El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este 9 de abril una pausa de 90 días en la aplicación de los aranceles recíprocos que entraron en vigor apenas horas antes, tras una semana de incertidumbre económica global. La medida, efectiva de inmediato, reduce las tasas a un nivel universal del 10% para más de 75 países que han iniciado negociaciones con Washington, según informó la Casa Blanca. Sin embargo, China queda excluida de esta tregua, enfrentando un aumento de aranceles al 125%, en respuesta a lo que Trump calificó como una «falta de respeto» hacia los mercados mundiales tras las represalias comerciales de Pekín.
La decisión llega después de que los aranceles recíprocos, implementados a las 00:01 de este miércoles, generaran una ola de volatilidad en los mercados financieros. Wall Street reaccionó con un repunte inmediato: el Dow Jones subió más de 2,700 puntos, un alza del 7.3%, mientras el Nasdaq escaló un 12%, su mejor día desde 2001. Este giro se produce tras días de caídas bursátiles y advertencias de economistas sobre un posible riesgo de recesión global. Trump justificó el cambio ante periodistas en la Casa Blanca, señalando que «la gente estaba un poco nerviosa» y que era necesario mostrar flexibilidad para evitar un colapso mayor.
El anuncio se dio a conocer mediante un mensaje en Truth Social, donde el presidente destacó que más de 75 países han contactado a funcionarios del Departamento de Comercio, Tesorería y la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. para negociar soluciones a temas como barreras comerciales y manipulación de divisas. «Estos países no han retaliado, como sugerí firmemente», escribió Trump, autorizando la pausa y la reducción de aranceles como incentivo. La excepción de China responde a su decisión de imponer un arancel del 84% a bienes estadounidenses, efectivo a partir del 10 de abril, según el Ministerio de Finanzas chino.
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Aranceles Recíprocos: China en el ojo del huracán
La escalada con China marca un nuevo capítulo en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, defendió la estrategia en una conferencia improvisada frente a la Casa Blanca, afirmando que «China es el mayor infractor en el sistema comercial global». Bessent subrayó que la pausa de 90 días busca recompensar a las naciones que no han contraatacado, mientras se intensifica la presión sobre Pekín. «Cualquier país que se alinee con China en este momento estaría cortándose su propia garganta», advirtió, al tiempo que confirmó reuniones inminentes con delegaciones de Japón, Corea del Sur y Vietnam para negociar acuerdos bilaterales.
La política de aranceles recíprocos, presentada por Trump el 2 de abril como «Día de la Liberación», inicialmente impuso tasas de hasta el 50% a más de 50 naciones, además de un 10% universal a casi todos los socios comerciales. La medida buscaba nivelar el comercio global, pero desencadenó respuestas inmediatas, como los aranceles europeos del 20% aprobados este miércoles por la Unión Europea y aún pendientes de entrar en vigor. La pausa anunciada hoy alivia temporalmente esas tensiones, aunque el 10% base sigue aplicándose a países como Canadá y México bajo condiciones específicas del acuerdo USMCA, según aclaró un portavoz de la Casa Blanca.
El impacto de los aranceles recíprocos en los próximos 90 días
Durante este periodo de gracia, la administración Trump planea negociaciones intensivas para reconfigurar las relaciones comerciales. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, afirmó en una publicación en X que «el mundo está listo para trabajar con el presidente Trump para arreglar el comercio global», mientras acusó a China de tomar «el camino opuesto». Por su parte, China mantiene su postura de «luchar hasta el final», según el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, quien llamó a EE.UU. a adoptar una actitud de «respeto y reciprocidad» para resolver el conflicto mediante diálogo.
En el ámbito doméstico, la pausa ha sido recibida con alivio por sectores empresariales que temían alzas en los costos de importación. Sin embargo, expertos advierten que la incertidumbre persiste, especialmente con China, cuya economía podría sufrir más que la estadounidense, según Bessent. Mientras tanto, Trump se prepara para un evento con líderes automotrices este jueves en el Rose Garden, donde se espera que aborde el impacto de los aranceles en la industria. Por ahora, los mercados respiran, pero la tregua de 90 días mantiene al mundo en vilo ante el próximo movimiento en esta partida comercial.