El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, intensificó las críticas contra Nicolás Maduro el 27 de julio de 2025, acusándolo de liderar el Cártel de Los Soles, designado como organización terrorista por el gobierno del presidente Donald Trump. En un mensaje publicado en redes sociales, Rubio afirmó que Maduro “no es el presidente de Venezuela” y que su régimen carece de legitimidad, reavivando la postura de Washington de no reconocer al líder venezolano. La declaración coincide con el primer aniversario de las controvertidas elecciones presidenciales de julio de 2024, que la oposición y varios países denunciaron como fraudulentas.
EE.UU. desconoce a Maduro: Acusaciones de narcoterrorismo
Rubio señaló en su mensaje que Maduro encabeza el Cártel de Los Soles, una red acusada de traficar drogas hacia EE.UU. y Europa. “Es una organización narcoterrorista que se ha apoderado de un país”, escribió, recordando que Maduro enfrenta cargos en Nueva York por narcotráfico desde 2020. El Departamento de Justicia de EE.UU. lo acusó entonces de negociar envíos de toneladas de cocaína producidas por las FARC, proporcionándoles armas y coordinando operaciones con Honduras y otros países. En 2025, el FBI intensificó investigaciones contra altos mandos militares venezolanos, según un informe de marzo, apuntando a desmantelar la estructura financiera del cártel.
Por su parte, el Departamento del Tesoro designó el viernes al Cártel de Los Soles como “Terrorista Global Especialmente Designado”, según la Oficina de Control de Activos Extranjeros. La medida también vincula al cártel con el Tren de Aragua, una banda venezolana que opera en 12 estados de EE.UU., y el Cártel de Sinaloa, ambos señalados como organizaciones terroristas. En 2024, el Tren de Aragua generó 1,200 incidentes delictivos en EE.UU., incluyendo extorsión y tráfico humano, según el Departamento de Seguridad Nacional. La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental afirmó que EE.UU. usará “todos los recursos disponibles” para frenar a Maduro.
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EE.UU. desconoce a Maduro: Contexto político
La declaración de Rubio llega en un momento crítico, durante las elecciones municipales venezolanas del 27 de julio de 2025, donde se eligen 335 alcaldes y 2,471 concejales. La oposición, liderada por María Corina Machado, llamó a la abstención, denunciando el control del Consejo Nacional Electoral por parte del chavismo. Rubio acusó al régimen de manipular elecciones para mantener el poder, señalando que las fuerzas armadas y policiales reprimen la voluntad popular. Desde 2019, EE.UU. no reconoce a Maduro como presidente, apoyando a líderes opositores como Juan Guaidó hasta 2023 y, más recientemente, a Edmundo González, exiliado tras las elecciones de 2024.
Además, las tensiones entre Washington y Caracas se han agudizado. En 2024, EE.UU. permitió a Chevron reanudar operaciones petroleras en Venezuela, pero mantuvo sanciones contra funcionarios chavistas. El exgeneral Hugo Carvajal, extraditado desde España en 2023, enfrenta un juicio en Nueva York por su rol en el Cártel de Los Soles, según el Departamento de Justicia. Venezuela, por su parte, rechazó las acusaciones, con el canciller Yvan Gil calificándolas de “injerencistas” y negando la existencia del Tren de Aragua, llamándolo una “ficción mediática”.
EE.UU. desconoce a Maduro: Implicaciones regionales
Pese a todo, la designación del Cártel de Los Soles como terrorista intensifica la presión sobre el régimen de Maduro. El grupo, cuyo nombre deriva de las insignias solares en los uniformes militares venezolanos, ha sido investigado desde 1993, cuando dos generales fueron procesados por narcotráfico. En la década de 2000, figuras como Diosdado Cabello y Tareck El Aissami, detenido en 2024 por corrupción en PDVSA, fueron vinculados al cártel. Según el Departamento de Estado, el Cártel de Los Soles mueve 250 toneladas de cocaína al año desde Venezuela, usando rutas marítimas y aéreas hacia Centroamérica y México.
La postura de Rubio refuerza la política de “América Primero” de Trump, que busca combatir el narcotráfico y la inestabilidad regional. En 2024, las remesas de venezolanos en EE.UU. alcanzaron los 3,000 millones de dólares, según el Banco Mundial, pero el éxodo de 7.7 millones de migrantes venezolanos agrava la crisis. Mientras el régimen de Maduro enfrenta sanciones y aislamiento, la oposición venezolana espera que la presión internacional facilite un cambio político, aunque las elecciones municipales muestran la persistente represión del chavismo.