Un choque entre dos carruajes tirados por caballos en Central Park el pasado lunes 26 de mayo dejó a los conductores heridos y reavivó las críticas contra esta tradición turística. El incidente ocurrió cerca del marcador de la calle 60 y East Drive, según el Departamento de Policía de Nueva York, cuando uno de los caballos se sobresaltó y corrió hacia el oeste, chocando con otro carruaje que se dirigía al norte. Las autoridades confirmaron que los conductores fueron trasladados a hospitales locales con heridas leves, mientras los caballos, sin lesiones graves, regresaron a trabajar esa misma noche.
El accidente comenzó cuando un caballo se asustó, posiblemente por un ruido fuerte, y descontroló el carruaje, impactando al segundo vehículo. Aunque no se reportaron pasajeros heridos, el caos en el parque alertó a transeúntes y reactivó el debate sobre la seguridad de los carruajes. El Departamento de Policía detalló que los servicios de emergencia actuaron rápidamente, pero la escena dejó a muchos preguntándose si esta práctica sigue siendo viable en una ciudad tan concurrida como Nueva York.
Carruajes bajo investigación tras el accidente
El incidente ha puesto a los carruajes en el centro de la atención, especialmente tras años de controversia. Organizaciones como NYCLASS han señalado que eventos como este demuestran los riesgos tanto para los animales como para las personas. La directora ejecutiva de NYCLASS, Edita Birnkrant, llamó a las autoridades a tomar medidas, destacando que en la última semana se reportaron tres casos de caballos desbocados que generaron peligro. “Esta industria cruel e imprudente sigue poniendo en riesgo a todos”, afirmó, instando al Ayuntamiento a actuar.
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El caso de Ryder, un caballo que colapsó en 2022 por el calor y murió dos meses después, sigue resonando. Su historia, captada en un video viral, impulsó la propuesta de la Ley Ryder, que busca prohibir los carruajes y reubicar a los caballos en santuarios. Según datos oficiales, el 71% de los neoyorquinos apoya esta medida, presionando al alcalde Eric Adams y al Concejo Municipal para que legislen al respecto. La presión crece, y este nuevo accidente podría ser el catalizador para un cambio.
Demanda de cambio en Central Park
Las carruajes han sido un símbolo turístico en Central Park por décadas, pero el bienestar animal y la seguridad pública están ganando terreno en el debate. El Animal Legal Defense Fund, que aboga por leyes contra la crueldad, destacó que incidentes como el choque revelan las duras condiciones de los caballos, a menudo forzados a trabajar en tráfico denso y calor extremo. La organización presentó una petición al Ayuntamiento para prohibir esta práctica, apoyada por voces que exigen modernizar el transporte turístico.
El Departamento de Parques y Recreación de Nueva York ha indicado que revisará los protocolos de seguridad tras el accidente, aunque no ha confirmado cambios inmediatos. Mientras tanto, activistas como Birnkrant insisten en que la Ley Ryder reflejaría la voluntad mayoritaria de la ciudad. Con imágenes del choque aún en la mente de muchos, el futuro de los carruajes en Nueva York parece más incierto que nunca, mientras las autoridades enfrentan la presión de tomar una decisión definitiva.