El IRS y DHS: ¿Qué significa el intercambio de datos del Gobierno para los contribuyentes?
El Gobierno de Estados Unidos ha confirmado que el Servicio de Impuestos Internos (IRS) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) están en conversaciones sobre el posible intercambio de datos fiscales de inmigrantes indocumentados, lo que podría tener implicaciones significativas para esta comunidad.
Negociaciones entre IRS y DHS
Durante una audiencia en un tribunal federal en Washington, el abogado del Departamento de Justicia, Andrew Weisberg, reveló la existencia de «conversaciones en curso» entre el IRS y el DHS respecto al intercambio de información de contribuyentes. Aunque no proporcionó detalles específicos, Weisberg enfatizó que el IRS solo compartiría datos si el DHS realiza solicitudes individuales conforme a las disposiciones legales vigentes.
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Preocupaciones de organizaciones defensoras de inmigrantes
La posibilidad de que el IRS comparta información con el DHS ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes. Estas entidades temen que los datos fiscales puedan ser utilizados para localizar y deportar a personas en situación irregular, especialmente en el contexto de políticas migratorias más estrictas.
Solicitud de datos de 700,000 personas
En febrero, se informó que el DHS solicitó al IRS las direcciones de residencia de aproximadamente 700,000 personas sospechosas de estar en el país sin autorización, con el objetivo de facilitar procesos de deportación. Sin embargo, un alto funcionario de privacidad del IRS declaró bajo juramento que la agencia no ha proporcionado información sobre estas personas.
Política de confidencialidad del IRS
El código tributario de Estados Unidos establece que la información de los contribuyentes es confidencial y solo puede ser divulgada en circunstancias específicas. El IRS ha rechazado solicitudes anteriores de compartir datos con autoridades de inmigración, lo que refuerza la incertidumbre sobre la posibilidad de que estas conversaciones resulten en una política de intercambio de información.
Decisión judicial reciente
La jueza del distrito Dabney Friedrich resolvió que los grupos que presentaron la demanda contra el Gobierno no demostraron que el IRS estuviera en riesgo inminente de compartir datos con el DHS ni que este intercambio violara la ley vigente. La jueza afirmó que «el gobierno ha representado al tribunal que cumplirá con la ley» y que presume que el IRS respetará la confidencialidad de los contribuyentes.
Implicaciones para los contribuyentes
La posibilidad de que el IRS comparta información con el DHS ha generado preocupación entre los inmigrantes indocumentados que cumplen con sus obligaciones fiscales. Estos contribuyentes utilizan números de identificación fiscal (ITIN) para declarar impuestos, confiando en la confidencialidad de su información. Un posible intercambio de datos podría disuadir a algunos de cumplir con sus responsabilidades fiscales, afectando la recaudación de impuestos y la economía en general.
Reacciones de líderes comunitarios
Líderes y organizaciones de la comunidad inmigrante han expresado su preocupación por las posibles consecuencias de estas negociaciones. Se teme que el intercambio de información pueda erosionar la confianza en las instituciones gubernamentales y aumentar la vulnerabilidad de los inmigrantes indocumentados. Algunos activistas están instando al IRS a mantener la confidencialidad de los datos fiscales y a resistir cualquier presión para compartir información con el DHS.
Contexto de políticas migratorias
Estas negociaciones se producen en un contexto de políticas migratorias más estrictas por parte de la administración actual. Se han implementado medidas para aumentar las deportaciones y arrestos de inmigrantes indocumentados, incluyendo la colaboración de diversas agencias gubernamentales en operaciones de control migratorio.
Conclusión
La confirmación de negociaciones entre el IRS y el DHS sobre el intercambio de datos fiscales ha generado preocupación entre los inmigrantes indocumentados y las organizaciones que los apoyan. Mientras las conversaciones continúan, la comunidad inmigrante permanece alerta ante cualquier cambio que pueda afectar su seguridad y bienestar en Estados Unidos.