Ejército de EE.UU. amplía zonas militares en Texas para frenar migración ilegal
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha designado una segunda zona militar a lo largo de la frontera con México, extendiéndose hacia Texas y conectando con la base del Ejército en Fort Bliss, ubicada en El Paso. Esta medida sigue a la creación de una zona similar en Nuevo México el mes pasado, donde el personal militar está autorizado para detener a migrantes que cruzan ilegalmente la frontera hasta que puedan ser transferidos al Departamento de Seguridad Nacional.
Fort Bliss como nuevo punto de detención
La nueva área, denominada Área de Defensa Nacional de El Paso, se incorpora a Fort Bliss y se suma a la previamente establecida en Nuevo México. El general Gregory Guillot, comandante del Comando Norte de EE.UU., afirmó que la expansión mejora la capacidad operativa del Ejército para prevenir actividades ilegales en la frontera sur. Los migrantes interceptados en estas zonas podrían enfrentar cargos federales por entrada ilegal y por ingresar en propiedad militar.
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Preparativos para albergar a migrantes detenidos
Fort Bliss se está preparando para albergar a migrantes detenidos en un futuro próximo, según informó el zar fronterizo de la Casa Blanca, Tom Homan. Aunque aún no se ha anunciado una fecha de apertura debido a la construcción en curso, los planes avanzan a pesar de la reciente cancelación de un contrato de $3.8 mil millones para un centro de detención en el sitio. El Departamento de Seguridad Nacional planea un período inicial de evaluación de 60 días durante el cual Fort Bliss albergaría a unos 1,000 detenidos, con una eventual expansión para acomodar hasta 10,000 migrantes.
Militarización de la frontera bajo la administración Trump
La administración del presidente Donald Trump ha intensificado la militarización de la frontera sur como parte de su estrategia de control migratorio. En enero, el Pentágono comenzó a desplegar 1,500 soldados adicionales en la frontera con México, aumentando en un 60% la presencia militar desde la investidura de Trump. Además de los soldados, se enviaron helicópteros, tripulaciones de vuelo y analistas de inteligencia para apoyar en la detección y supervisión de cruces ilegales.
Críticas y preocupaciones sobre derechos humanos
El uso de bases militares para detener a migrantes ha generado críticas por parte de defensores de los derechos humanos y legisladores. La congresista demócrata Veronica Escobar y grupos de defensa argumentan que esta medida podría socavar la preparación militar y comprometer los derechos de los inmigrantes. Además, se han expresado preocupaciones sobre las condiciones en las instalaciones y el trato a los detenidos.
Implicaciones legales y operativas
Las Áreas de Defensa Nacional se tratan como extensiones de instalaciones militares para fines de seguridad, lo que permite a los soldados llevar a cabo medidas de control de multitudes, registros superficiales de intrusos y detenerlos temporalmente hasta que sean entregados a las fuerzas del orden. Esta designación permite al gobierno federal eludir las restricciones de la Ley Posse Comitatus de 1878, que prohíbe la participación militar en la aplicación de la ley civil.
La expansión de estas zonas militares y la utilización de bases como Fort Bliss para la detención de migrantes reflejan un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos, con un enfoque más militarizado y restrictivo. Mientras el gobierno federal continúa implementando estas medidas, las críticas y preocupaciones sobre su impacto en los derechos humanos y la legalidad de estas acciones persisten.
