El 2 de mayo de 2025, Estados Unidos implementó una importante reforma en sus políticas comerciales que afectará tanto a los consumidores como a los gigantes del comercio electrónico, especialmente aquellos con sede en China y Hong Kong. La administración del presidente Donald Trump eliminó la exención de «minimis», una disposición que hasta ahora eximía de aranceles a productos importados con un valor inferior a los 800 dólares, facilitando el ingreso de mercancías de bajo costo al país sin grandes trámites aduaneros. Este cambio tiene implicaciones significativas para plataformas como Shein y Temu, que se han beneficiado enormemente de esta normativa.
¿Qué es la exención de «minimis» y cómo funcionaba?
La exención de «minimis», oficialmente conocida como la Sección 321 de la Ley Arancelaria de 1930, fue diseñada originalmente para facilitar el regreso de artículos de bajo valor comprados por turistas, como recuerdos o pequeños regalos. La idea era evitar complicaciones administrativas y permitir un tránsito más rápido de estos productos a través de la aduana estadounidense. En ese entonces, el valor de los productos exentos no superaba los 200 dólares, una cifra que, con el tiempo, fue incrementada a 800 dólares en 2016.
Sin embargo, con el auge del comercio electrónico, esta disposición comenzó a ser explotada por empresas extranjeras, principalmente chinas, que se dieron cuenta de que podían vender productos de bajo costo a consumidores estadounidenses sin enfrentar los impuestos y aranceles que normalmente recaen sobre mercancías de mayor valor. Las plataformas de comercio electrónico como Temu y Shein, por ejemplo, se beneficiaron enormemente de este sistema, lo que les permitió ofrecer precios extremadamente competitivos en productos como ropa, accesorios y artículos para el hogar.
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Imagen de un almacén. EFE/Ángel Colmenares
¿Cómo afectará la eliminación de «minimis» a los precios?
Con la eliminación de la exención de «minimis», los productos enviados desde China y Hong Kong que antes no estaban sujetos a aranceles ahora verán incrementos significativos en sus precios debido a los aranceles adicionales que se aplicarán. A partir del 2 de mayo, las mercancías cuyo valor sea igual o inferior a 800 dólares y que lleguen a Estados Unidos por medio de servicios distintos a la red postal estarán sujetas a todos los aranceles aplicables, lo que representa una carga económica considerable para los comerciantes.
Los paquetes enviados a través del correo postal también estarán sujetos a un arancel del 30% de su valor o a una tarifa plana de 25 dólares por envío. Además, a partir del 1 de junio de 2025, esta tarifa aumentará a 50 dólares por paquete, lo que incrementará aún más los costos para los consumidores. Es probable que estas nuevas tarifas sean trasladadas directamente a los compradores en forma de precios más altos, lo que podría afectar a aquellos que han recurrido a plataformas como Temu y Shein para adquirir productos baratos.
Impacto en el comercio electrónico y los consumidores
El cambio en la política tendrá un impacto profundo en el comercio electrónico transnacional. Temu y Shein, dos de las plataformas más prominentes que se benefician de la exención de «minimis», ya han comenzado a ajustar sus precios en previsión de los nuevos aranceles. Según informes, Shein ha incrementado el precio de sus productos en hasta un 51% en las categorías de belleza y salud, mientras que algunos artículos han duplicado su precio. Temu también ha aumentado los costos de varios de sus productos, lo que podría desalentar a los consumidores que anteriormente se beneficiaban de precios significativamente bajos.
El cambio afectará también a los pequeños vendedores en línea que dependen de los envíos baratos desde China. Muchos de estos vendedores podrían enfrentar una caída en las ventas debido a la suba de precios, lo que podría llevar a algunos a abandonar el mercado estadounidense. En este contexto, la competencia se reducirá y los consumidores verán menos opciones a precios accesibles.
Fotografía de archivo de una stand de la marca Shein. EFE/EPA/Mark R. Cristino.
Las implicaciones para el comercio global y la economía estadounidense
La eliminación de la exención de «minimis» está en línea con una serie de políticas proteccionistas impulsadas por la administración Trump, que ha buscado reducir la dependencia de Estados Unidos de productos extranjeros y proteger a los minoristas nacionales. Trump ha argumentado que la exención de «minimis» representaba una «gran estafa» que favorecía a los comercios electrónicos chinos a expensas de los minoristas estadounidenses, quienes se han visto incapaces de competir con los precios de productos importados sin aranceles.
Además, el presidente ha expresado su preocupación por el uso de esta exención para contrabandear productos ilícitos, como ingredientes utilizados para fabricar fentanilo, un opioide sintético responsable de miles de muertes en los EE.UU. La eliminación de la exención es parte de un esfuerzo por mejorar la seguridad de las importaciones y reducir el tráfico de mercancías peligrosas a través de canales menos controlados.
¿Qué consecuencias tendrá para las pequeñas empresas y los consumidores?
Las pequeñas empresas y los emprendedores que dependen de las importaciones chinas se enfrentarán a nuevos desafíos. Estos cambios imponen barreras económicas adicionales, lo que podría hacer que algunos negocios más pequeños enfrenten mayores costos operativos, reduciendo su margen de beneficio o forzándolos a aumentar los precios para sus consumidores. Los emprendedores deberán considerar nuevas estrategias de precios y abastecimiento para adaptarse a este nuevo entorno comercial.
Por otro lado, los consumidores estadounidenses también se verán afectados por los nuevos costos asociados con las importaciones chinas. Aunque la medida tiene como objetivo proteger a los minoristas nacionales, es probable que el impacto principal recaiga sobre los compradores, quienes probablemente enfrenten precios más altos en artículos que anteriormente eran muy baratos. Los productos de marcas como Shein y Temu, que atraen a un gran segmento de consumidores interesados en ropa y accesorios de bajo costo, podrían perder competitividad frente a otras opciones nacionales.
