El mundo del fútbol americano está de luto. Bryan Braman, exjugador de los Philadelphia Eagles y campeón del Super Bowl LII, falleció a los 38 años tras una valiente lucha contra un cáncer poco común. Su agente, Sean Stellato, confirmó la triste noticia este jueves, dejando un vacío en la comunidad deportiva. Braman, conocido por su entrega en el campo, especialmente en equipos especiales, dejó un legado imborrable en la NFL y en los corazones de sus compañeros y aficionados.
Nacido en Spokane, Washington,Braman llegó a la NFL en 2011 como agente libre no seleccionado, firmando con los Houston Texans. Su tenacidad y agresividad lo convirtieron en un destacado jugador de equipos especiales. En 2012, lideró a los Texans con 16 tackleadas en esta área y estableció un récord de franquicia al bloquear dos despejes en una sola temporada. Su carrera lo llevó a los Eagles en 2014, donde alcanzó la cima al ganar el Super Bowl LII en 2018 frente a los New England Patriots, liderados por Tom Brady, con un marcador de 41-33.
Su impacto en la NFL
Durante su tiempo con los Eagles, Bryan Braman se destacó por su contribución en momentos clave. En la ronda divisional de los playoffs de 2017, bloqueó un despeje contra los Atlanta Falcons, una jugada que ayudó a asegurar una victoria por 15-10. En el Super Bowl LII, registró una tackleada en equipos especiales, siendo su último partido en la NFL. Su esfuerzo incansable y su pasión por el juego lo convirtieron en un favorito entre los aficionados de Philadelphia.
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Braman disputó 97 partidos en sus siete años en la liga, acumulando 56 tackleadas, 1.5 capturas y una recuperación de balón suelto. Aunque no era un nombre estelar, su rol como jugador de equipos especiales fue crucial. Su historia de superación, desde no ser seleccionado en el draft hasta convertirse en campeón del Super Bowl, inspiró a muchos.
La lucha de Braman contra el cáncer
En febrero de 2025, Braman fue diagnosticado con una forma rara y agresiva de cáncer. Según su agente, el exjugador se sometió a múltiples cirugías y a un tratamiento de terapia de células CAR-T en Seattle. Inicialmente, los tumores mostraron una reducción, pero el cáncer reapareció con fuerza, afectando órganos vitales. Su sistema inmunológico, debilitado por los tratamientos, limitó las opciones de quimioterapia. A pesar de las adversidades, Braman nunca se rindió, buscando programas experimentales hasta el final.
La familia de Braman inició una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe para cubrir los costos médicos. La comunidad de la NFL respondió con generosidad, recaudando más de 88,000 dólares. Entre los donantes destacó J.J. Watt, excompañero en los Texans, quien contribuyó con 10,000 dólares. Watt expresó su dolor en redes sociales: “Descansa en paz, hermano. Te fuiste demasiado pronto”.
El legado de un campeón
Más allá de sus logros en el campo,Braman fue recordado por su carácter. Su agente, Sean Stellato, lo describió como un hombre con un corazón tan grande como su presencia física. “Era genuino, motivador y un verdadero luchador”, dijo Stellato. Braman deja dos hijas, de 8 y 11 años, quienes estuvieron a su lado en sus últimos momentos.
Sus excompañeros también rindieron homenaje. Lane Johnson, tackle de los Eagles, destacó la capacidad de Braman para superar obstáculos y su amor por su familia y el juego. Emmanuel Acho, otro ex-Eagle, lo llamó “un campeón en la vida y un guerrero en la muerte”.
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La comunidad de Philadelphia y la NFL lloran la pérdida de un jugador que, aunque no buscaba los reflectores, dejó una huella imborrable. Su historia es un recordatorio de que los verdaderos campeones se forjan en la adversidad, dentro y fuera del campo.