Un trágico asesinato conmocionó a la comunidad hispana de Houston cuando Jimmy Arevalo, un contratista de 32 años, fue baleado mortalmente mientras trabajaba en la limpieza de un restaurante. El crimen, ocurrido la madrugada del 30 de julio de 2025 en el barrio de Third Ward, fue captado por cámaras de seguridad y desencadenado, según las autoridades, por una discusión sobre el ruido de una hidrolavadora. El sospechoso, identificado como Omar Marzouk, enfrenta cargos por asesinato, mientras la familia de Arevalo exige justicia para un hombre descrito como trabajador y querido por todos.
Un altercado mortal en segundos
El incidente tuvo lugar en el estacionamiento del Heaven Food Mart, en la calle Calumet, cerca de la autopista 288. Arevalo, quien trabajaba para Tony’s Grease Clean, estaba usando una hidrolavadora para limpiar equipos de cocina del restaurante OMG Seafood cuando Marzouk, de 38 años, llegó en una Toyota Tundra gris. Según documentos judiciales, el hombre confrontó a Arevalo por el ruido de la máquina, disparó al aire, lo empujó y luego le disparó en la cabeza a quemarropa. El ataque, que duró segundos, quedó grabado en video de vigilancia. Arevalo fue declarado muerto en el lugar por paramédicos, dejando en shock a sus colegas y familiares presentes. En 2024, Houston reportó un aumento del 12% en homicidios violentos, según el Departamento de Policía de Houston.
Por su parte, el hermano de la víctima, Anthony Arevalo, estaba dentro del restaurante y corrió al escuchar los disparos. “Fue terrible. Mi hermano pequeño, verlo en un charco de sangre. Intentó hablar, pero no pudo por la sangre”, relató Anthony a KPRC 2. Él describió a Jimmy como un hombre generoso y extrovertido, conocido por ayudar a quien lo necesitara. “Nunca decía no si alguien necesitaba ayuda. Siempre sonreía, y todos lo querían”, agregó. Una campaña en GoFundMe iniciada por la familia destacó el impacto devastador de su pérdida, describiéndolo como “un alma trabajadora y amable”.
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Rastreo y captura del sospechoso
La policía de Houston identificó rápidamente a Marzouk gracias a la combinación de imágenes de cámaras, testimonios y movimientos sospechosos posteriores al crimen. La Toyota Tundra, con rines negros, una dashcam y calcomanías en la ventana trasera, fue localizada en la residencia del sospechoso en Katy, Texas, sin placas, lo que sugirió un intento de ocultar evidencia. Un conocido de Marzouk confirmó su identidad al ver las grabaciones y reveló que intentó vender vehículos y transferir dinero a Egipto, según documentos judiciales. El 31 de julio, agentes de la División de Patrulla Suroeste de Houston lo arrestaron. Marzouk, descrito como un hombre calvo, de complexión robusta y unos seis pies de altura, no tenía antecedentes penales significativos, según la fiscalía.
Además, las autoridades descubrieron que Marzouk actuó solo, y el motivo aparente fue su molestia por el ruido de la hidrolavadora, una queja común en trabajos nocturnos, según Anthony. La policía no ha confirmado si el ataque fue premeditado o impulsivo, pero la rápida escalada de la discusión subraya la violencia del encuentro. En 2024, el 15% de los homicidios en Houston estuvieron relacionados con disputas triviales, según datos del FBI.
Exigen justicia para Jimmy Arevalo
Pese a todo, la fiscalía del condado de Harris solicitó una fianza de 500,000 dólares, argumentando el riesgo de fuga de Marzouk y su intento de deshacerse de evidencia. En su primera audiencia el 1 de agosto, el juez destacó la gravedad del delito, señalando que el sospechoso disparó a Arevalo tras empujarlo, según ABC13. La familia y amigos de Arevalo, devastados, han pedido justicia. “Era un hombre humilde, dedicado a su familia y su trabajo”, dijo un colega en una vigilia organizada el 2 de agosto, según Telemundo Houston. La comunidad de Third Ward, donde el 60% de los residentes son hispanos o afroamericanos, según el censo de 2020, se ha unido en apoyo a la familia.
Por su parte, Clayton Edwards, dueño de OMG Seafood, expresó su dolor: “Estamos profundamente entristecidos por esta tragedia ocurrida fuera de nuestro negocio”. La empresa, que no tenía relación con el sospechoso, coopera con la investigación. Mientras tanto, la familia de Arevalo enfrenta la pérdida de un pilar, con sus dos sobrinos particularmente afectados. “Mis hijos amaban a su tío. Esto nos va a romper”, dijo Anthony. Con Marzouk tras las rejas, la comunidad espera que el proceso judicial brinde respuestas y justicia, mientras Houston enfrenta un aumento en la violencia que sigue afectando a sus barrios más diversos.