traslado de los 13 presos a México ofrece ventajas tanto logísticas como humanas. Además de los ahorros económicos para EE.UU., el programa permite a los reclusos estar más cerca de sus comunidades, facilitando la reintegración social, según el PRS. La SSPC subrayó que el CEFERESO de Nayarit cuenta con medidas de seguridad avanzadas para garantizar el cumplimiento de las sentencias. “México está comprometido con la cooperación internacional para fortalecer la justicia”, afirmó un portavoz de la SRE el 14 de abril.
En EE.UU., la medida fue bien recibida por funcionarios penitenciarios, quienes enfrentan un sistema con más de 159,000 reclusos federales, según datos de la Oficina Federal de Prisiones (BOP) de 2024. La Embajada de México en Washington destacó que el proceso respeta los derechos de los trasladados, quienes expresaron su deseo de regresar a su país de origen. “Es un ejemplo de cómo ambos gobiernos pueden trabajar juntos por la seguridad y la rehabilitación”, señaló un comunicado consular.
Contexto bilateral
Este accionar ocurre en un momento de tensiones comerciales, con el presidente Donald Trumpamenazando con imponer aranceles del 25% a importaciones mexicanas debido al flujo de drogas y migración. Aunque no se vinculó directamente, el operativo refuerza los esfuerzos de México para demostrar compromiso con la seguridad, tras la extradición de 29 capos a EE.UU. en febrero de 2025, según la SSPC. La Fiscalía General de la República (FGR) participó en la supervisión legal del traslado, asegurando el cumplimiento del tratado bilateral.
Mientras los reclusos inician una nueva etapa en Nayarit, ambos países continúan negociando estrategias para combatir el narcotráfico. La SSPC reportó que, en lo que va de 2025, México ha detenido a más de 13,000 personas por delitos de alto impacto, un dato que refleja la intensidad de los operativos conjuntos. El traslado de presos a México no solo es un paso administrativo, sino un mensaje de colaboración en un contexto donde la frontera sigue siendo un punto crítico de cooperación y desafío.