El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha iniciado la construcción de un nuevo muro fronterizo secundario entre el desierto de Santa Teresa, Nuevo México, y Ciudad Juárez, Chihuahua, generando 12.5 millones de interacciones en redes sociales. Por lo tanto, esta obra refuerza la seguridad en una de las zonas más activas para el contrabando y la migración irregular. En consecuencia, las autoridades buscan disuadir el tráfico ilícito. Sin embargo, la medida ha reavivado críticas por su impacto ambiental y humanitario.
Detalles de la nueva construcción
El proyecto, iniciado el 16 de julio de 2025, abarca 9.6 kilómetros de muro secundario con bolardos de acero de nueve metros de altura, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Por su parte, estas estructuras, parcialmente rellenas de hormigón, reemplazan una malla de acero de 5.5 metros dañada por contrabandistas. En consecuencia, los bolardos son más resistentes a sierras de carburo usadas por cárteles, según un funcionario de la CBP. Además, el muro se erige al norte de la cerca existente, en una zona donde se incautaron 2,300 libras de fentanilo en 2024, según la DEA.
Contexto de alta actividad migratoria
La frontera entre Santa Teresa y Ciudad Juárez es un corredor clave para el tráfico de migrantes y drogas, con 23,912 detenciones de migrantes entre febrero y abril de 2025, según la CBP. Por lo tanto, el área, conocida por temperaturas extremas de hasta 40 °C, ha sido escenario de 47 muertes de migrantes en 2024, según el Instituto Nacional de Migración de México. En consecuencia, el nuevo muro busca reforzar la vigilancia en este tramo crítico. Además, la Patrulla Fronteriza ha instalado cámaras, sensores y drones, que detectaron 1,200 cruces ilegales en el sector El Paso en el último trimestre.
Te Recomendamos
Refuerzo militar en la frontera
El Departamento de Defensa ha asumido el control de 400 kilómetros de terrenos federales en la frontera, incluyendo dos Áreas de Defensa Nacional (NDA) de 18 metros de ancho en Arizona, Nuevo México y el oeste de Texas, según Reuters. Por su parte, estas zonas permiten un despliegue militar intensivo, con 4,500 soldados destacados en 2025, según el Pentágono. En consecuencia, la presencia militar ha reducido los cruces ilegales en un 90% en el sector El Paso desde enero, según la CBP. Sin embargo, ganaderos locales reportan restricciones de acceso a tierras federales, según Border Report.
Polémicas y críticas ambientales
Organizaciones como Sky Island Alliance han denunciado que el muro daña ecosistemas frágiles, afectando especies como el jaguar y el ocelote, cuya población ha disminuido un 30% en la región desde 2017, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. Por lo tanto, la construcción ignora 84 leyes ambientales, amparada por exenciones de la Ley Real ID de 2005, según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. En consecuencia, activistas exigen restaurar corredores biológicos. Además, el costo del proyecto, estimado en $46.5 mil millones para 2025, ha sido criticado por su ineficacia frente a la migración, según un estudio de Texas A&M.
Respuesta de México y la comunidad
La canciller mexicana Alicia Bárcena expresó preocupación por el impacto en comunidades fronterizas, como los indígenas pápagos, que enfrentan restricciones de movilidad, según El Universal. Por su parte, el gobierno mexicano reportó que dos mujeres resultaron heridas al caer del muro en Juárez el 3 de julio, según el Instituto Nacional de Migración. En consecuencia, México pidió diálogo bilateral para abordar la migración sin barreras físicas. Además, el 65% de los estadounidenses apoya el muro, según una encuesta de Rasmussen Reports, aunque el 80% de los residentes de Ciudad Juárez lo rechaza, según El Diario de Juárez.
Planes de expansión del muro
La administración Trump planea construir 127 kilómetros adicionales de muro en 2025, con $46.5 mil millones aprobados por el Congreso en la “One Big Beautiful Bill Act”, según la Casa Blanca. Por lo tanto, el proyecto incluye 58 kilómetros en Arizona y Nuevo México, según la CBP. En consecuencia, las obras avanzan rápidamente, con 100 pies de acero instalados el primer día en Santa Teresa. Sin embargo, expertos como Arturo Sarukhán, exembajador mexicano, advierten que los muros solo desplazan los flujos migratorios a rutas más peligrosas, según BBC News.