En las próximas semanas, los estantes de docenas de despensas de alimentos en el condado de Fresno, California, estarán considerablemente más vacíos. Los residentes de la zona no podrán llevarse tantos víveres, y aquellos que logren conseguirlos recibirán menos productos nutritivos, como pollo, huevos, leche y queso. La causa principal de esta escasez es la reciente decisión del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) de detener entregas por valor de 500 millones de dólares a bancos de alimentos en todo el país, lo que afectará seriamente a la distribución de alimentos en muchas zonas vulnerables.
El impacto de la detención de fondos del USDA en Fresno
El Banco de Alimentos Central California, que distribuye productos a 60 despensas en el condado, ha informado que 13 camiones con alimentos, valorados en 850,000 dólares, fueron cancelados. Estos productos iban a ser entregados entre abril y julio de 2025, y su falta generará una grave escasez en un momento en el que los precios de los alimentos siguen siendo elevados y muchas familias ya enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
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Natalie Caples, co-CEO del banco de alimentos, lamentó la cancelación de los envíos, indicando que la organización ya enfrenta un déficit y no puede reunir los 850,000 dólares ni los 226,000 kilogramos de alimentos necesarios para suplir esa pérdida. «Esto significa que los vecinos recibirán menos alimentos y, posiblemente, una menor variedad», destacó Caples.
La pausa en las entregas del USDA afecta a todo el país
El USDA confirmó que está revisando la financiación que otorga a los bancos de alimentos de todo el país. La organización Feeding America, que agrupa a más de 200 bancos de alimentos y 60,000 programas de comidas, expresó su preocupación por los recortes en las entregas de alimentos, que podrían dejar a millones de personas sin la asistencia necesaria. Vince Hall, director de relaciones gubernamentales de Feeding America, señaló que esta pausa pone en riesgo la capacidad de los bancos de alimentos para satisfacer la creciente demanda, especialmente en áreas rurales donde dependen en gran medida de los suministros del gobierno.
Los programas de ayuda y la presión económica
La suspensión de los envíos se produce poco después de que el USDA anunciara el fin de dos programas creados durante la pandemia, que ayudaban a los bancos de alimentos y escuelas a comprar productos de agricultores y ganaderos locales. Estos programas proporcionaban aproximadamente 1,000 millones de dólares, y su cancelación podría agravar aún más la escasez de alimentos. El USDA argumentó que el gobierno creó «programas insostenibles» al utilizar los fondos de la Corporación de Crédito de Productos Básicos (CCC) para respaldar estos esfuerzos.
Sin embargo, la agencia sigue comprando alimentos a través de otros programas, como el Programa de Asistencia Alimentaria de Emergencia, que ha destinado más de 166 millones de dólares hasta el momento. Aunque estas medidas pueden aliviar parcialmente la escasez, el impacto a corto plazo será significativo.
Cortesía del Banco de Alimentos del Área Capital.
La situación en otras regiones de EE. UU.
El impacto de la suspensión de las entregas también ha sido grave en otras partes del país. En el área metropolitana de Washington, D.C., el Banco de Alimentos Capital Area informó que se enfrenta a la pérdida de 1,3 millones de dólares en entregas canceladas. Radha Muthiah, CEO de la organización, explicó que 27 camiones, que contenían el equivalente a 670,000 comidas, ahora están «devueltos» en el portal del USDA. Para cubrir esta brecha, el banco intentará recurrir a sus donantes, incluidos minoristas y corporaciones, aunque la falta de tiempo y recursos hará que sea difícil suplir la necesidad en el corto plazo.
Desafíos en zonas rurales y menos favorecidas
Los bancos de alimentos en zonas rurales y menos favorecidas están sufriendo aún más por esta decisión. Feeding Southwest Virginia, que atiende a 26 condados principalmente rurales, ha tenido que suspender 10 camiones de alimentos que contenían 513,000 dólares en productos. Pamela Irvine, CEO de la organización, señaló que no tiene los recursos para reemplazar esos suministros y advirtió que algunos de los programas de ayuda tendrán que reducir la cantidad de alimentos distribuidos, o incluso limitar la cantidad de personas a las que se les proporcionará asistencia.
Un problema creciente: la lucha por la alimentación en EE. UU.
La crisis alimentaria provocada por la detención de las entregas del USDA es solo una parte de un problema más amplio que afecta a millones de personas en EE. UU. La inflación de los precios de los alimentos ha sido un factor constante en los últimos años, y las organizaciones que luchan por alimentar a las comunidades más vulnerables ahora enfrentan recortes presupuestarios y un aumento de la demanda.