La estrella del FC Barcelona, Lamine Yamal, celebró su 18 cumpleaños el pasado 13 de julio con una fiesta que ha generado un torbellino de críticas y debates en España. Lo que comenzó como una noche de lujo en una finca privada en Olivella, cerca de Barcelona, se convirtió en un caso de interés público tras la denuncia de la Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE) por la contratación de personas con enanismo como entretenimiento. La celebración, que reunió a unas 200 personas entre compañeros de equipo, artistas e influencers, está ahora bajo el escrutinio de organismos oficiales. Aquí te contamos qué pasó y cómo ha reaccionado el entorno del joven futbolista.
El día comenzó con una comida familiar en el restaurante La Cúpula del Garraf, un lugar especial para Yamal, donde compartió momentos con sus padres, su abuela Fátima y allegados. Pero fue la fiesta nocturna en Olivella, con una temática de “gángster” y estrictas medidas de seguridad como la prohibición de teléfonos, la que captó la atención. Entre los invitados estaban estrellas como Bizarrap, Quevedo, Bad Gyal, y compañeros del Barça como Robert Lewandowski y Gavi. Sin embargo, el evento se vio empañado por decisiones que han levantado críticas y una posible investigación legal.
Denuncias por contratación de personas con enanismo
La ADEE emitió un comunicado el 13 de julio denunciando que la fiesta incluyó a personas con enanismo contratadas “únicamente para actividades de espectáculo y reclamo”. La asociación calificó estas prácticas como “intolerables”, argumentando que perpetúan estereotipos y menoscaban los derechos de las personas con discapacidad. “Cuando una figura pública como Lamine Yamal está involucrada, el daño es mayor, porque transmite a los jóvenes que la discriminación es aceptable”, señaló la ADEE. El Ministerio de Derechos Sociales de España reaccionó solicitando a la Fiscalía General del Estado, el Defensor del Pueblo y la Oficina de Lucha contra los Delitos de Odio que investiguen si el evento vulneró la legislación sobre discapacidad.
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Jesús Martín Blanco, director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, expresó su preocupación: “Un joven con tantos seguidores, influyente para la juventud, organiza este tipo de fiestas que pueden tener un efecto rebote”. La legislación española prohíbe acciones que ridiculicen a personas con discapacidad, incluso en eventos privados, y se contemplan sanciones de hasta un millón de euros si se confirma una infracción grave. Uno de los animadores, en una entrevista anónima con la emisora RAC1, defendió su participación: “Nos trataron con respeto, bailamos, hicimos magia, fue una fiesta más. No hacemos nada ilegal, y es injusto que nos prohíban trabajar dignamente”. Este testimonio ha añadido matices al debate, destacando la complejidad del caso.
La respuesta del FC Barcelona
El FC Barcelona, consciente del impacto mediático, llamó a Lamine Yamal a una reunión para abordar la situación. Según fuentes cercanas al club, los directivos le pidieron al jugador mayor discreción en su vida privada, recordándole su rol como referente juvenil tras una temporada estelar y la reciente renovación de su contrato hasta 2031. Yamal, quien llevará el icónico dorsal 10 en la temporada 2025/26, es una de las mayores promesas del fútbol mundial, y el club busca proteger su imagen. Ni el jugador ni sus representantes han emitido comentarios públicos, y el Barcelona no ha publicado un comunicado oficial.

La fiesta, que costó unos 40,000 euros en alquiler de la finca, tuvo un estricto control de acceso, con drones y cámaras termográficas para garantizar la privacidad. A pesar de la prohibición de móviles, Yamal y el cantante Chimbala compartieron videos breves en redes sociales, mostrando momentos de la celebración con una tarta decorada con pistolas y un ambiente de lujo. La presencia de artistas como Nicki Nicole y Lola Índigo, junto con influencers como Ibai Llanos y Marta Díaz, añadió un toque de glamour al evento.
Otras críticas y reacciones
Otro punto de controversia fue el testimonio de la modelo Claudia Calvo, quien reveló en el programa TardeAR que fue contactada para reclutar “chicas de imagen” de entre 18 y 25 años con características específicas, como el color de pelo o talla de pecho, a cambio de pagos de entre 10,000 y 20,000 euros. Calvo declinó la oferta, y su relato ha generado críticas sobre las dinámicas de la organización. Además, una influencer anónima señaló que se le prohibió asistir acompañada de hombres, lo que añadió más preguntas sobre las condiciones impuestas a los invitados.

Mientras la polémica sigue creciendo, Yamal regresó a la Ciutat Esportiva Joan Gamper el 14 de julio para las pruebas médicas de pretemporada, enfocándose en su carrera. Con la firma protocolaria de su renovación prevista para el 16 de julio, el joven de 18 años enfrenta un momento clave tanto en lo personal como en lo profesional. La ola de críticas pone a prueba su imagen, pero también refleja el peso de ser una figura pública en la era de las redes sociales, donde cada acción puede tener un impacto global.