La economía de Estados Unidos registró una contracción del 0.3% en el PIB durante el primer trimestre de 2025, según el informe preliminar publicado por la Oficina de Análisis Económico (BEA) el 30 de abril de 2025. Este retroceso, el primero en tres años, marca una desaceleración significativa frente al crecimiento del 2.4% en el cuarto trimestre de 2024.
La BEA atribuyó la caída a un aumento en las importaciones, una acumulación de inventarios por parte de las empresas y una disminución en las exportaciones netas, factores que reflejan incertidumbre ante las políticas arancelarias impulsadas por la administración de Donald Trump. Aunque el dato es preliminar y está sujeto a revisiones, la contracción ha generado preocupación sobre el rumbo económico del país, especialmente en un contexto de inflación persistente y tensiones comerciales globales.
PIB de EE. UU.: Factores detrás de la contracción
La caída del PIB en los primeros tres meses de 2025 se explica principalmente por un aumento del 6.7% en las importaciones, según la BEA, impulsado por empresas que acumularon inventarios para anticiparse a los aranceles anunciados por Trump, que incluyen un 10% general y hasta 25% para países como China y México. Las exportaciones netas, por su parte, se desplomaron, restando 5.26 puntos porcentuales al crecimiento, según el modelo GDPNow del Banco de la Reserva Federal de Atlanta.
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El consumo personal, que representa cerca del 70% del PIB, creció un 1.3%, pero fue insuficiente para compensar las caídas en otras áreas. La inversión en estructuras también disminuyó un 1.4%, reflejando cautela en el sector empresarial ante la incertidumbre económica, según un informe de Deloitte. A esto se suma una inflación persistente, con el índice de precios de consumo personal (PCE) subiendo un 2.9%, según la BEA.
Impacto de las políticas arancelarias
Las políticas comerciales de la nueva administración han jugado un papel clave. El anuncio de aranceles, que Trump pausó por 90 días el 9 de abril, generó una carrera por importar bienes antes de su implementación, afectando el balance comercial. La BEA señaló que las importaciones de servicios, como cargos por propiedad intelectual y servicios financieros, lideraron la revisión a la baja del PIB.
Por otro lado, el Departamento del Tesoro destacó que los datos laborales del primer trimestre fueron positivos, con 325,000 empleos creados en el sector privado en enero y febrero, lo que sugiere que la economía no está en recesión. Sin embargo, el aumento de la deuda de los hogares, que creció en 93 mil millones de dólares en el cuarto trimestre de 2024, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, plantea riesgos para el consumo futuro, especialmente si las tasas de interés permanecen altas.
Perspectivas y reacciones
La contracción del PIB ha generado un intenso debate sobre el impacto de las políticas económicas actuales. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió el 16 de abril que los datos preliminares apuntaban a una ralentización, aunque destacó que la economía sigue siendo resiliente gracias a un mercado laboral estable, con una tasa de desempleo del 4.2% en marzo, según el Departamento del Tesoro.
Sin embargo, el índice de confianza del consumidor de la Conference Board cayó sharply en febrero, reflejando temores sobre el impacto de los aranceles y el aumento de los precios. Los economistas encuestados por el Wall Street Journal el 12 de abril proyectaban un crecimiento del 0.4%, lo que indica que el dato real fue peor de lo esperado. La BEA publicará una segunda estimación del PIB el 29 de mayo, incorporando datos más completos que podrían ajustar la cifra. Los interesados pueden consultar las actualizaciones en el sitio oficial de la BEA.
La contracción del PIB en el primer trimestre de 2025 pone a prueba la economía estadounidense en un momento de alta incertidumbre. Mientras las empresas ajustan sus estrategias ante posibles aranceles y los consumidores enfrentan presiones inflacionarias, la atención está puesta en los próximos datos económicos, como el informe de empleo de abril y la inflación PCE, que podrían ofrecer pistas sobre si esta caída es un bache temporal o el inicio de una desaceleración más profunda. Por ahora, el panorama económico de EE. UU. sigue siendo un tema de preocupación y debate.