El 25 de julio de 2025, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el inicio de vuelos de deportación desde ‘Alligator Alcatraz’, un nuevo centro de detención migratoria situado en una antigua pista aérea en los Everglades. Este lugar, apodado ‘Alcatraz de los Caimanes’ por su entorno pantanoso, se ha convertido en un punto clave para las expulsiones de migrantes indocumentados bajo la administración del presidente Donald Trump. “Hemos removido a cientos de ilegales en los últimos días, y el ritmo está incrementando”, afirmó DeSantis durante una conferencia en el sitio, destacando la capacidad de la instalación para agilizar las deportaciones.
Vuelos de deportación desde ‘Alligator Alcatraz’: Un centro estratégico
Inaugurado el 3 de julio, ‘Alligator Alcatraz’ opera en el Dade-Collier Training y Transition Airport, una pista abandonada al oeste de Miami capaz de recibir aviones comerciales día y noche. Según Kevin Guthrie, director de la División de Manejo de Emergencias de Florida, el centro tiene capacidad para 2,000 detenidos, con planes de expandirse a 4,000. DeSantis subrayó su propósito: “Retener, procesar y remover a personas que están ilegalmente en Florida y en EE.UU.”. En 2025, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvo a 66,463 personas a nivel nacional, un 20% más que en 2024, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Por su parte, DeSantis reveló que la Guardia Nacional asumirá pronto roles de jueces migratorios para acelerar los procesos, una medida aprobada por Trump tras su visita al centro el 1 de julio. Aunque no se especificaron las nacionalidades de los deportados, Florida concentra entre 50,000 y 75,000 de las 800,000 expulsiones ordenadas por la administración Trump, según el DHS. La infraestructura de la pista permite operar hasta tres vuelos diarios, cada uno con capacidad para 135 personas, de acuerdo con un informe de la Oficina del Gobernador.
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Vuelos de deportación desde ‘Alligator Alcatraz’: Condiciones bajo escrutinio
Sin embargo, el centro ha generado controversia. Activistas y familiares de detenidos protestaron el 20 de julio, denunciando condiciones “inhumanas” y calificando el lugar como un “campo de concentración”. La Coalición de Inmigrantes de Florida reportó que 1,000 personas están recluidas, con seis hospitalizaciones por deshidratación y problemas respiratorios desde la apertura. Las temperaturas en los Everglades alcanzan los 33 °C en verano, según el Servicio Meteorológico Nacional, y los detenidos enfrentan hacinamiento en carpas temporales con ventilación limitada. La ACLU de Florida ha exigido inspecciones independientes, citando violaciones a los derechos humanos.
Además, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, envió una carta el 25 de julio a la División de Manejo de Emergencias de Florida, exigiendo acceso para monitorear las operaciones tras reportes de “condiciones peligrosas”. La congresista Debbie Wasserman Schultz también criticó el centro, afirmando que los migrantes carecen de acceso adecuado a agua potable y atención médica. Estas denuncias contrastan con las afirmaciones de DeSantis, quien destacó que Florida lidera la política migratoria de Trump al impedir la llegada de 18,000 migrantes por vía marítima desde 2023, según la Guardia Costera.
Vuelos de deportación desde ‘Alligator Alcatraz’: Impacto ambiental y social
Pese a todo, el centro enfrenta críticas adicionales por su impacto ambiental. Ubicado en los Everglades, un ecosistema protegido donde el 70% de las especies están en riesgo según el Servicio de Parques Nacionales, ‘Alligator Alcatraz’ ha sido demandado por Friends of the Everglades y el Centro para la Diversidad Biológica por violar leyes federales. Los vuelos frecuentes y la construcción de instalaciones amenazan a especies como la garza rojiza, según un estudio de la Universidad de Miami de 2024. Levine Cava expresó preocupación por el daño a este hábitat crítico.
En Miami-Dade, donde el 54% de la población es latina según el Censo de 2023, las redadas han intensificado el temor en comunidades migrantes. El centro, que cuesta 450 millones de dólares anuales según el DHS, es parcialmente financiado por FEMA, lo que ha generado críticas por desviar recursos de emergencias naturales. Mientras los vuelos de deportación continúan, ‘Alligator Alcatraz’ simboliza la dura postura migratoria de Trump y DeSantis, pero también expone las tensiones entre seguridad, derechos humanos y preservación ambiental.