En un intento por aliviar las tensiones comerciales que han escalado en los últimos meses, delegaciones de alto nivel de Estados Unidos y China se reunieron este sábado en Ginebra, Suiza. Este encuentro marca la primera negociación directa desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, impuso aranceles del 145% a las importaciones chinas el pasado 2 de abril, a lo que Pekín respondió con tarifas del 125% sobre productos estadounidenses.
Un nuevo intento de acercamiento
La delegación estadounidense estuvo encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio Internacional, Jamieson Greer. Por parte de China, el viceprimer ministro He Lifeng lideró las conversaciones.Ambas partes expresaron su disposición a encontrar un terreno común que permita reducir las tensiones arancelarias que han afectado significativamente al comercio bilateral y a la economía global.
El presidente Trump describió las conversaciones como un «reinicio total» y destacó el tono «amistoso pero constructivo» del diálogo. Aunque no se anunciaron resultados concretos, ambas delegaciones acordaron continuar las negociaciones el domingo.
Te Recomendamos
Propuestas sobre la mesa
Durante las conversaciones, Trump sugirió la posibilidad de reducir los aranceles a las importaciones chinas del 145% al 80%, como un gesto de buena voluntad para facilitar un acuerdo. Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, instó a la cautela, subrayando que cualquier reducción dependerá de concesiones significativas por parte de China.
Por su parte, China ha manifestado su preocupación por el impacto de los aranceles en su economía y ha solicitado que Estados Unidos reduzca las tarifas como condición para avanzar en las negociaciones.
Impacto global de la guerra arancelaria
La escalada arancelaria entre las dos mayores economías del mundo ha tenido repercusiones significativas en el comercio global. Se estima que el conflicto ha afectado a más de 600.000 millones de dólares en comercio bilateral y ha generado incertidumbre en los mercados internacionales.
Además, las cadenas de suministro globales han experimentado interrupciones, y sectores clave como la tecnología, la agricultura y la manufactura han sufrido pérdidas debido a las restricciones comerciales impuestas por ambas naciones.
Expectativas y próximos pasos
Aunque las expectativas de un avance significativo en esta primera ronda de negociaciones eran moderadas, el hecho de que ambas partes hayan acordado continuar el diálogo es visto como una señal positiva. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estas conversaciones, conscientes de que un acuerdo entre Estados Unidos y China podría estabilizar los mercados y fomentar el crecimiento económico global.
Las negociaciones continuarán el domingo, y se espera que ambas delegaciones presenten propuestas más detalladas para abordar las preocupaciones mutuas y encontrar soluciones que permitan desescalar la guerra arancelaria.