A solo 100 días de su segundo mandato, el gobierno de Donald Trump ha logrado ejecutar un número significativo de deportaciones de inmigrantes indocumentados en un contexto de fuerte endurecimiento de las políticas migratorias. El «zar de la frontera», Tom Homan, ha afirmado que la administración Trump ha deportado hasta la fecha un total de 139,000 inmigrantes indocumentados, un logro que, según él, pone en evidencia la eficiencia de la política migratoria de este gobierno.
Sin embargo, las cifras no solo están generando elogios dentro de la Casa Blanca, sino también comparaciones con las cifras de deportación alcanzadas durante la administración de Joe Biden. Mientras que Trump celebra estos números como un éxito rotundo, los defensores de los derechos humanos y varios analistas critican las condiciones en que se llevan a cabo estas deportaciones y las diferencias en cómo se cuentan las deportaciones según las administraciones.
Las deportaciones bajo el gobierno de Trump: 139,000 expulsiones
Según Tom Homan, quien asumió el cargo de «zar de la frontera» tras la reelección de Trump, la administración ha logrado deportar a 139,000 personas desde el 20 de enero de 2025 hasta la fecha. En declaraciones a CNN, Homan destacó la importancia de este número, especialmente si se considera que, a diferencia de las políticas de la administración Biden, no se incluyen en estas cifras las expulsiones rápidas en la frontera, las cuales eran contabilizadas de manera diferente en el mandato anterior.
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«Estoy contento con el número», expresó Homan, quien también indicó que estas deportaciones son el resultado directo de las medidas de seguridad fronteriza implementadas por la administración Trump. Según Homan, el control en la frontera ha mejorado sustancialmente, lo que ha reducido el número de cruces ilegales y, por ende, las deportaciones masivas. Esta reducción ha permitido que las autoridades de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) puedan llevar a cabo expulsiones más eficientes, a pesar de las críticas de que el gobierno de Trump ha tenido menos deportaciones fronterizas que el de Biden.
Foto: KEVIN DIETSCH/ EFE
¿Por qué las deportaciones bajo Trump son menores en comparación con las de Biden?
A pesar de los elogios internos, hay quienes sostienen que las deportaciones durante el gobierno de Biden son, de hecho, mayores si se tienen en cuenta las expulsiones inmediatas en la frontera. Mientras que la administración Biden ha optado por una política más enfocada en el procesamiento de los inmigrantes dentro de los Estados Unidos y no solo en la ejecución inmediata de las deportaciones, Trump ha adoptado un enfoque más directo y de «cero tolerancia» que prioriza la expulsión sin pasar por un proceso judicial prolongado.
Homan subrayó que, bajo el gobierno de Biden, se incluyen en las estadísticas las expulsiones fronterizas, un tipo de deportación que no se cuenta de la misma manera en la administración de Trump. «La diferencia en las cifras es simple: la administración de Biden contabilizó las expulsiones en la frontera, mientras que nosotros no», afirmó Homan, quien destacó que el número de cruces ilegales a través de la frontera ha disminuido considerablemente, lo que explica la reducción de las deportaciones masivas.
«No tenemos deportaciones fronterizas», concluyó Homan, haciendo énfasis en que la política migratoria de Trump ha permitido que la frontera sea «la más segura de la historia» del país.
Foto: Esteban Biba/ EFE
Las políticas migratorias de Trump y sus consecuencias
La administración Trump ha devuelto a la palestra varias de las políticas más controvertidas que definieron su primer mandato, como el programa «Permanecer en México» y la política de cero tolerancia para los cruces ilegales. A su vez, ha reforzado la cooperación con países centroamericanos para frenar el flujo de inmigrantes hacia la frontera sur de Estados Unidos. Esta estrategia, que se centra en la prevención y deportación inmediata, ha llevado a la cifra de deportaciones a 139,000.
Sin embargo, este enfoque no ha estado exento de críticas. La implementación de estas políticas ha sido objeto de controversia entre expertos legales y defensores de los derechos humanos. Se ha señalado que muchas de las deportaciones bajo esta administración se han llevado a cabo sin un debido proceso, y en algunos casos, los inmigrantes deportados no han tenido oportunidad de apelar las decisiones. Además, han surgido denuncias sobre las condiciones inhumanas en los centros de detención y de que, en algunos casos, los arrestos han sido abusivos.