Taiwán y EE.UU. avanzan en diálogo de aranceles tras concluir la primera ronda de negociaciones en Washington el pasado jueves 1 de mayo, según informó la Oficina de Negociaciones Comerciales de Taiwán. Las conversaciones, descritas como “francas y cordiales”, se centraron en aranceles recíprocos, barreras no arancelarias y nuevas formas de cooperación económica entre ambas partes.
Este diálogo surge en respuesta a los gravámenes del 32% anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump el 2 de abril, que fueron congelados por 90 días, eximiendo temporalmente al país asiático, pero generando incertidumbre en su economía, altamente dependiente de las exportaciones a Estados Unidos. Con un superávit comercial de $73,000 millones en 2024, Taiwán busca reducir tensiones y fortalecer lazos bilaterales, según datos de su Oficina de Comercio Exterior.
El presidente taiwanés, William Lai, propuso un enfoque de “aranceles cero”, inspirado en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, para evitar un impacto económico severo, especialmente en su industria de semiconductores, que representa el 60% de los chips globales. Las negociaciones, lideradas por la vice primera ministra Cheng Li-chiun, incluyeron discusiones sobre aumentar las compras taiwanesas de productos estadounidenses, como energía, agricultura y armamento, además de eliminar barreras no arancelarias. “Esperamos consolidar consensos que beneficien a ambas economías”, expresó Cheng en un comunicado oficial, destacando el tono positivo de las reuniones.
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Taiwán y EE.UU.: Contexto de la negociación
La primera ronda de conversaciones responde a la tregua arancelaria de 90 días decretada por Trump tras la volatilidad en los mercados globales, que afectó bolsas como la de Taipéi, donde el índice TWSE cayó un 2.3% tras el anuncio inicial. Aunque los semiconductores, pilar de la economía taiwanesa, quedaron exentos de los gravámenes, el Instituto Chung-Hua de Investigación Económica advirtió que su imposición podría reducir el PIB del país asiático en un 1.2% en 2025. Taiwán, el sexto mayor socio comercial de EE.UU., exportó $110,000 millones en 2024, principalmente en tecnología, lo que subraya la importancia de estas negociaciones para mantener la estabilidad económica.
El gobierno taiwanés ha tomado medidas proactivas, incluyendo un paquete de ayuda de 410,000 millones de dólares taiwaneses ($12,622 millones USD) para apoyar industrias afectadas, como anunció el primer ministro Cho Jung-tai. Este plan destina $2,863 millones a subsidios y préstamos para pequeñas y medianas empresas, $4,618 millones a seguridad interna y $5,141 millones a bienestar social, según la agencia de noticias CNA. La estrategia busca mitigar el impacto de cualquier escalada arancelaria, especialmente en sectores vulnerables como la agricultura y la manufactura.
Retos y expectativas
Las negociaciones enfrentan desafíos significativos. EE.UU. ha presionado al país asiático para abordar prácticas comerciales como el reetiquetado de productos y controles de exportación tecnológica, mientras que el país asiático busca exenciones permanentes para sus chips. La Oficina de Negociaciones Comerciales de Taiwán señaló que ambas partes acordaron continuar las consultas en el corto plazo, con una segunda ronda prevista para junio. Sin embargo, la amenaza de aranceles sobre los semiconductores, mencionada por Trump como una posibilidad “en un futuro próximo”, mantiene en vilo a empresas como TSMC, que produce el 90% de los chips avanzados del mundo.
La relación comercial entre ambos países es estratégica, no solo por el volumen de comercio, sino también por la dependencia estadounidense de los semiconductores taiwaneses para industrias como la inteligencia artificial y la defensa. En 2023, Taiwán invirtió $17,000 millones en EE.UU., y Lai prometió incrementar estas inversiones para reducir el déficit comercial. La delegación legislativa taiwanesa, encabezada por Johnny Chiang, también viajó a Washington el 29 de abril para reunirse con congresistas y reforzar la cooperación, según CNA.
Impacto global
El diálogo se desarrolla en un contexto de tensiones comerciales globales, con China aplicando aranceles del 125% a productos estadounidenses en respuesta a los gravámenes del 145% de Washington. El país asiáticos, atrapado entre ambas potencias, busca un equilibrio al mantener relaciones comerciales con China, su principal socio comercial, mientras fortalece lazos con EE.UU.
La próxima cumbre de APEC en Perú, donde Taiwán estará representado por Lin Hsin-i, será clave para promover un comercio inclusivo, según el presidente Lai. Mientras tanto, los mercados taiwaneses muestran signos de recuperación, con el TWSE subiendo un 1.8% tras las noticias del diálogo. Los resultados de estas negociaciones determinarán si Taiwán puede mantener su crecimiento económico en un entorno comercial cada vez más incierto.
